Ser única
Alina
La vida no es algo fácil y soy consciente de eso. A mis veintiséis años sé que aún faltan caminos por recorrer y no será nada fácil llegar al final.
Siempre se me catalogo como alguien inservible y me lo creí en los años que estuve del lado de mi familia. El día que los abandone fue extraño el tener un poco de paz de in vida. Ya nadie podía decir cosas horribles y espantosas sobre mí y la mejor parte de salir de esa casa es que pude ser libre, ya no había cadenas que me ataran a ellos.
Alejarme de ellos fue lo mejor que pude hacer en años. Ya no tenía que vivir tras la sombra de mis padres y hermanos. Desde niño sabes que tu familia siempre estará para ti y nunca te juzgaría, lástima que solo fue una fantasía con la que crecí. Fueron la peor tortura con la que crecí, juzgada por mis hermanos y padres, personas con las que compartía un lazo sanguíneo, pero ellos solo me vieron como un error que no salió como esperaban.
Siempre fui un error para ellos.
Soy el producto de algo no planeado «un accidente» con el que vivieron por meses, nunca quisieron que yo naciera y el día que se encontraban en el hospital y supieron que era una niña fue cuando más odio recibí de ellos.
Yo siendo una niña de cinco jamás entendí cuando su padre la tomada y miraba a los ojos para decirle que era un error que nunca tendría su amor, cariño o si quiera una pisca de consideración conmigo. No entendía el significado de esas palabras, pero sabía que no era algo bonito lo que me decía, solo con mirar la furia en sus ojos, y la forma tan fuerte como me sujetaba era capaz de sacarme un mar de lágrimas. No podía hablarlo con nadie, a esa edad mencionas algo y desde ya piensan que es alguna tontería que se te ocurrió en el momento.
Años de maltrato familiar y a la primera oportunidad que se me dio para alejarme de ellos no pude rechazarla.
Con quince años comencé a trabajar en una florería donde trabajaba después de salir de la escuela, seguí creciendo y tuve que buscar un trabajo diferente para poder subsistir. Mi familia me quito la libertad, trabajaba para que mis hermanos no lo hicieran, los consentidos de mis padres no eran dignos de trabajar y yo siendo la única hija en la familia lo hacía para alimentar a los hombres que me arruinaron.
Años de burlas y abusos de su parte.
Curse la universidad con una beca. Trabajaba en las tardes en una cafetería cerca del lugar donde vivía y por las noches en un bar de mala muerte, regresaba a mi casa a las cuatro de la mañana y solo dormía dos horas ya que me tenía que levantar a las seis para dejar toda la casa en orden, casi no tenía tiempo para estudiar aprovechaba los descansos de la cafetería.
En mi graduación nadie de mi familia se apareció en el lugar. Sabía que no irían al lugar, pero era un momento que quería compartir con ellos. Me gradué con honores en la carrera de publicidad y relaciones públicas.
Después de graduarme en la universidad, mi profesora de carrera me llevo a una disquera en la comencé a trabajar como asistente de uno de los representantes musicales de la década.
Amo mi trabajo. Quiero seguir creciendo en esta industria y dar a conocer mi nombre junto al lado de una figura importante.
Sé que el hombre con el que trabajo me enseña todo lo que debo de saber en esta industria.
—Alina vamos adentro —escucho que me llaman.
—Voy enseguida —respondo a la chica.
Saco mi teléfono del bolso y la hora me indica que faltan unos minutos para comenzar la reunión con el dueño y presidente de esta empresa.
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No Te Detengas
Teen FictionUna chica de pueblo toma el tren de la media noche sin rumbo alguno, dejando su pasado atrás o eso es lo que cree ella, los problemas siempre te van a perseguir estés donde estés. Un chico de ciudad sube al tren de la media noche sin rumbo alguno, p...