4. Sueño

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  Ese día, luego de terminar de estudiar y cada uno llegando a su respectiva casa, fueron interrogados por sus armas, Soul estaba preocupado y enojado porque Maka se tomara tan en serio estudiar con Kid como para estar cuatro horas en la biblioteca, él sabe que ella es un ratón al que le encanta leer, pero le pareció demasiado, no obstante, Liz y Patty más que preocupadas estaban intrigadas, sobre todo la mayor de las Thompson, quien sugerente le preguntaba a Kid si sólo estuvieron estudiando, ya que fueron muchas horas en la supuesta biblioteca. Ambos técnicos estaban cansados y un poco intranquilos ante los interrogatorios, y eran tan parecidos que simplemente respondieron lo justo y necesario, yéndose cada uno a su habitación.

Antes de dormir, Kid no podía despejar su mente de aquellos ojos verde esmeralda que lo habían atrapado en la biblioteca, y tampoco de los suaves tintes rosa en sus mejillas cuando lo veían, sonrió para sí mismo, ella era realmente adorable, y al día siguiente vendría a su mansión. Sí, ella iba estar ahí. Al darse cuenta de eso, se puso nervioso sin razón aparente, y como no podía dormir, se dedicó a revisar que cada cuadro y detalle de las habitaciones donde estarían, estén perfectamente simétricos.
 
Llegó la mañana, tomó un café y junto con sus armas, se dirigieron al Shibusen. Llegó temprano, incluso antes que ella, así que se recostó en su escritorio hasta que ella llegara, pero el sueño llegó sin avisar.

-Kid, Kid, despierta- una dulce voz lo estaba llamando, mientras una delicada mano palmeaba su hombro. -Kid, falta poco para que llegue Stein-Sensei, si te ve durmiendo te va a llamar la atención, despierta.- le advirtió, haciendo que abriera los ojos, y volteara su cabeza sobre sus brazos que hacían de almohada, mirándola de una manera dulce y somnolienta.

-Buenos días, Maka- saludó con una sonrisa. Ella quedó muda, pero parte de la clase comenzó a susurrar. Kid se enderezó, cuidando su postura y viendo que su traje esté impecable, lo que no notó fue que la mitad de su cabello estaba aplastado. Maka se rió, llamando su atención, a lo cual se volteó y preguntó qué le resultaba gracioso, ya era el Kid que todos conocían, el serio y elegante, no el dulce y somnoliento de hace unos minutos.
-Aquí- dice ella, sacando un cepillo de su bolso, para acto seguido peinar la mitad alborotada de su pelo, logrando que él quedara inmóvil. Nadie nunca había cepillado su cabello, nadie podía hacerlo de manera perfecta, él era el único capaz. Y ahora también Maka.
A la distancia, se podía ver a una Liz sorprendida por ese actuar, y sabía que después de eso, Kid reaccionaría de la peor manera, gritándole a Maka por peinarlo despreocupadamente, o terminaría haciendo un berrinche diciéndose que no era digno de ser un shinigami. No había punto medio, pero fue más su sorpresa cuando vio que Kid no estaba haciendo nada, sólo la miraba, y no de manera agresiva, es más, forzando un poco su vista se podía ver un suave sonrojo en sus mejillas.

  Cuando terminó de arreglarle el cabello, sacó un espejo de bolsillo y se lo entregó para que comprobara que todo estaba en su lugar, Kid lo tomó delicadamente, se lo veía como si su alma hubiera abandonado su cuerpo, pero pronto recobraría vida cuando notó que su cabello estaba perfecto. Se giró para ver a una Maka orgullosa de su buen manejo del arte de peinar, y le agradeció:
-Gracias, Maka, me salvaste de un posible desmayo, no habría soportado verme aún más asimétrico que de costumbre.- dijo, haciendo referencia a sus tres líneas Sanzu. Ella respondió:
-Sí, lo supuse, por eso quise evitarlo arreglándolo.- seguía orgullosa de su buen trabajo y acertada lectura.
 
La clase empezó, y al finalizar, las hermanas Thompson se apresuraron en ir hacia el escritorio de ellos, para así Liz preguntar aquello que evitó su concentración durante toda la hora de clase.
-Maka, ¿qué hiciste? ¿cómo lo lograste?- al fin preguntó la pistola.
-¿Hacer qué?- Maka estaba confundida.
-Kid- dijo señalándolo -¿Cómo pudiste arreglarle el cabello sin que muriera en el medio?- sentenció.
Maka volteó a verlo, y no pudo evitar reírse.
-Es verdad, ¡Kid no nos deja peinarlo!- agregó Patty, mientras hacía una jirafa de origami.
-Bueno- el joven shinigami se aclaró la garganta -Maka me tomó desprevenido, y además ella se preocupa porque sus coletas estén perfectamente simétricas, confié en que no haría nada que me provoque una crisis.- terminó. Las tres quedaron sin palabras ante la declaración de él, pero volvieron en sí cuando Kid agregó:
-Por cierto, hoy Maka viene a la mansión, vamos a estudiar allí.- y volteándose a verla, preguntó -¿Vamos?-

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¿1 capítulo por día? ¿qué dicen?
•Mitsu~

Pareja por ExamenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora