White Sheep

Capítulo 8 - Como pastorear ovejas

Fue como las secuelas de la explosión de una bomba. El silencio flotaba en el aire como una mortaja gruesa y les obstruía la garganta de modo que no podían hablar. Weiss negó con la cabeza en un vano intento de disipar las palabras de su compañera. "Eso es una locura", susurró, "Eso es una locura. ¡No puedes obligar a la gente a hacer lo que quieres!"

"Por supuesto que puedes", dijo Jaune, como si fuera lo más obvio del mundo. "De eso se trata ser un líder. ¿No preguntaste cómo hacer que la gente haga lo que tú quieres?"

"¡Eso no es lo que quise decir!" Weiss lo negó. Miró a Pyrrha y Ruby también, en algún intento desesperado por convencerlas de su sinceridad. Pyrrha parecía preocupada y nerviosa, pero fue Ruby quien le devolvió la mirada con los ojos muy abiertos. "Yo no haría eso", dijo Weiss de nuevo, "¡no usaría la fuerza para conseguir lo que quiero!"

"N-no dije que lo harías", balbuceó Ruby.

Ella balbuceó , lo que significaba que pensaba en ello, y el hecho fue suficiente para que Weiss enferma sensación. Se volvió hacia su compañero. "Un líder no gobierna a través del miedo. No es así como debe hacerlo cualquier líder, cualquier empleador. El liderazgo es una posición de responsabilidad; es su trabajo cuidar a los que están debajo de usted".

"Lo es", asintió con la cabeza, "si algo sale mal, los que están debajo de ti mueren. Mamá me lo contó todo. Por eso es importante que sigan tus instrucciones al pie de la letra. Por eso es importante que sepan que nunca podrán dudar o duda de tus palabras ".

"Pero no tienes que hacer que tengan miedo de lo que sucederá ..."

"¿No es así?" preguntó. "Entonces, ¿qué pasa si das una orden que salvaría la vida de Ruby y ella no la sigue? ¿Qué pasa si es una decisión basada en la información que tienes pero ella no lo hace, y si ignora la orden, muere?" Miró a Ruby, quien dio un paso atrás. "¿No es mejor que ella te tenga miedo que estar muerta?"

"Yo ..." Weiss no tenía respuesta.

¿Era eso lo que significaba liderar? Podía recordar las lecciones de su padre sobre los temas, que coincidían tan fácilmente con lo que decía su pareja. Jacques gobernaba por el miedo, aunque nunca golpeó a nadie más que a su propia hija. Mantuvo el sustento de la gente por encima de su cabeza, imponiendo objetivos y plazos estrictos y asegurándose de que cualquiera que no los cumpliera fuera despiadadamente purgado de la empresa. "No puede haber piedad, Weiss" , decía, "Dale a una persona un momento fácil y todos pensarán que te has ablandado. No me importa si su madre acaba de morir; si no pueden dejar su problemas en casa, están sin trabajo ".

Ella no quería ser como su padre.

Weiss miró a Ruby, perdida y sola, medio escondida detrás de Pyrrha, y se preguntó qué podría hacer para imponer su voluntad a la chica. Podría dominarla físicamente, tal vez incluso restringir su capacidad para hablar con su hermana, usar eso como recompensa por su buen comportamiento e imponer su voluntad a Ruby de esa manera.

Algo desagradable rodó por sus entrañas.

"Tiene que haber otra forma", susurró. "Yo ... no estoy dispuesto a hacer eso."

"Bueno, supongo que hay otra forma ... mamá siempre dice que no es tan eficaz, pero definitivamente está ahí".

"¿Qué es?" Ella tomaría cualquier cosa en este punto.