RESPUESTA
Julia
Miro la cara de Irene y como espera que le dé una respuesta. Me pongo de pie y deposito el plato, taza y vaso en el fregadero para lavarlos. Irene no pierde de vista ninguno de mis movimientos. Termino con los trastes y me giro para encararla.
—Mi respuesta será escuchada en la noche, pídeles que nos reunamos en algún lugar y yo como buena chica que soy, les tendré mi respuesta —salgo de la cocina y me voy a la habitación.
Busco entre mis cosas y me dirijo al baño para despertarme, siento los ojos pesados e hinchados, no me quiero ver en el espejo ya que me imagino como me he de ver. No dormí por casi una semana, ayer me desvele platicando con Darren y creo que el que me bebiera medio bar tampoco ayudo a que me mejorara.
El agua fría comienza a recorrer mi cuerpo. Abro mis ojos al sentir el contacto del agua fría con mi cuerpo, ocasiona que pegue un pequeño grito. Me voy a congelar de tan fría que esta. Cierro la llave del agua después de darme la ducha.
Me acerco al espejo y las ojeras bajo mis ojos son tan pronunciadas, el morado casi azul lo comprueba.
Tomo la pasta dental para ponerle a mi cepillo dental, voy a tener que tapar estas espantosas ojeras hasta que se borren completamente.
Salgo del baño al terminar de hacer mis necesidades, entro a mi habitación donde comienzo a buscar algo cómodo con lo que vestirme.
La mujer mayor me saluda al ver que he entrado a la cocina, quiero agradecerle que se haya preocupado por mí en estos días tan oscuros.
Recuerdo que al morir mi hermano yo me encerré en mi habitación por varios días, ellos jamás se preocuparon por mí, no se les pasaba por la cabeza, si comía, si podía dormir, si me sentía bien, pero no, ellos tenían otras preocupaciones como quien sería el que administraría la fortuna de mis padres.
—Al parecer alguien amaneció feliz —comenta la mujer cuando me ve.
—Y con muchas ganas de ayudarla y agradecerle, por todas las atenciones que tuvo conmigo —respondo tomando las cosas que ella saca de las cajoneras.
—No tienes que agradecerme nada, me preocupe por ti —responde.
—Es una de las primeras personas en tener atenciones conmigo —respondo dejando los frascos en la mesa.
—Soy una mujer que se preocupa por las personas que la rodean, si miro a una persona que no la está pasando bien, me acerco y le pregunto qué paso, no me gusta quedarme de brazos cruzados, si tengo la posibilidad de hacerlo lo hago —responde acercándose a mí.
—Es una mujer muy linda, es como una madre para mí —respondo abrazándola.
—Yo también te quiero como una nieta—contesta envuelta en mis brazos.
—Son muy pocas las personas que se preocupan por mí, usted y sus nietos son como la familia que no tengo o tuve estos últimos meses —menciono saltándonos del abrazo.
—Yo quiero que sigas siendo la muchacha alegre que llego a mi casa.
—Y yo también deseo volver a vivir esos días donde no me importaba nada de lo que deje atrás con ese pueblo, secretos y mentiras que van evolucionando con el tiempo —respondo.
—Nosotros seremos el apoyo que necesites para salir adelante, si nos lo permites —responde tomando mi mano.
—Aprecio cada una de las palabras que salen de su boca, no puedo negarme a su ayuda cunado es lo que más necesito en estos días tan oscuros —presiono su mano para que vea que aprecio mucho todo lo que ella y su nieta hace por mí.
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No Te Detengas
Teen FictionUna chica de pueblo toma el tren de la media noche sin rumbo alguno, dejando su pasado atrás o eso es lo que cree ella, los problemas siempre te van a perseguir estés donde estés. Un chico de ciudad sube al tren de la media noche sin rumbo alguno, p...