Koko se a obsesionado con el dinero desde que ese día, el incendio, Akane en una camilla del hospital , su rostro vendado. Koko necesitaba dinero para ayudarla, lo intento todo pero al final no pudo llegar a esa suma tan grande para la cirugía y ella simplemente se desvaneció frente a sus ojos, su primer beso, su primer amor.
Luego llegó Inui, a decir verdad siempre estuvo ahí, junto a su hermana, pero sus ojos solo la veían a ella, después de la muerte de Akane, ambos buscaron calor y consuelo en los brazos del contrario, fue tan egoísta en ese entonces, mientras Inui se enamoraba de el con cada día, semana y años que pasaban, no fue capaz de ver a Inui sino a ella, siempre fue ella.
El dinero es lo que terminó de arruinar su vida, su estabilidad emocional y su relación con Inui, pensó que con el dinero lo tendría todo y fue cierto, le produjo calma, le generó libertad, le causó positividad es su vida y le trajo vienes materiales.
Pero Inui no estaba feliz, a pesar de que cualquier cosa que el pidiera, el se lo daba, pero nada cambiaba, Inui no estaba feliz, eso lo atormentó, talvez el trabajo consumió parte de su tiempo en el departamento que ambos compraron, o talvez no se veían tan constantemente como antes, el solo quería generar más dinero para que las personas que lo rodearan estén felices, pero nada funcionaba, o talvez era el tipo de trabajo en el que estaba, las peleas clandestinas, vender y producir droga, Inui lo sabía y el no estaba de acuerdo.
Ambos tuvieron que terminar con la relación, Koko piensa que esto es mejor, de lo contrario continuaría persiguiendo la sombra de Akane en Inui.
Los números no mienten, solo te muestran hechos simples y fríos.
Incluso desde hace un año de su separación, Inui no abandona su mente, sabe que la cago y el nunca regresaría a sus brazos, de es manera aunque los números aumentarán, la cosa no cambia, se sentía solo a pesar de estar rodeado de gente, la soledad ese era la raíz del problema.
Sin embargó hay algo que lo molesta, algo que no le sienta bien, fue el hecho de que Inui tuviera un encuentro sexual con Draken, el sabe perfectamente bien que Inui puede hacer o de deshacer su vida como le plazca, pero le pica, le carcome los celos, quiere a Inui devuelta, quiere ser el que lo satisfaga, ser el que esté constantemente en la mente de Inui, ser su todo.
No es que tenga derecho a enfadarse, de hecho es exactamente lo que quería que pasara ¿verdad?, que Inui lo olvidará, que viviera su vida sin atormentarse de que un tipo como el, que lo despreciará por una persona que ni quisiera esta viva.
Pero los feos celos son como garras tratando de arañar su pecho. Ya lo había sentido en alguna parte de su adolescencia, fue cuando un compañero de escuela se le declaró a Akane y fue cuando el pequeño
kokonoi Hajime, le reventó un puñetazo en esa fea nariz torcida de ese tipo o talvez el fue que lo dejo torcido."¿Koko?...
La ligera voz somnolienta llegó a sus tímpanos.
Koko alza la vista por la Interrupción de sus pensamientos.
Sano Manjiro
Cierto, estaban encerrados en un armario.
"¿Que quieres hacer?", Dijo el rubio bajito, jugando con un mechón de su cabello.
Mikey es tranquilo como un gato, con sus ojos obscuros, dan un aire de tranquilidad y confianza, talvez lleno de pesadillas y horrores, por eso mismo es tan difícil de leer.
Su cabello está suelto de esa coleta característica, está ligeramente despeinado, hay cierta somnolencia en esos ojos, pero mira a koko con atención y clara curiosidad.
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7 minutos en el paraíso
FanfictionLos vatos de Tokyo revengers jugando 7 minutos en el paraíso