Capítulo 88

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Jaune se despertó aturdido, y lo primero que notó fue lo incómodo que estaba. Lo acostaron sobre algo plano y sólido sin ni siquiera un cojín para la cabeza. También le dolía la cabeza. Un dolor de cabeza sordo y punzante, como si su cerebro estuviera tratando de abrirse camino fuera de su cráneo. Él gimió.

"Jaune. ¿Estás despierto?"

"Ruby, deja de molestarlo. Puede gemir mientras duerme. Se despertará cuando…"

"Estoy despierto", se las arregló. Sus ojos se abrieron y luego se cerraron inmediatamente cegados por demasiada luz.

"Ya era hora, hijo mío. Nos has hecho esperar".

¿Mamá? Pero si ella estuviera aquí junto con Ruby y Weiss ... Jaune se obligó a sentarse, a pesar de las advertencias de Pyrrha de que debía quedarse quieto. La luz volvió a quemarle los ojos, pero esta vez Jaune se obligó a parpadear a través de ella. Estaba en el comedor, acostado sobre la mesa con algunos de los platos y la comida apartados o retirados por completo.

Todos estaban ahí. Mamá, Coral, Qrow y el resto. Estaban en varios estados de desgaste, rostros manchados o sangrando en algunos lugares y su ropa obviamente había visto batalla. El salón en sí no era mejor, con numerosas figuras blancas esparcidas por el suelo y un agujero en la pared, con la correspondiente marca negra de quemadura en la pared opuesta.

Derecha. Atlas, los Caballeros, el acorazado ...

Sus ojos se agrandaron. "¡Yang!"

"¿Sabes lo que pasó?" Ruby preguntó con entusiasmo, casi saltando hacia él, pero Pyrrha la retuvo suavemente. "Me noquearon y nadie más lo vio. Solo te oyeron gritar, y luego las explosiones cuando el acorazado chocó con la torre".

Comprensible. La visión de Nora debió haber sido bloqueada por él, mientras que los demás no podían ver más allá del bloqueo y Ruby y Emerald, del lado de Yang, habían sido noqueadas. Ruby parecía tan desesperada por respuestas.

"Se la llevaron", gruñó Jaune. Sus ojos brillaron de color rojo, su cabello y su piel de un blanco espantoso. "La dejaron inconsciente y se la llevaron. ¡La pusieron en un Bullhead y huyeron!" Miró a su madre.

"Un Bullhead escapó del encuentro", confirmó. "Le pido al Nevermore que se concentre en el acorazado y los robots restantes. Fue una suerte, ya que, si tu amante estuviera inconsciente, es posible que no hubiera sobrevivido al accidente del vehículo".

Suerte, sí. Satisfactorio, no. Los dientes de Jaune rechinaron, incluso cuando la preocupación lo atravesó. ¿Por qué querían a Yang? ¿Era solo ella específicamente, o habían estado detrás de otra cosa? ¿A dónde la habían llevado? Bueno, el último fue obvio.

"Tengo que salvarla. Tengo que ir a Atlas".

"De ida y vuelta", dijo Weiss con un suspiro de burla. Ella agitó una mano cuando él le gruñó. "No estoy diciendo que no lo haremos, así que puedes cortarlo con los ruidos animales. Puedes ser mitad humano, mitad Grimm, todo realeza, pero sigo siendo el líder de tu equipo".

Jaune retrocedió.

"Bien. Ahora, sí, obviamente tenemos que recuperar a Yang. La pregunta es, ¿cómo lo hacemos?"

"Con extrema facilidad", respondió Salem. "Ha sido un tiempo desde que jugué por parte del destructor. Por esta transgresión, podría llevar a cada Grimm en el down continente en esos tontos. Los océanos alrededor de Atlas le equipo con Grimm, arrastrándose hacia fuera sobre la orilla en un sin - marea final. Ella estaría a salvo, por supuesto. Ningún Grimm la dañará.

"Haz eso, y ellos no tendrán que hacerlo. Atlas se dará cuenta de lo que está pasando y la matará, aunque solo sea para ver si es Yang quien atrae a los Grimm". Salem frunció el ceño, pero se sentó, con las manos apretando los apoyabrazos de su trono con tanta fuerza que crujió.

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