White Sheep

Capítulo 39

Probablemente era inevitable que su equipo se enterara de la fecha. No estaba segura de lo que había estado pensando tratando de mantenerlo en secreto. Los chocolates fueron una pista lo suficientemente grande, especialmente con la gran boca de Nora y su incapacidad para percibir, y mucho menos respetar, los límites personales. Había sido una elección de decírselo o hacer que ella preguntara tan alto que Ruby y todos los demás también escucharon. Naturalmente, cualquier cosa que le dijera a Nora era tan buena como contárselo a Ren, y Blake se había visto arrastrado a todo el asunto en virtud de ser el socio de Nora.

Entonces, sí, su equipo lo sabía, pero no fue gran cosa. Incluso si no lo hubieran hecho, lo habrían hecho ahora cuando ella estaba buscando en su guardarropa algo para ponerse. No habría podido ocultar la preparación para una cita.

Curiosamente, su mayor apoyo y ayudante fue Nora.

"Ooh, nunca había tenido una cita antes", dijo la chica burbujeante, casi como si esto fuera suyo y no de Yang. "Tienes tanta suerte. ¿Sabes a dónde te lleva?"

"No, y no es así." Yang ignoró la forma en que todos pusieron los ojos en blanco. "¿Puedes pasar? Gracias, Nora."

"¿Puedo cepillar tu cabello?"

El instinto inmediato de Yang fue decir que no, y luego desplegar a Ember Celica cuando Nora lo intentó de todos modos, pero había algo en la mirada de nostalgia en el rostro de Nora que la hizo suspirar. "Está bien, pero sé amable con eso, por favor. Es importante para mí".

"¡Seré!" Nora se rió y se deslizó detrás de ella en la cama, tomando un mechón entre sus dedos y pasando el cepillo a través de él. Para sorpresa de Yang, ella fue muy gentil. "Siempre quise el pelo largo, pero no es muy bueno con mi arma. Quedaría atrapado en Magnhild". Pensar en el daño que podría causar cuando lo balanceaba le hizo estremecerse. "Está bien, sin embargo. Sigo tratando de decirle a Ren que se deje crecer el cabello para poder cepillarlo, pero no lo hará".

"Me vería como una niña", respondió Ren.

"Más como una niña", bromeó Yang, ganándose un exasperado giro de ojos. Ociosamente se preguntó cuán castrante debe haber sido estar atrapada en una habitación de chicas preparándose para una cita. Había oído que no era lo que la mayoría de los chicos consideraban divertido. "Creo que no te verías mal con el pelo largo, siempre y cuando no sea demasiado femenino".

"Tomaré en consideración tu consejo", dijo Ren, pasando una página de su libro. Obviamente, él no lo haría.

"¿Y adónde te lleva?" Repitió Nora. "¿Qué vas a llevar?"

"No lo dijo, pero me imagino que será un café y luego un club o algo así". Yang se inclinó hacia adelante para recoger una blusa de la pila de ropa que tenía frente a ella e inspeccionarla, mientras Nora le cepillaba el cabello por detrás. "En cuanto a la ropa, optaré por unos jeans y una blusa con una chaqueta encima. Estoy pensando con clase, pero no exagerando". Después de todo, no quería enviar el mensaje equivocado. "Haré que funcione."

"Probablemente sea una buena idea", dijo Blake. "¿Tenemos que establecer un toque de queda o no planeas volver esta noche?"

"Es sólo la falta de una almohada a mano lo que te perdona, Blake. Sí. Planeo volver."

Nora soltó una risita por detrás, y Yang tuvo la profunda sospecha de que era otra razón por la que había pedido que se cepillara el cabello. Los dos estaban trabajando juntos, malditos. Todos y cada uno de los intentos de explicar su plan de tener a Jaune con Ruby no habían caído en oídos sordos, sino que las cejas arqueadas cómicamente y los sonidos poco sinceros de acuerdo. No sabía si sentirse molesta o avergonzada, pero se había conformado con algo intermedio.