05 | Murata-san

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Nos encontrabamos Daiki y yo jugando un juego de reflejos. Él tenia sus manos sobre las mías y yo tenía las mias con la palma hacia arriba. Tenía que sacarlas y golpear el dorso de las suyas antes de que él golpee las mías. A pesar de tener los mismos reflejos siempre terminaba ganando yo, lo que lo estaba comenzando a desesperar.

—No puedo adivinar cuando vas a mover tus manos, ¿cómo es que bloqueas mi sentido? —se quejó. Esta vez me tocaba a mi golpear sus manos.

—No voy a decirtelo. Harías lo mismo y sacarías ventaja —aún no muevo mis manos, debo crear mas tensión.

—Vamos, podría ayudarme con otras cosas.

—¿Que cosas? —cuestioné golpeando ágilmente sus manos a lo que él chistó.

—Ganarte, por ejemplo —soltó frustrado.

—Si te lo digo dejamos el juego aquí, no te voy a dejar ganarme.

—Entre más orgullo me haces perder, más se agranda el tuyo, niña, eres horrible. Pero dime, quiero saber.

—Dejo que mi cuerpo actúe a causa de la adrenalina. Si muevo las manos conscientemente te darás cuenta —inclinó su cabeza extrañado, parece que no entendió —me explico. Si yo hago esto —levanté mi brazo —deberías saber que iba a moverlo antes de que lo hiciera, ¿correcto? —asintió —pero si actúo por instinto a causa de la adrenalina, si me dejo llevar, actúo inconscientemente, es por eso que no logras intuir mi moviento sino cuando ya es muy tarde para reaccionar. Ahora eres tú el de los ojos vendados a causa de mi truco.

—Entonces es eso... Mocosa habilidosa. Eres tan detestable como admirable, me sorprendes.

—Es así como te gané en peleas cuerpo a cuerpo. Honestamente me sorprende que no lo hayas notado antes. Te estás poniendo viejo.

—Se me hacía bastante extraño pero no como para preguntar al respecto. Ahora quiero entrenar mis reflejos solo para ganarte, joder.

—Cualquier cosa que te motive a avanzar es válida, sea lo que sea. Sin embargo dudo mucho que puedas intuir mis movimientos inconscientes. Si entendí bien estos 'poderes' solo puedes intuir un movimiento consciente ya que se hace por voluntad, si es involuntario no deberías poder intuirlo, hagas lo que hagas.

—Si te digo la verdad, me sorprende que hayas analizado así tus habilidades. Yo nunca supe eso hasta hoy, pensé que podía predecir cualquier movimiento.

—Pensabas eso porque nunca tuviste que hacerle frente a algo o alguien que se moviera inconscientemente. Cuando te atacan lo hacen con la clara intención de matarte, tonto. Las únicas criaturas que actúan por instinto son los animales, no son conscientes de ellos mismos.

—Bueno, me alegra saber que después de tanto seguimos aprendiendo el uno del otro —sonrió satisfecho.

—¡Caw! —hizo acto de presencia mi cuervo —¡Tienes una misión! ¡Dirígete al sur! ¡Están desapareciendo parejas de enamorados y recién casados! ¡al sur! —comunicó.

—Espera, ¿pero no debería ir con alguien más? para simular que somos pareja e interceptar al demonio con más facilidad. Sino podría tardar semanas en encontrarlo. La gente no se casa todos los días ¿sabes?

—¡Se te ha asignado un compañero para esta misión! !Se encontrarán de camino al pueblo!

—Ah, entonces está bien —volteé para que Daiki me viera la cara —tú no vayas a estar celoso, eh —me burlé.

Daiki me cela como si fuera su hija. Todos los pretendientes que tuve estos años los espantó con su nichirin a todos y cada uno de ellos. De más está decir que no volvieron por aquí.

Riptide | Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora