Al día siguiente, Seonghwa asistió a la academia con normalidad. Debido a que ahora tenía un mejor manejo de algunos conceptos y el idioma, las clases se le hacían mucho más fáciles de comprender. Aunque aún así prefería mil veces pasar tiempo con Hongjoong.
Lo esperó emocionado cuando acabaron las clases para ir juntos a pedir el permiso del director para salir. Seonghwa lo esperó afuera de la oficina, tal como Hongjoong se lo pidió. Lo hizo pacientemente mientras repetía en su cabeza una y otra vez el hechizo que el brujo le había enseñado ese día. Cuando lo vio salir con una mueca algo molesta en el rostro, se concentró en él.
–¿Qué pasó?¿No te dieron permiso? –Hongjoong negó con el ceño fruncido.
–Supongo que tendremos que usar nuestra segunda opción –dijo el más bajo encogiéndose de hombros. Seonghwa asintió y ambos se dispusieron a hacer lo acordado.
Seonghwa salió por la puerta principal con total normalidad. Caminó un poco, pero se quedó por los alrededores esperando. No mucho tiempo después, vio cómo Hongjoong caminaba en su dirección con una mochila no muy grande colgada al hombro; había ocupado la salida clandestina que ambos conocían.
–¿Qué te dijo el director?¿Por qué no te dejó? –preguntó Seonghwa cuando comenzaron a caminar en dirección a su hogar. Hongjoong hizo una pequeña mueca con los labios antes de responder.
–La verdad es que... el director es algo así como mi hermano. Mi hermanastro mejor dicho.
Seonghwa no dijo nada porque, al juzgar por su expresión, parecía ser un tema delicado para el otro. Así que decidió cambiar de tema.
–¿Qué me enseñarás ahora? –hasta el momento habían estado aprendiendo lo básico, pero Seonghwa ansiaba hacer algo mucho más real; más mágico.
–Tranquilo. Tienes que aprender a dominar tu energía primero –Hongjoong le sonrió con sorna –Aunque creo que ya estás casi listo.
Seonghwa sonrió emocionado ante aquellas palabras. Continuaron su camino entre medio de pequeñas conversaciones y risas hasta que divisaron a lo lejos la casa del pelinegro.
–Es linda –Hongjoong comentó a medida que se acercaban. Por alguna razón, Seonghwa sintió como si el jardín se viera más bonito que en la mañana (seguramente obra de su madre) –No recuerdo la última vez que estuve en una casa mortal; bueno, medio mortal.
–No creo que sea muy diferente a una del aquelarre —-Seonghwa se encogió de hombros.
–Bueno... eso ya lo veremos —-respondió el más bajo.
Habían llegado a la entrada. Seonghwa abrió la puerta y la mantuvo abierta para que Hongjoong pasara. Así lo hizo el más bajo, y se sorprendió al ver el interior. Era una casa un tanto vintage pero sumamente acogedora. Donde miraras había fotos familiares; un adorable Seonghwa pequeño mostrando orgulloso el hueco entre sus dientes o un Seonghwa un poco más grande con un uniforme de fútbol lleno de barro.
Hongjoong no pudo evitar la suave sonrisa que se instaló en su rostro. Y esta se mantuvo hasta que vio a una pareja entrar desde una habitación.
–Hijo, veo que ya estás aquí –exclamó la mujer –Y tú debes ser Hongjoong –se acercó al nombrado mientras le extendía la mano –Soy Bo ah, la madre de Seonghwa.
–Muchas gracias por invitarme –Hongjoong aceptó el gesto con una sonrisa amigable. Analizó a la mujer; se notaba a leguas que no era alguien corriente. Llevaba un vestido púrpura oscuro hasta los tobillos, y el cabello con reflejos del mismo color acomodado en ondas suaves que caían por sus hombros.
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A witch? | Seongjoong
Fantasía🕯Halloween Special🕯 Seonghwa no tenía la menor idea de que su madre era una bruja. Tampoco de que su vida cambiaría de la noche a la mañana después de enterarse de aquello. Y sin duda no esperaba conocer a esos siete brujos que le darían dolores d...