44. Lo que sucedió P1.

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(Nota: El tiempo en estos capítulos pasará rápido, ya que será enfocados en hechos que pasaron en el pasado en la vida de Adam).

POV Adam.

•Nueve años atrás•

—Realmente me encanta este lugar. —decía Daisy al ver el nuevo departamento que Adam había comprado para los dos.
—Que bueno que te haya gustado. —dijo Adam sin mucho ánimo, aunque feliz por haber complacido a Daisy.
       —¡Ay amor! —dijo riendo y corriendo a él para abrazarlo. —Sé que esto es un cambio muy grande, pero estoy segura que te ayudará mucho el habernos mudado a Nueva York.
       Adam suspiró intentando sentirse convencido y contagiarse de la alegría de su novia, pero el dolor en su pecho seguía tangible, casi como el de una herida recién hecha. La muerte de sus padres lo tenía deprimido, y a veces sentía que no encontraba felicidad en ningún lugar.
       —Eso espero, en serio que si. —dijo sin dejar de abrazar a Daisy con ojos entristecidos.
       —¿Quieres estrenar la cama que compramos? —le preguntó coqueta en tanto buscaba su boca. —Sólo debemos ir al final del pasillo.
       Adam tratando de sonreír, le dio un pequeño beso y luego suspiró.
       —No tengo muchas ganas... estoy... estoy cansado Daz.
       —Que aburrido eres. —hizo un puchero y luego rodó los ojos. —Como sea, debo ir a ver con que decoraremos.
       —Esta bien, tu sabes de eso. Lo dejo completamente en tus manos.
       —Obvio, soy la del buen gusto aquí. —dijo riendo y alejándose de Adam a buscar una chaqueta. —¿Invitaremos a tu hermana para navidad?
       —¿Eso no es en tres semanas?
       —Si, pero tú sabes que me gusta organizar todo con tiempo.
       —Mmh... no creo que pueda venir, está conociendo a un tipo en Londres y la invitó a pasar las fiestas con su familia.
       —Entiendo, bueno... podríamos ir a una fiesta ¿no crees?
       Adam la miró extrañado.
       —¿Una fiesta?
—Si ¿por qué no? Creo que te serviría para pensar en otras cosas.
—Nunca me han gustado ¿que te hace pensar que ahora si?
—Ay Adam, no quiero pelear.
—No estoy peleando... —se encogió de hombros —amor, tu me conoces y sabes como... como me siento últimamente.
—Ya, ya... está bien. —tomó las llaves y su bolso. —Aprovecharé de comprarme algunas cosas así que llegaré tarde.
—Que te vaya bien, yo ordenaré la oficina. Tengo que ver un montón de cosas sobre la empresa.
—Suerte con eso y... amor...
—Dime.
—Piensa lo de la fiesta ¿bueno? Por mi. —le sonrió de oreja a oreja.
Adam suspiró y sonriendo le asintió.
—Gracias. —se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta.
       —Daz... —dijo Adam llamando su atención, a lo que ella se giró. —te amo.
       —Yo también, —le sonrió —nos vemos.
       Y así salió, dejando a Adam solo, mirando su alrededor.
       Aún habían varias pertenecías en sus cajas, debían ordenar todo aquello pero no tenía ánimo y por ahora se debía preocupar de InvestSpend.
       La empresa que desde un principio no quería, por la que había sido toda esa pelea, esa misma que había hecho que sus padres se fueran furiosos y decepcionados. Esa empresa, ahora estaba completamente en sus manos.

No sé como hacer esto.

Sus ojos se cristalizaron y su corazón volvió a estrujarse en su pecho. Era un dolor constante que tenía día y noche, pero que cuando pensaba aquello dolía mil veces más.
—¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasar esto? —las lágrimas mojaron sus mejillas, pero no las quería sentir. No más. Llevaba días luchando con ellas, por lo que las secó rápidamente con una de sus mangas y tensó su mandíbula para que no temblara.

Debo ser fuerte. 

Era lo que se repetía cada vez más, a pesar del daño que se hacía.
Se puso de pie ignorando aquello y caminó hacia a la pequeña habitación que Dazz le había propuesto como oficina. Tomó unas cajas donde tenía ciertos archivos para dejarlos encima del nuevo escritorio y comenzó a revisarlos, pero al momento en que comenzaría a leerlos su celular sonó.
Los dejo a un lado y leyendo el nombre que estaba en la pantalla contestó.
—Hola Em ¿cómo estás?
—Aquí... bueno, tú sabes ¿y tú?
—Viendo cosas de la empresa.
—No me refiero a eso.
—Es lo que debo pensar ahora.
—Adam.
—Em.
—Dios, está bien... —dijo irritada —¿cuándo irás a las oficinas de Manhattan?
—Mañana, debo aprender un montón de cosas... el abogado estará esperándome junto a un montón de inversionistas y empresarios entendidos en la situación actual de Investspend.
—Entonces ¿realmente lo harás?
—¿Que cosa?
—Te harás cargo de la empresa de papá.
—¿Quien más? ¿Tú? —preguntó irónico.
Sólo hubo silencio.
—Perdón. —susurró refregando sus ojos cansados sintiendo bastante agobio —Perdón Em.
—Tranquilo hermanito... —suspiró —sé porque estás así y también estoy segura que lo harás bien. 
—¿En serio lo crees?
—No conozco a un hombre más inteligente que tú.
Adam bufo con cierta sonrisa en el rostro.
—Gracias. De verdad. —suspiró entristecido pero intentado cobrar ánimo.
—Sabes que estoy aquí para lo que necesites.
—Aquí... en Londres. —dijo divertido. —No se como permití que te fueras.
—¡Ya tengo veintitrés!
—¡Wow! Que grande eres. —dijo sarcástico para luego reír.
—Cómo digas. De todos modos ya tienes con quien compartir.
—Mmh si, es cierto.
—Y ¿dónde está? Mi, al parecer futura cuñada.
—Salió de compras. Quería comprar algunas cosas para decorar el departamento.
—Agotará toda nuestra herencia en una semana. —murmuró.
—Emilia.
—Ya, lo siento. Es broma... aunque no tanto. —agregó susurrando la última frase —En fin, ¿te gusta Nueva York?
—Eso creo, aunque igual extraño la tranquilidad de nuestra ciudad.
—Te hubieses quedado allá.
—Daz quería mudarse acá y creo que tiene razón, será mejor para mi el haber salido de allá.
—Mmh... sabes lo que pienso de eso pero bueno, te deseo lo mejor en tu nueva vida.
—Y yo a ti mocosa.
Escuchó la risa de Emilia al otro lado del celular y aquello le hizo sonreír.
—Te amo estúpido, llámame en la semana, no quiero ser la única que mantenga esta relación familiar en pie.
—Eres ridícula ¿sabes?
—No más que tú.
—Te amo igual, cuídate.
—Tu también, bye bye.
—Adios.
Y colgando, volvió a mirar la caja ante de él.
—Okay, a ordenar esta mierda.

Daddy Issues (Adam Driver y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora