Villain |Villain!Bakugou Katsuki|

O6

(Ese es el personaje de Hana Akabane)

Se quejó con bastante dolor tirada en el suelo mientras miraba los cuerpo de aquellas chicas que se habían metido con ella.

No estaban muertas, o eso quería pensar.

Sólo se había protegido.

Claro. Ella era la víctima, sólo se había defendido de sus agresoras, pero se había manchado con la sangre de aquellas jóvenes.

Se levantó mientras se sujetaba de la pared, estaba sola en lo profundo de un callejón y el simple hecho de recordar lo que pasó le dejaba los pelos de punta.

Se había escapado de la escuela para comprarle un regalo a Katsuki, ya que la tienda donde vendían chocolates abría al rededor de las 10 de la mañana y quería ser la primera en llegar.

Después de comprar iba a volver a su escuela, pero nada más salir unas chicas la arrastraron hasta un callejón, las reconoció al ver el uniforme, eran de su mismo curso.

—'Vaya ¿Qué tenemos aquí?' —comentó la 'lider' del grupo acorralando a Hana contra la pared.

—'Meinu...' —susurró la de ojos color cobre ganándose después una fuerte bofetada.

—'No digas mi nombre con tu sucia boca, zorra.' —dijo la azabache, separándose y dejando tirada en el piso a la castaña. —'¿Qué hace la peste de Misami fuera de clases? ¿No que muy correcta?' —se burló mirando con asco a Hana.

La de ojos color cobre ocultó el regalo de Bakugou de forma disimulada mientras mantenía la cabeza baja.

—'¡Responde!'

—'Simplemente... salí a comprar algo de comer...' —susurró apagado, rezando internamente porque no notaran el regalo de Bakugou. Mala suerte.

—'Ya, claro... ¿En una tienda de chocolates para regalar a tu pareja?' —se volvió a burlar haciendo que sus compañeras que sólo se dedicaban a mirar soltaran una escandalosa risa. —'¿A quién intentas engañar, zorrita?'

—'...Estoy diciendo la verdad' —respondió alzando la mirada mientras miraba a la agresora con una sonrisa, esa sonrisa que todos odiaban.

—'¡Ugh, que puto asco me das!' —activó su quirk, pateando el estómago de la menor y dejándola tumbada en el piso, soltando sangre a montón.

Intentó que no se viera lo que escondida pero fue muy tarde.

—'Pero mira que tenemos aquí~' —canturreó tomando la bolsita delicadamente decorada y cerrada.  —'¿Un regalo para tu novio~?

La piel de Hana se congeló, 'mierda' fue lo único que pudo pensar con dificultad y dolor.

—'D-Dame eso...' —demandó débil mientras se sentaba en el piso y trataba de detener el sangrado, lográndolo de forma disimulada.

—'¿Por qué tendría que hacerte caso a ti?' —dijo burlona jugando con la bolsita de chocolate. —'¿Sabes? Ese chico que vino a protegerte la última vez era muy~ caliente y hermoso, es increíble como me hizo querer desearlo con sólo haberlo visto una vez, oh joder~ —gimoteó sonrojada imaginando cosas obscenas en su mente, asqueando a Hana, quien estaba tirada en el piso. —'¿Es tu novio? Bueno, creo que dejará de serlo cuando sepa lo que es estar con una mujer de verdad~ —comentó con picardía y burla.

Hana se sentía tan molesta que no se reconocía. Ella nunca había estado molesta a tal punto en el que imaginó como una lluvia de clavos se enterraban y profanaban la piel de su enemigo.

—'C-Cállate... él no estaría con una cualquiera como tú...' —se levantó con cuidado curando sus heridas lentamente.

Se ganó una mirada furiosa de la azabache.

—'¿¡Cómo dijiste, prostituta!?' —gruñó enfadada activando otra vez su quirk, dispuesta a atacar con una mordida letal en la yugular de la menor. —'¡Chicas, ataquen!'

Antes de que tan siquiera tocaran un pelo de la menor, su pelo castaño cambió a una color rojo escarlata brillante como la misma sangre y sus ojos igualmente cambiaron a unos rojizos brillante.

De sus heridas aún abiertas salió una gran cantidad de sangre que se transformó en varias balas de sangre demasiado sólidas como balas reales que fueron disparadas directamente hacía Meinu.

La azabache al ver el quirk activo de la ahora pelirroja quedó pálida, aquella chica tan callada y tan odiada había sido tachada como 'quirklees' desde que entró a la escuela ya que nunca había mostrado su poder en público, eran unas de las razones por la que era tan molestaba.

Los proyectiles se dirigieron directamente a Meinu y su grupo de amigas, pero antes de que impactaran Hana entró en razón, hiriendo partes no vitales de sus agresoras quienes terminaron en el suelo tiradas y desmayadas por el dolor y perdida de sangre.

Hana cayó de rodillas espantada, no solía perder el control con respecto a su poder, pero desde que aquella chica había tomado el regalo que tenía preparado para Katsuki y había hablado tan asqueroso de él no pudo evitarlo, la rabia y la ira se apoderó de ella.

Como suelen decir; la ira es la locura de corta duración.

La herida en su pierna se cerró mientras iba caminando fuera del callejón y cuando estuvo completamente sana comenzó a correr lejos de la escena con sus cosas, absorbiendo la sangre esparcida en el piso que se pegaban como hilos a su piel.

Aunque ella no lo notó, había alguien más dentro de aquel callejón que presenció la escena pero no se involucró al ver como su mocosa se defendía sola.

Sin duda aquella chica era una verdadera y exquisita enigma.