Cpitulo 28

21 1 0
                                    

Maraton 3/5

Un horrible dolor de cabeza fue lo que me hizo despegar los parpados y abrir los ojos 
-¿Dónde estoy? –vi en mi brazo incrustada la aguja que conducía suero a mis venas 
-Te pusiste demasiado mal en la enfermería. Te calmó la fiebre pero después te volvió un poco más leve pero seguías sin responder 
-¿Mis papás están aquí? –hice un demasiado demasiado rápido que hizo que me diera vueltas la cabeza 
-Sí, fue a los primeros que les he dicho. Están afuera con el doctor y bueno recibimos un regaño, ya que ayer empezaban tus rehabilitaciones y no venimos –mostró un gesto chistoso de preocupación 
Reí –No especificó –me hundí de hombros –James… 
-¿Qué pasó? –dijo 
-Gracias –sonreí con la cabeza abajo 
-¿De qué? ¿De salvar a mi novia? –se acercó y se sentó en la cama junto a mí –Rose, ¿Cuántas veces te diré que te quiero demasiado y nunca dejaré que te vayas? –besó lentamente la punta de mi nariz 

Al parecer todos los síntomas que provocaba la severa enfermedad que tenían se estaban haciendo más notorios cada vez. Primero la caída del cabello, aún siento que estoy calva de tanto que se me ha caído, el dolor al respirar, la sensibilidad que tengo al Sol y la fiebre de máximo grado. 
Me dijeron que si volvía a experimentar molestias viniera lo más rápido posible, pero en su caso… ellos no sabrían cuando me vendrían esos malestares de nuevo. 

-¿Te veo mañana en la escuela?-preguntó, James, recargado en el pórtico 
-No lo sé… Tal vez te vea hasta el viernes en el partido. –me afligí 
-Pasaré por ti para llevarte mañana a terapia –agarro mi rostro y rozó sus labios con los míos 
-Hasta mañana –cerré la puerta y con ello dejé afuera todo lo que me había pasado el día de hoy. 

Lo que restaba de la semana se me pasó lentamente pero a la vez rápido. Lento ya que eso de estar en casa todo el día no me apetecía mucho y menos si yo era la que ayudaba con los quehaceres de la casa y salía de compras con mi tía y mi madre. Y rápida por que el anhelo de ver a James por las tardes me hacía quererlo ver y que se me pasara rápido las horas 

-¿Mañana puedo ir a ver el partido en la noche? 
-Estas muy delicada de salud Rose, lo mejor será que guardes reposo y no te exaltes 
-¡Por favor papá! Mañana juega James 
-Y también Harry –me interrumpió Alexander haciéndome enojar por lo que había dicho 
Le había dado un codazo en las costillas para dejarlo sin aire y que me dejase continuar 
-Y yo quiero estar ahí para apoyarlo –de pronto recordé –Se lo he prometido. 
-Sabes que nuestra familia no rompe las promesas… -me miró convencido de que llegaría a más con tal de que me dejara –Si lo haz prometido tendrás que cumplirlo 
-¡Yeih! 

Cené y en seguida ocupé el baño para tomar una relajante ducha y poder dormir tranquila sabiendo que iría en la noche a echarle porras a James 

-¡Hey, Olson! Vendrás al juego contra Colorado-preguntó Dakota por teléfono 
-¡Pero claro! Ya he convencido a mis papás. Lo único es que no podré animar con ustedes. Tal vez solo esté con los pompones gritando 
-No te preocupes, habrá más juegos en los que podrás animar 
-Bien, te dejo descansar. Hasta mañana 
-Hasta mañana –colgué 

Estaba tan nerviosa de que todo saliera mal. Ya saben que ganara el equipo contrario y se desatara una pelea entre James y Harry. Solo de pensar que alguno de los dos podrían salir lastimados me pone la piel de gallina 

-Mamá apurate llegaremos tarde –dije poniéndome el gorro de tela blanca en la cabeza 
-Ya voy. Solo falta que me ponga los tennis 
Todos íbamos demasiado deportivos. Todos con jeans oscuros, playera con el logo de la escuela y una chamarra de americano que al parecer no estaba nada con el tema, ya que era de los Patriotas. Llevaba el cabello recogido por una cinta elástica 

-¡James! –me abalancé a él 
-¡Princesa! –recibió mi abrazo –Pensé que no vendrías 
-¿Bromeas? Quería estar aquí apoyando al mejor novio del mundo 
-Rose, ya llegaron tus amigas 
-¿Ya llegó Colorado? –le respondí sorprendida a Hayley –Y emite lo de amigas, solo conocidas –fruncí los labios
-Bueno… ya llegaron y al parecer Carla está aquí y está con Harry 
-¡Oh! –no pensé que él me hiciera eso. Digo somos amigos y los amigos se apoyan en todo, no andan con las personas que no les caen a sus amigos –Bueno… es su vida –fue lo único que pude responder 
-Míralos, ahí vienen. Agarrados de la mano. Aún no soporta que quedáramos en segundo lugar y ella en tercero –se río de ella Karin 
-¡Quedaron en segundo lugar! Las felicito –se me borró la sonrisa al ver pasar a Harry tomando de la cadera a Carla Montgomery
-¿Tenían que quedarse justo enfrente de mí? –le pregunté a Hayley 
-No son más que celos, es muy obvio, Rose –contesto Karin 
-Si quiere celos, le daré celos –Fui con James el cual estaba platicando con Ryan y Michael sobre estrategias para el partido 
-¿Pasa algo malo? –me preguntó 
-Tus labios. Tus labios son algo realmente malo y adictivo –juntamos cara con cara y después labios con labios. 
Fue algo realmente fiero después de ser tierno. Sentía que ardía por la sangre tan caliente que transitaba por mi cuerpo. Abrí los ojos por un momento y vi a Harry explotar y agarrar a Carla por la cintura y acercarla a él y besarla de la misma manera que James y yo. 

¿Era querer darle celos o yo era la que me sentía celosa de que me “olvidara” tan rápido? Tal vez eran ambas. 

-Me tengo que ir –dijo en susurro para nosotros. Nos iremos a alistar para salir en cinco minutos 
-¡Suerte! –lleve mis labios al filo de su nariz y la besé con dulzura 
-Rose Olson…, tú eres mi suerte. –Esas palabras me hicieron volar. Lo único que me mantenía sostenida a la Tierra era él, solo él

I WON'T GIVE UP [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora