12

1.3K 185 9
                                    

Lan WangJi se sentía devastado, enfadado, dolorido, agustiado, agresivo, desesperado...

Con dolor de corazón.

Un sin fin de emociones, todas provocadas por el mismo motivo.

Desaparecido.

Wei Wuxian había desaparecido.

La ultima vez que lo vio, estaba inconsciente, tumbado en su cama de Muelle de loto. Habían sobrevivido a la tortuga de la matanza, pero Wei Wuxian estaba demasiado débil y acabó por desmayarse. La necesidad de saber que le había pasado a su propia secta y la responsabilidad que conllevaba ser el único heredero de secta Lan que no habia muerto o desaparecido, le obligaron a marcharse. 

No había esperado a que despertara antes de dejar la secta Jiang, por lo que su ultimo recuerdo no era especialmente agradable. Cerraba los ojos y podía imaginar que en vez de descansando por agotamiento en su cama, estaba muerto. 

Desaparecido. Muerto. 

La línea que separa esas dos palabras es muy fina. 

***

A pesar de no caerle especialmente bien Jiang WanYin, allí estaban los dos. Dejando ambos de lado la aversión que sentían el uno por el otro, por algo mucho más importante. 

Los dos únicos dispuestos a gastar tiempo en mitad de una guerra para buscarlo.

A él.

A quien el mundo del cultivo no consideraba suficientemente importante como para molestarse en perder tiempo en encontrarlo. Un simple hijo de criados, dijeron todos.

Fueron meses los que convivieron uno al lado del otro. No eran amigos, no eran compañeros, ni siquiera se soportaban mucho entre ellos. Solo eran dos individuos con el mismo fin. 

Batalla tras batalla, pueblo tras pueblo. 

Wen tras Wen. 

Hasta encontrarlo.

Dolor - WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora