03 | ¡Entrenamiento!

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—Bien, empezaré por probar tu intuición. Te intentaré golpear y tu trendrás que detener o evitar los golpes, ¿de acuerdo? —asentí —bien, ¡vamos!

Sentí como elevaba su pierna para patearme y derribarme. Me encontraba en el suelo boca arriba antes de siquiera haber podido reaccionar.

Decidí continuar con la tarea de mi linaje y convertirme en cazadora de demonios. Sacar provecho de mis habilidades natas... Ser útil.

—Bueno, esto está bastante mal. Imagino porque es debido a que estás empezando tu entrenmaiento algo tarde. El resto de nosotros empezamos a formar nuestras habilidades desde que tuvimos consciencia de nuestros sentidos —me ayudó a levantarme —hagamos algo más acorde a tu nivel.

. . .

—¡Oye! ¡Mejoras rápido! —dijo mientras regresaba la bola.

Llevabamos almenos dos horas jugando a atajar, al incio fallé varias veces en atajarla pero ahora no he dejado caer la bola ninguna vez.

—Naturalmente los Ichinigawa tenemos una intuición fuera de lo común —dijo atajando la bola que le lancé —pero tú al tener los ojos vendados, al privar uno de tus sentidos primarios el resto de ellos de agudiza —regresó la bola —en especial tu intuición. Es por eso que puedes atajar la bola sin poder verla. Intuyes que algo se dirige hacia ti y tus reflejos te hacen atajarla a tiempo ¡Es increíble! —lancé la bola y volvió a atajar —en mi caso que no tengo los ojos vendados como tú, mi intuicion me permite anticipar el siguiente movimiento enemigo antes de que lo lleve a cabo ya que no tengo el obstaculo de no poder ver. En tu caso, tu privación de la vista es un obstaculo, solo puedes intuir el ataque cuando está a punto de alcanzarte ¡Pero con el tiempo podrás anticipar los ataques y sacar ventaja!

15 días después . . .

—Respiración. La clave para ser un cazador de demonios eficiente es la respiración. Te otorga ventaja en batalla ya que agudiza tus sentidos naturales como heredero de ese aliento —nos encontrabamos sentados a la orilla del río —empieza por respirar hondo, lo más hondo que puedas. Siente el aire llenar tus pulmones y recorrer tus venas hasta cada rincón de tu cuerpo.

Hice lo que ordenó y respiré hondo. Comencé a sentir mi cuerpo más ligero y un poco más de energía.

—Muy bien, ahora... —me tomó de la nuca y sumergió mi cabeza bajo el agua.

Pataleé, lo golpeé y arañé para que me soltara ¡Está loco!

—¡Tus pulmones son muy débiles! —me sacó del agua y tosí para recuperar el aliento —no aguantaste ni 30 segundos y mirate, te estás muriendo, no inventes —lo mato —respira hondo y aguanta lo más que puedas. ¡Vamos otra vez!

—¡No, no, no, no! ¡Espe-! —volvió a sumergirme en el agua.

—Córtate las uñas, tus arañazos duelen más que tus golpes, niña.

—¡Resistencia! Un buen cazador debe tener una resistencia enorme, en especial los usuarios del aliento de luz, ya que su habilidad es la agilidad en vez de la fuerza —esta vez nos encontrabamos corriendo por el campo —¡No debes dejar que el enemigo te toque un solo pelo o no podrás llibrarte! ¡no tienes la fuerza como para hacerlo!

—¿No puedo entrenar mi tren superior y así tener una fuerza adecuada? —cuestioné intentando seguirle el paso. Me parece absurda la diferencia de poder de mi tren inferior y superior.

Riptide | Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora