17.- Sueños

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POV Bora:

Estaba durmiendo en el departamento de la empresa, que Can me había prestado, cuando comenzaron a tocar la puerta con tanta insistencia.

Bajé las escaleras de la habitación con los ojos casi cerrados, eran las 3 de la mañana. ¿A quién carajo se le ocurre interrumpir el sueño de una persona especial como yo?

Caminé hasta la puerta, ni siquiera tuve tiempo de cambiarme la pijama por la insistencia con que tocaban la puerta. Abrí y a la persona que menos pensé ver enfrente de mi puerta, era a Ada.

—¿Ada? ¿Qué haces aquí?— no terminé de hablar cuando tomó mi cara con sus manos y me besó.

La tomé de la cintura y cerré la puerta con mi otra mano. Me besaba con tanta necesidad y yo hacía lo mismo. Nuestro beso se volvió salvaje y cada vez subía de nivel.

Caminamos a ciegas hasta caer en el sofá, Ada se separó un poco de mi y me miró con una sonrisa, mientras mordía su labio inferior.

Ella se quitó su chaqueta con mi ayuda, unimos nuestros labios nuevamente mientras desabrochaba cada botón de su blusa.

La cargué en mis brazos y la subí a mi habitación, la llevé hasta mi cama y nos caímos en ella; me separé de Ada y quite mi camiseta con su ayuda.

Volví a besarla con una sonrisa en mi cara y ella sonreía de la misma manera. Me quité el pantalón de la pijama y ayudé a Ada con el suyo. Me separé un poco de ella y comencé a besar su cuello.

— Hazme tuya, Bora...— dijo en un susurro

Sonreí y seguí besándola de pies a cabeza, hasta que...

Caí de la cama hacía el piso y me pegué en la cabeza. Tal vez, el beso que nos dimos Ada y yo me dejo traumado, pero aquí a quien no. La alarma comenzó a sonar, llenando la habitación de ruido y con el golpe que me había llevado, me parecía molesto.

Recordé a Ada y me levanté del suelo mirando hacía la cama, esperando que no fuera un sueño y Ada estuviera ahí; pero eso fue lo que fue: un sueño.

La alarma sonó a las 6 de la mañana, la única esperanza que tenía es que estaríamos en el mismo autobús, de ida al campamento. La noche anterior, le pedí a Zeynep que me hiciera el favor para compartir asiento con Ada, y Zeyzey aceptó.

Después del beso de ayer, estaba seguro que, tanto Ada como yo aún sentíamos algo.
¿Por qué? Porque al besarla sentí lo mismo, sino es que mas de lo que sentí la primera vez que la besé.

Las mariposas en el estómago, escalofríos en todo el cuerpo y una sensación inmensa de felicidad. Estaba totalmente loco por Ada y cada día más estaba convencido de luchar por ella.

Me metí al baño a ducharme, después de quince minutos, salí con una toalla en la cintura y con la otra, secaba mi pelo. Me puse una camiseta sencilla y un pans.

Zeynep me dejó muy claro que íbamos a un campamento, no a una junta ejecutiva, así que no quería verme con ropa formal. Ni a mi madre le obedecía tanto, pero de verdad, Zeynep da miedo cuando habla enserio.

Además que hacía demasiado frío en Bursa y el invierno estaba llegando, solo por eso no contradije a Zeynep. Tomé algunos suéteres y ropa para meterla a mi equipaje.

Me puse mi abrigo, comí un poco de fruta antes de salir de casa, tomé mi maleta y salí del departamento.

POV Ada:

—¡Ada! ¡Ada! ¡ADA! — los gritos de Zeynep se escuchaban cada vez más cerca, en mis sueños.

— Cinco minutos más...— dije adormilada, sin abrir los ojos.

En Otra Vida | Baht OyunuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora