Riptide | Kimetsu no Yaiba

09 | Límites difusos

—¡¡No mueran!! ¡Aguanten hasta que regrese a ayudarlos! ¡¡Porfavor, no mueran!! —Exclamó Tanjiro, aún suspendido en el aire, alejándose.

Mierda, esto está muy mal, muy muy mal ¡Joder!

—¡Inosuke! ¡No intentes atacarlo! ¡Estás herido y no podrás cortarlo! —advertí al chico, sin embargo...

—¡¡Yo no estoy herido!! ¡Estoy en perfectas condiciones! ¡este horrendo mounstro va a conocer el poder del gran Inosuke, rey de la montaña! —proclamó, aproximandose sin más a atacar al demonio.

—¡No! ¡Tenemos que encontrar la forma de detenerlo hasta que llegue Tanjiro o alguien más! ¡no podemos cortarlo! —le comuniqué, sin embargo me ignoró. ¡Maldito cerdo terco!

—¡¡No se acerquen a mi familia!! —exclamó el demonio, cubriendose del ataque de Inosuke con su brazo, propinandole un fuerte golpe al chico, lanzandolo fuera del río esta vez.

—¡Inosuke! —se había desmayado.

Mierda, no puedo dejar que el demonio lo ataque, pero no puedo cortarlo sola... ¡Ya se!

—Aliento de luz, primera postura ¡Divergencia! —dirigí toda mi fuera a mis piernas, dando vueltas al rededor del demonio para desorientarlo, asertandole golpes cada vez que pasaba a su lado, logrando así confundirlo y marearlo. Es rápido pero yo lo soy más —¡segunda postura! ¡convergencia! —centré todo de mi, toda mi atención y fuerza esta vez en mis brazos, bloqueé el resto de mis sentidos y logré cortarle una pierna, haciendo que cayera al suelo. Tardará unos segundos en regenerar esa pierna.

Me apresuré en dirección a Inosuke para comprobar que estuviera bien. ¡Ya se había levantado! ¡¿De que carajo está hecho este tipo?!

—¡¿P-por qué no le cortaste el cuello?! —reclamó. Estaba mareado, se tambaleaba, le costaba mantenerse de pie, sin embargo eso no detuvo al muy animal de apuntarme con su katana.

—¡Si lo intentaba iba a romper mi katana! ¡conozco mis límites! ¡conoce tú los tuyos! —lo tomé del brazo —¡Hay que escondernos mientras tengamos tiempo¡ ¡corre, corre, corre! —lo jalé, empezando a correr, sin embargo luego de un par de segundos me detuvo.

—¡Espera! ¡¿Qué está haciendo?! —se dió la vuelta para observarlo.

El demonio ya había regenerado su pierna, sin embargo, no se movía de su lugar.

—¡¡Es mi oportunidad!! —exclamó Inosuke, dirigiendose a atacar al demonio de nuevo. ¡¿Es que acaso no piensa?!

—¡¡Espera!! —traté de ir tras él, sin embargo al dar un paso adelante me desplomé en el suelo, escupiendo sangre. ¡Mierda! ¡No tuve que haberme forzado así tan pronto!

Inosuke se detuvo de repente. ¡El demonio cambió de piel!

—¡Preparate, pedazo de mierda, porque te voy a-...! —el demonio no dejó terminar a Inosuke ya que le había acertado tremendo golpe, haciendolo golpear con fuerza el suelo y rebotando, golpeando un arbol.

—¡Levantate, levantate! ¡Arriba, maldita sea! —intenté levantarme del suelo, sin embargo volví a toser sangre, mis oidos zumban y mis sentidos no funcionan correctamente, no puedo saber que está pasando.

Akiko intentó ponerse de pie de nuevo, sin enbargo esta vez cayó desmayada.

El demonio estaba a punto de acabar con inosuke cuando este saltó sobre él y en un intento de cortar su nuca rompió sus espadas. El chico se llevó otro golpe por parte del demonio, el cual acto seguido lo sujetó de la cabeza, levantandolo y apretandole la misma.