Riptide | Kimetsu no Yaiba

06 | Tiempo libre

—¿Es aquí? —le pregunté a Murata al ver la posada que teníamos en frente.

Nos encontrabamos ya en el pueblo, habíamos comprado los kimonos y faltaban un par de horas para el anochecer.

—Si, aquí es —afirmó —vamos. Quiero descansar almenos una hora antes de salir, estoy cansado.

—Está bien, vamos.

Antes de entrar ocultamos nuestas katanas en nuestro uniforme como pudimos. Es mejor prevenir, podrían negarnos la estadía por las armas.

Pedimos una habitación y todo salió bien. Tive que esconder la katana de Murata por él ya que él no traía un haori.

La chica encargada nos elogió a ambos como pareja, dijo que nos veíamos muy lindos juntos, provocando que Murata se pusiera muy nervioso. Murata de hecho es similar a mi, a excepción del cabello y los ojos, pero hasta ahora no me ha visto los ojos. Mi cabello también es negro pero tiene mechones planitados al frente. Es muy raro siendo que es natural. El cabello de Daiki, mi padre y mi hermanso eran iguales. Sabiendo eso ahora, explica mucho.

Entramos a la habitación y Murata al ver un solo futón chistó fastidiado.

—¿Qué? —pregunté algo disgustada y confundida por su gesto.

—No quiero dormir contigo, eres muy pequeña. No está bien —entró a la habitación —veré si hay otro futón por aquí —dijo hurgando en los cajones de uno de los muebles de la habitación.

Por mi parte no dije nada. Realmente tenía razón, pero lo que no sabe es que a mi verdaderamente me daba exactamente igual, no me molestaba tener que compartir futón.

Entré a la habitación y me quité el haori oara dejar las katanas a un lado de uno de los muebles mientras pensaba en que podía hacer en este par de horas antes de comenzar con la misión.

—Encontré otro futón y mantas —dijo sacando los mismo de un cajón —ayúdame a ponerlos.

No dije nada y simplemente me limité a ayudarlo a colocar el futón.

—Estás callada. ¿Por qué estás callada? —cuestionó —De camino no parabas de hablar.

—Me aburre tener tiempo libre. No puedo pasar 4 horas sin hacer absolutamente nada —ciertamente, no me aburre. Me da miedo.

—¿Por qué no duermes? el futón ya esta listo. Descansa un poco.

—No puedo dormir así como así. Mucho menos a esta hora, me quedaría viendo al techo.

—¿Insomnio? —asentí —bueno, una pena. Me gustaría ayudarte pero realmente quiero dormir. Saldremos justo cuando anochezca si eso te ayuda, no puedo hacer mucho más por ti —dijo acomodandose en su futón, listo para dormir.

Imité su acción. Como era de esperarse, llevaba almenos media hora viendo el techo.

—Murata —lo llamé, sin respuesta —¿estás despierto? —el chico gruñó en respuesta y se dió la vuelta en el futón dandome la espalda —Eeeeyy.

—¿Qué quieres? —susurró fastidiado.

—¿Que aliento usas?

—El de agua. Duérmete.

—Genial —ignoré su último comentario —tu técnica de aliento complementa la mía. Yo no tengo fuerza en el tren superior.

—Mhju.

Pasé varios minutos más inmóvil viendo al techo.

—Oye, Murata —no recibí respuesta —oyeee -lo empujé un poco con mi mano.