Capitulo 6

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Luigi dejo la botella de licor que tenía en la mano y le dio un beso. Después, me observó. La mujer no se separó ni un centímetro de él y le miró fijamente a los ojos, con una cálida sonrisa.

- Ya empezábamos a pensar todos que nos ibas a dejar plantados - le dijo. - Aunque yo sabía que tenias que venir, porque el teléfono no ha dejado de sonar en toda la tarde. Llamaban de tu oficina, preguntando por ti. Los criados tienen un montón de recados para ti. Dime, ¿quién es tu amiga? añadió, soltándole y mirándome con curiosidad.

- Michelle, te presento a Selena Houston - me dijo Luigi

- Llámame Sele. Mis amigos me llaman así - y a continuación se volvió a Luigi, como si yo no estuviera. - Yo pensaba que ibas a venir con Anne - dijo.

Luigi hizo una mueca.

- ¿Ah, sí? Y yo creía que tú a estas alturas estarías en Roma con Alex.

- Hemos estado, pero he venido para verte.

Cuando su amiga se marchó, Luigi empezó a darme explicaciones.

- Sele es...

- No te molestes, sé quién es. La heredera de la mayor fortuna americana del petróleo, casada con un armador griego. Estoy harta de verla en las revistas y en los periódicos.

Luigi me dio mi bebida, cogió la suya y luego señaló a una pareja que en aquel momento pasaba junto a nosotros, cogidos del brazo.

- ¿Conoces a aquellos?

No respondí.  

- No me suenan de nada.

Luigi me sonrió.

- Pues en eso caso, te los presentaré. Son los anfitriones de la fiesta, y además muy buenos amigos míos.

Contemplé con curiosidad a la pareja: una bella mujer morena de treinta y tantos años y un hombre maduro, rayando en los sesenta, bastante grueso.

- ¡Luigi! - exclamó la mujer sonriendo encantada y abrazándole. - ¡Hacia meses que no sabíamos nada de ti! ¿Dónde te habías metido?

- Ten en cuenta que todavía queda gente que tiene que trabajar para ganarse la vida - respondió Luigi con una sonrisa. - Mira Mich, te presento a nuestros anfitriones, Brenda y George Middleton.

- Hola, Michelle, me alegro mucho de conocerte. Pero vamos a ver - añadió la chica, - ¿qué hacéis aquí vosotros dos solos, lejos de todo el mundo? Nadie se habrá dado cuenta de que habéis llegado.

- Precisamente por eso hemos venido aquí detrás - dijo Luigi bruscamente.

Brenda se echo a reír, sonrojándose ligeramente.

- Ya sé que te prometí que esto iba a ser una reunión íntima, pero es que no se me pasó por la imaginación que fuera a venir tanta gente. Tenemos un lío tremendo en la casa. A propósito, la gente se está vistiendo ya para la cena. ¿Vosotros vais a ir a la Cueva [casa de Luigi] o preferís vestiros aquí?

Sentí deseos de que me tragase la tierra. ¿Cómo iba a cambiarme si no había llevado ningún vestido de fiesta? Disimuladamente, pellizqué el brazo de Luigi, pero él, haciendo caso omiso, dijo:

- Será mejor que Mich se vista aquí. Mientras tanto yo iré a la Cueva para contestar a las llamadas que me hayan hecho y volveré vestido.

Brenda me sonrió.

- La casa está rebosante de gente; si te parece bien tú y yo podemos meternos en mi habitación y George ya buscará otro lugar para cambiarse. ¿Vamos?

Mentiras, Traición y Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora