El regreso (parte 2)
Darren
Los cinco nos levantamos de nuestros asientos para ir a ver de quien se trata, pero regresamos a estos al ver a la mujer que entra con Guido y Alina detrás de ella. Se apresura a correr donde su nieta y después con su nieta postiza.
—¡Mis niñas! —abraza a la rubia y castaña mientras las chicas besan las mejillas de la señora. —Las extrañe muchísimo.
—¡Abuela! —Irene pelea con Julia intentando apartar a la otra para que solo una de ellas pueda acaparar a la mujer.
—Hay amor para las dos —la mujer se encuentra feliz a abrazando a las dos chicas.
Ver a Julia e Irene compartir el cariño de la señora Irene me hace añorar a mis hermanas. Estoy seguro de un por ciento que si ellas se encontraran conmigo en estos momentos también intentarían acaparar mi atención y yo como el hermano mayor que las quiere y ama mucho estaría complacido en demostrarles como las amo por igual.
—También es mi abuela—Guido se une al abrazo jalando a Alina para que se abracen los cinco.
—Pero tú la tuviste más tiempo —Irene ahora pelea con su primo mayor.
Si un fotógrafo se encontrara presente en este instante y los capturara con su cámara la fotografía sería una linda postal familiar para los cinco integrantes del abrazo.
—Es momento de ponernos manos a la obra —menciona la señora Irene al momento que se deshace el abrazo familiar.
—De que hablas abuela —pregunta Irene tomando su vaso con jugo de naranja.
—No creían que solo vine a visitarlos. Todos vamos a cocinar y preparar una deliciosa comida en celebración con su regreso. —la anciana mujer señala el par de bolsas de tela que Guido y Alina han dejado en la mesa.
—Sera la más deliciosa si tus manos se encuentran involucradas, abuela —Irene toma la mano de su abuela y las besa. —Nada como la cocina de esta bella dama.
Terminamos el desayuno en tiempo record. La señora Irene, Alina y Guido también se unen a nosotros comiendo de la fruta picada.
***
—¡Que delicioso aroma! —huelo el aroma que desprende la sartén con la salsa que revuelve Alina en la sartén.
La señora Irene y su nieta del mismo nombre lideran la cocina donde cada uno de los siete presentes seguimos cada una de sus órdenes. Guido y Julia desde hace como dos horas no se han levantado de las sillas en la que se encuentran sentados, ya que las dos mujeres líderes los tienen cortando verdura como si fueran a alimentar un batallón.
Eric y yo por nuestro lado somos los encargados de preparar el agua de sabor. Samuel también era parte del grupo, pero hace como media hora que nos abandonó ya que fue a buscar a Zuria.
Las chicas la invitaron. Al parecer la extrañaban mucho y Samuel fue el elegido para que la trajera.
Después del desayuno abandonamos la mesa y entramos a la cocina para comenzar a darle con la comida. Julia y Alina decidieron comenzar con un postre de fresas con chocolate e Irene hizo un pie de arándanos.
—¿Usted invento la receta de la salsa? —Alina le pregunta a la señora Irene mientras toma asiento en uno de los taburetes para ayudarle a Guido y Julia con las verduras.
—Para nada. Mi hijo me la enseño cuando regreso de uno de sus viajes junto a una de sus bandas —responde la mujer quien saca los mariscos de la nevera.
ESTÁS LEYENDO
No Te Detengas
Teen FictionUna chica de pueblo toma el tren de la media noche sin rumbo alguno, dejando su pasado atrás o eso es lo que cree ella, los problemas siempre te van a perseguir estés donde estés. Un chico de ciudad sube al tren de la media noche sin rumbo alguno, p...