6. Distancia

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  Se quedaron petrificados, sonrojados y sin saber qué decir, lo único que hicieron fue perderse en los ojos del otro, hasta que Liz se asomó. La puerta estaba abierta y eso no era habitual en Kid, él siempre dejaba la puerta cerrada, y al asomarse sólo pudo soltar un chillido, alertándolos a ambos y sacándolos de su hipnotismo.

-¡Liz! ¿Qué haces? Casi me matas con tu grito- soltó Kid, intentado recuperarse del susto.
-Vi la puerta abierta y me sorprendió porque nunca la dejas así, pero, Kid...la próxima vez ciérrala si no quieres interrupciones- bromeó con picardía Liz. Esto se ganó el enojo de su meister, quien tomó a Maka de la mano y se la llevó consigo de nuevo hacia la biblioteca.

  Cuando llegaron, Kid la soltó y sin voltear a verla se disculpó, colocó el libro recién encontrado junto al resto y se sentó, esperando a que Maka hiciera lo mismo, pero ella estaba de pie detrás de él, hizo lo posible para volver en sí, cubriéndose la cara con las manos para corroborar qué tan ardiente estaban sus mejillas.

-¿Maka? Perdón por eso, no quise incomodarte, por favor, toma asiento- se disculpó apenado.
-Está bien, no te preocupes, comencemos a estudiar- dijo, queriendo volver al tema principal de por qué estaban allí; pero su corazón no dejaba de latir fuerte.
 
  Las dos horas pasaron, y la verdad es que ninguno pudo concentrarse mucho en el estudio. Al volver al vestíbulo, Maka insistió en irse sola, pero Kid se negó cada vez que pudo, y llamó al chofer para que la llevara a su casa, ya que quería ir sola, al menos yendo en la limusina sabía llegaría bien a su casa. Una vez se despidieron y Maka se fue, Kid pudo sentir cómo Liz iba a atormentarlo con preguntas y bromas de mal gusto. Y así fue.

  Le juró y perjuró que entre la meister rubia y él no había nada, que eso que vio fue un malentendido que no se volvería a repetir. Liz rodeó sus ojos, e hizo de cuenta que le creía.

  Maka, una vez que bajó de la limusina y entró a su apartamento estaba mentalizada para responder cualquier pregunta que le hiciera su arma, fue lo único en qué pensó durante el viaje de regreso, pero fue en vano, ya que Soul lo único que le dijo fue:
-Bienvenida, veo que ahora te manejas en limusina, al menos eso es cool.-
-Kid insistió en traerme, pero como me negué me envió con su chofer, no es que quiera aparentar nada- se escudó ella, ganándose una mirada desinteresada.
La noche transcurrió sin mucho más revuelo, esta vez Kid sí pudo dormir, después de todo estaba muy cansado.

  Eran las 08:00hs AM, y todos estaban en sus asientos, la pareja del aula estaba actuando distante, se los veía tímidos, todos estaban susurrando, y ese comportamiento de ambos hizo que Liz esté más segura de que algo pasaba entre ellos. Así pensó en preguntarle a Tsubaki si sabía algo, ya que ella era más cercana a Maka. Cuando sonó el timbre, todos se dispersaron. Kid y Maka se quedaron en sus lugares, cruzando alguna que otra palabra sin verse demasiado. Y Liz aprovechó para ir a ver a Tsubaki, le contó lo que presenció el día anterior, y le preguntó si no había notado algo o si Maka no le había contado cualquier cosa, Tsubaki negó, pero luego de escuchar a Liz pudo notar que había una atmósfera rara entre ellos. La mayor de las Thompson se decepcionó un poco al enterarse de que no sabía nada, pero no se rendiría tan fácilmente.

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•Mitsu~

Pareja por ExamenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora