¿Y yo soy la niña malcriada? ¿No será él el hijito de papá?Regañabas mientras caminabas por las calles de Nueva York. Hace ya media hora Adam te había dejado botada y no podías de estar más enojada.
¿Cómo pudo dejarme ahí? Es más, para que me saca de mi tranquilidad y luego me deja como si nada. ¿Dónde está la caballerosidad? Mínimo llevarme a la entrada de mi casa.
—Claro como si le importase mi bien estar ¡Uy!
Sentiste rugir tu estómago y te hizo parar de golpe, cierto aroma a comida te estaba matando. Miraste a tu alrededor para ver donde estabas y te diste cuenta que estabas rodeada de restaurantes.Verdad que no he comido nada.
Ibas a revisar tu bolso para ver si habías echado tu tarjeta pero al tantearlo supuestamente en tu brazo, te diste cuenta que no estaba.
—Mierda.
Caíste en cuenta que lo habías dejado en el auto de Adam y que nunca lo bajaste de ahí. Golpeaste tu rostro haciendo que las personas que pasaban a tu alrededor te quedaran viendo raro.Deberían darme un premio por ser la más idiota del mundo. Ahí estaba mi dinero y las llaves del apartamento.
—Carajo, carajo, carajo.
Sacaste tu celular del bolsillo y buscaste el contacto de Adam. Lo quedaste mirando y tragaste saliva. Sus reglas atacaban tus pensamientos.Esto es importante ¿no?
Mordiste tus uñas.
¿Y si se enoja más? Aún que no es mi culpa que me haya echado de su auto... ademas ¡yo soy la más molesta!
Volviste a mirar tu celular y marcaste su número poniéndolo en tu oreja. Sonó una vez y luego el buzón de mensajes: "Este número se encuentra apagado o fuera de servicio".
—¿Es joda? ¿Apagó su celular?Maldita sea, ¿ahora que hago? ¿Habrá ido a su apartamento, a su oficina o a otro lugar?
Lo pensaste unos minutos y no importándote su tercera regla, te encaminaste a su oficina, que además estaba más cerca que su apartamento y era más seguro el hecho de que estuviese ahí.
Al llegar al edificio te dejaron entrar sin problema y cuando ya estabas subiendo te llenaron los nervios que siempre sentías al estar ahí.Ya, tranquila. Yo también estoy enojada y solo... vengo a buscar mi bolso.
El ascensor se abrió, caminaste por el oscuro pasillo y al llegar ante la rubia te detuvo con dos simples palabras:
—No está.
La quedaste mirando un momento y luego la puerta ante tus ojos.
—Hoy no vino. —habló nuevamente.
—¿Sabes dónde podría estar? —la miraste.
—No.
—Tiene su celular apagado.
—Lo hace a veces cuando trabaja en casa.Genial.
—¿Sabes si vendrá más tarde?
—No lo hará.
—Mmh...¿Que puedo hacer? Su apartamento está demasiado lejos para ir caminando y no tengo ni un dólar conmigo.
—¿Necesitas algo más? —te preguntaba como si le molestase tu presencia ahí.
Saliste de tu mente y volviste a fijar tu mirada en ella. Odiabas la idea que se estaba formando en tu cabeza pero no te quedaba de otra.
—¿Tienes dinero contigo que me puedas prestar? Por favor. —preguntaste con una sonrisa y siendo lo más amable que pudiste.
—¿Que? ¿a caso no tienes? —te preguntó con desprecio.
—Si, pero no conmigo... —le respondiste avergonzada —es que Adam se llevó sin querer mi bolso y...
—Ya, como sea. No me interesa. —te interrumpió tomando su bolso y sacando su billetera. —¿Cuánto necesitas? Necesitada. —susurró al final.
La miraste con cierta impresión por su última palabra, pero no ibas a perder la oportunidad.
—Para un taxi hasta el apartamento de Adam.
—No le gustará que llegues sin aviso ¿sabes? —te advirtió sacando unos billetes.
—Lo sé, pero en mi bolso están mis llaves y dinero.
—Bueno, aquí tienes.—tomó el dinero y lo arrastró por la mesa con desdén.
Intentaste sonreír e ignorar como estaba siendo, de todas formas te estaba ayudando.
—Muchas gracias, en serio.—tomaste los billetes y los guardaste en tu bolsillo. —Te los transferiré más tarde, dame tu cuenta.
—No es necesario, los necesitarás cuando Adam te "despida" —hizo las comillas con sus dedos —por hacer lo que le molesta, en todo caso no se que podría obtener de una necesitada como tú. —rió burlesca mirándote de pie a cabeza y acomodándose en su asiento.
Tu cara cayó con una mirada incrédula.
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Daddy Issues (Adam Driver y tú)
RomanceEstabas empezando tu vida en Nueva York cuando todo se fue al carajo, pero alguien llego... la pregunta es si a salvarte ¿o arruinarte?