Capitulo nueve

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-¡Abran camino!-

-Rapido dejen pasar-

Escuchaba los gritos a mi alrededor, abria los ojos de poco en poco pero una luz me segaba haciendome volver a cerrarlos, me sentia adolorido y con difucultad de moverme. Movi mi mano con dificultad hasta mi cabeza para que no me diera la luz pero nulo fue eso ya que no me lo permitian

¿dónde estoy? ¿que paso con Mitchell? No recuerdo nada después de el incendio , ¿estare muerto? No, no creo. Si lo estuviera no escucharia gritos perturbadores a mi alrededor, conclusión: estoy en un hospital, ¿me abre quemado como Mitchell? Espero que no.

–Sr. Rogers, puede escucharme?–Dice una voz, asiento –Bien, Señorita Lambert, anestesia.

¿quien es la señorita Lambert?. Siento una presión en mi brazo izquierdo, un pinchazo mas bien, ¡joder! Como duele esto...no resistire mucho mas...veo todo negro.

[....]

–¿Rogers?, ¿Rogers?, amigo estas bien? –Escucho como me mueven.

–Mi cabeza...–Murmuro abriendo los ojos pero el cuarto estaba con una luz blanca que me lastimaba.–Apagala...–

–Voy–Dice Jeff yendo hasta ella apagando la– ¿cómo te sientes?

–La cabeza me mata...

–Se oye–Se sienta a un lado de la cama.

–Llebas una semana en coma.

–No puede ser...–Murmuro sentandome con dificultad. –Debo irme.

–Deja le pregunto al Doctor, aquí quedate –Camina hacia la puerta.

–No iré a ningún lado.

–Eres Rogers, como si no te conociera –Rie y se va.

Tiene razón, me conoce al pie de la letra. Me siento en la cama, con cuidado a no lastimar me nuevamente, vaya semana que e tenido –Ademas de la que estuve inconciente –, La señorita Palmers se a vuelto muy...Taimada en este tiempo pero la entiendo, sus razones son razonables como para odiarme a tal grado de serme indiferente.

Siento recelo ante sus repentinos cambios de personalidad, vaya mujer. ¿Cómo es que esa mujer logro entrar hasta lo mas profundo de mi? No lo sé pero algo si me queda muy en claro, debo tenerla de una vez por todas, no me puedo quedar aquí en cama en lo que llega jeff. No.

Con dolor, empiezo a quitarme todo lo que tenia conectado a mi cuerpo, agujas. Con razón me duele tanto. Estuve apuntó de quitarme todo por completo cuando abren la puerta cachandome en mi acto de huida.

–¿Adonde, Rogers? –Exclama Jeff volviendo me a acostar.

–Debo irme, ya.

–Espere señor, Rogers. No puede irse así como así, lo dejaremos ir si usted reposa en casa.

–Yo lo vigilare, tengalo en cuenta –Dice jeff dandome una sonrisa. Mierda, ¿Jeff, cuidando me? La última vez que lo hizo slenderman me dejó sin matar un mes y termine siendo el chacho de la casa. Malos recuerdos.

–Bien, deje que le quitemos...–Se queda boquiabierto por ver todas las agujas tiradas en el suelo, sube la mirada a mi y se cruza de brazos – Señor Rogers...

Bien hasta aquí llegue...

–¿Estaa bien?–Pregunta Jeff moviendo me, asiento –Nunca te habias quedado dormido en el auto ademas ni te movias.

–Siempre hay una primera vez para todo, sabes.

–Seh, Seh.–gruñe y pone los ojos en blanco.

Baja del auto para abrirme la puerta para que al igual baje pero claro como no me puedo mover tendré que dejar que me cargue, adios orgullo.

Entramos a casa, todo estaba como recuerdo, saben ser cargado por un chico no es tan malo, es mejor cuando slenderman lo hace. El hedor a pedofilia emana de él. Jeff me llevó hasta mi recámara para que descansara pero como se que él ni me dejará descansar...espero un interrogativo.

–Ahora me diras TODO lo que estuviste haciendo después de ver a Johana en la cafeteria, ¡Donde coño estabas!–Me tira con bruscamente a la cama.

–¡aah!–Grito de dolor. Si de dolor, esto no es muy lindo, saben. –No tienes que ser tan brusco...conocí una chica.

–Lo lamento es... –pone su mano en su nuca y abre los ojos como platos – ¡Conociste una chica!

–No es la gran cosa...tiene una hija pero dudo que tenga marido.

–¿cómo era?

–Tiene el pelo castaño...hermosos ojos y ...una gran personalidad–Sonrio en tan solo pensarla. Clara.–Se llama clara.

–Que hermoso nombre –Se sienta a un lado de la cama.–¿Tienes su numero?

–Si

–¡Llamala!

–No Creo...

–¡Hazlo!

–okay, okay. Pasame el celular.

Jeff da un enorme suspiro bajandose de la cama para ir hasta mi americana y sacar mi móvil, tirándole hasta la cama, para ser un asesino...tiene muy mala puntería. Tome el móvil de mala gana y empece a marcar el numero, puse llamar y ahora esperar que conteste...

–¿Diga?

–¿Clara?

–Si, ¿Quien es?

–Rogers, me recuerdas? –Nadie contestaba, escuchaba su respiración pero su voz no. Se sorprendió –¿Sigues allí?

–Si, si, claro–Responde nerviosa, escuchó como se le cae el celular de las manos mientras grita "Mierda", no pude evitar reír – No pensé que llamaras.

–Pues creelo, lo hice, oye ¿Estas ocupada?

–No, ¿Porque?

–Me preguntaba si quisieras venir a mi casa un rato con la pequeña Rosibel...¡No estoy solo!–Aclare, por un momento me sentí un violador del bosque.

–Eh claro, a que hora?

–Ahora mismo, tienes mi direccion?

–Si aquí la tengo, nos vemos –Cuelga.

Apago el celular dejando lo en mi mesa de noche sin dejar de escuchar los gritos de jeff en el ambiente diciendo: " Que te dijo, viene si o no, ¡contesta coño!".

–Vendra.

–Espero que no haya pensado que eras un violador del bosque. Sabes, hay muchos reporteros haya fuera en espera en saber que paso contigo y será mejor que vaya a investigar donde viven ...–dice con una gran sonrisa mal formada tornandose en su rostro.

–Que malo tu iras a matar y yo me quedare aquí –me cruzo de brazos.

–Quien te manda a hacerte el héroe de esa puta, debiste dejarla morir.

–Ahora que me acuerdo...¿cómo esta ella?

–Sufrio quemaduras grabes, ya esta estable. Lo peor es que tuvieron que reconstruir la casi por completo, ya no será la misma de antes...–Hace una mueca de asco –Yo ya la fui a ver y no esta muy bonita...quedo mas fea que Jane después de a verla quemado. Pero así es la vida.

–Lo dices tan a la ligera, Jeffrey.

–Lo sé –Va hasta la puerta–Disfruta tú visita! Rogers.

–Woods–Sonrio.

Mi visita...

Hear You Me -Ticci Toby-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora