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El "vamos a darnos un tiempo"de un hombre significa "Déjame intentarlo con otra, sino funciona regreso"
(Frases mamalonas)

El "vamos a darnos un tiempo" es sinónimo de fracaso. Sin embargo el tiempo pone las cosas en su lugar, y antes o después, se conocen las razones de la separación.

Esa frase confusa con la que algunas personas buscan ponerle "una pausa" a su relación, de acuerdo con la explicación tradicional, ese distanciamiento sirve para reflexionar y para ver si realmente extrañan a su pareja. En el plano más  pesimista, inmadura y absurda, es simplemente una patética excusa para terminar.

Chifuyu lo extraña, necesita a Baji en su vida, espera que el realmente corresponda con sus sentimientos.

Incluso algunos miembros sospechaban de su atracción por el pelinegro, por lo menos Draken y Mikey no eran muy discretos a la hora de mostrar su afecto el uno por el otro. Por otro lado Baji y Kazutora eran cercanos, muy cercanos. Toques ligeros aquí y allá, nadie los noto, pero chifuyu si.

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Baji no le tomo mucho tiempo tomarle cariño al pequeño y en ese entonces rubio. No era una sorpresa, realmente no lo fue, cuando vio esa ternura reflejada en sus ojos color celestes, cuando estaban juntos.

El caso es que Chifuyu era una persona leal con un comportamiento tranquilo y lógico, aunque deja que sus emociones lo consuman y se meta  en situaciones de alta presión que incluso podrían costarle la vida.

Aunque actúa con inteligencia, en ocasiones es ingenuo, lo que algunas personas se aprovechan de esa debilidad.

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Baji se puso de pie, asintiendo con la cabeza en dirección a Chifuyu.

El más bajo se quedó paralizado, sus piernas se sentían como gelatina, tan temblorosas, tan temeroso de arruinarlo, su ansiedad solo creció cuando Baji se detuvo en medio de su camino al armario, dando un grito áspero por encima del hombro, "¡¡Vamos!!".

El pelinegro más bajo obedeció sin chistar, sin hacer el mínimo ruido, rezándole a algunas deidades, que le recordaba que todo estaría bien.

Ambos se dirigieron al interior del armario, chifuyu se cruzó de brazos, como si fuera un escudo, esperando el huracán, sus labios estaban rojos de tanto morderse, sus ojos nunca hicieron contacto con los de Baji, en cambio los del más alto lo devoran entero, dándole un estremecimiento en todo su cuerpo.

Mientras Baji tenía los puños apretados en los costados, con el ceño fruncido.

El silencio era ensordecedor, Chifuyu no lo soporto, así que aumentó la presión en sus brazos, repitiendo en su cabeza, "todo estará bien".

"Chifuyu", habló Baji, demaciado tranquilo y sereno.

Chifuyu se volvió a estremecer por la voz grave de Baji, levantó la mirada, pero cuando iba a responder, Baji empujó su hombro, su espalda impactando con fuerza en la puerta del armario.

"He escuchado algunos murmullos, por parte de esos idiotas de afuera".

El más bajo tomo un par de respiraciones profundas, tratando de encontrar una excusa convincente.

"Baji-san", dijo chifuyu, algunas lágrimas asomándose detrás de sus ojos.

Baji se acercó un par de pasos, su rostro cambio de enojado a uno preocupado, no podía mentir, el también lo extraña.

7 minutos en el paraíso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora