Capitulo13 Parte 2

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Abrí la puerta. Ya era hora -Estas hermosa -dijo sonriente James. -Oh, ten. Son para ti -me dio un pequeño ramo de rosas

-Gracias -las tome -Espera, tendré que ponerlas en agua para que no se marchiten después de un tiempo muy rápido -abrí de nuevo la puerta de la casa. Ahí estaba Alexander. Supuse que en cuanto salí él se apodero del lugar

-¿Quién te las dio? -se paro del sillón rápidamente

-Maslow.-Miré a la puerta -Entra -le sonreí

-Hola Alex -le extendió la mano para que la estrecharan ambos

-Alexander para ti de hoy en adelante -Escuche que le recordaba que mientras me pretendía desconfiaría de él. Metí las flores en el florero vació de mi tía y las deje cerca de la ventana

Reí sarcásticamente -Te dirá como quiera. ¿De acuerdo?

-¿A dónde irán? -pregunto mientras nos acompañaba a la puerta

-No sé. Iremos a ver que comemos y donde pasamos el rato -Terminando de cruzar la puerta, detuve a Alexander con la mano para que no diera un paso más -Ni si te ocurra seguirnos -lo vi con cara de pocos amigos

-Tal vez nos encontremos por casualidad -grito mientras me subía al carro

Me sobé las sienes. Sabía que nos seguiría para ver que no hiciéramos algo "indebido" -Ash -deje sacar mi fastidio acompañado de un gesto

-¿Estas bien? -retome la postura en cuanto escuche a James

-Sí. Sí, claro -lo miré perdidamente -¿Y a donde iremos? -pregunte

-Bueno, es algo secreto -dejo de hablar sin ninguna pista

Durante el trayecto al lugar desconocido hablábamos del partido; Cómo lo había sentido, Que se sentía estar presionado para ganar. Y por último hablamos de mi y mi debilidad por acatar ordenes.

-¿Ya vamos a llegar?

Me miro de reojo -Ya casi -se le formo apenas veía una sonrisa en la comisura de sus finos labios -Espera -desacelero

-¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes? -vi como se adentraba a los asientos de atrás para buscar algo

Saco una mascada blanca. Parecía de su mamá -Tienes que taparte los ojos

-¡¿Es en serio?! Creo que tú bien sabes que no acato ordenes -le desafíe

-Bueno -se echo a su asiento de nuevo -Si no te la pones no arrancaré. Nos la podemos pasar acá todo el tiempo hasta que te tenga que devolver a casa

Se la arrebate de las manos -De acuerdo. Tu ganas -le saque la lengua y me la puse. La amarré con ligereza

-Sin hacer trampa -Escuche como arrancaba de nuevo y el auto se ponía en marcha

-¡Quiero ver! -chillé

-Solo unos cuantos segundos -Era cierto. Después de unos segundos nos detuvimos. Se escucho como abría la puerta de su lado para salirse. -Con cuidado -sentí su mano clavada a la mía para apoyarme en él en caso de que me cayera

-¿Ya me puedo quitar la venda? -pregunte mientras mi cabeza se movía por todos lados

-Ya -me soltó y me pude quitar la venda -¡Oh por Dios! -Musité -¡Es increíble! -dije conmocionada de lo que veía. Estábamos en una de las muchas casas de los Maslow. Estaba adornada por luces de navidad, color blancas, tirándole un poco al amarillo. El patio era hermoso, adornado por pequeños arbustos y uno que otro árbol de manzanas

-¿Te gusta? -pregunto quedándose a mi derecha

-¿Bromeas? ... Me encanta -lo miré con ternura

Me devolvió la mirada con más dulzura de lo usual -Esta casa me la dio papá desde que tengo doce años. He ahorrado desde entonces para arreglarla

-Te esta quedando muy hermosa -admití

-¿Sabes cuando quedará más hermosa? -cambio de lugar y se puso enfrente mío, impidiéndome ver más

-Cuando estés en ella -La piel se me puso de gallina al escuchar eso. Ya no podía seguir haciéndome la fuerte. Y menos ocultar que sentía una gran atracción por James Maslow

Me abalance a él y lo bese. Mis manos jugaban por su fino cabello, color castaño -Me gustas, y demasiado Maslow -se hizo una pequeña sonrisa en las comisuras de mis labios

-No tanto como tú a mi -su voz se hacía cada vez más entrecortada

Lo mire con pasión. Con deseo. Pensé que había perdido la cordura, pero me di cuenta que él me la había hecho perder desde que le conocí-Solo bésame. Bésame hasta arrancarme los labios, James -acaricie con mis pulgares sus mejillas

-Lo haré -empezó la lluvia de besos.

Caminábamos sin ver hacia dónde íbamos. Entre besos y caricias, los sentimientos salieron a flor de piel. El ambiente que había preparado James era convincente para nosotros. Entramos tirando llaves y en mi caso mi bolso. Caímos en un sillón. La intensidad de los besos ya era otro. Al principio eran con dulzura, ahora eran con pasión y deseo de llegar a otra cosa.

Me despegue bruscamente de él -No puedo -lo vi con pena -Aún no estoy lista para lo que sigue

Se quito encima de mí -Tienes razón. Perdóname. Fue poco prudente de mi parte dejarme llevar por el momento

-No tienes que disculparte. Yo también me deje llevar. Pero... me gusto lo que hemos vivido -sonreí con pena de lo dicho

El resto del tiempo estuvimos cenando. Una cena casera que él mismo había hecho. No perdimos la oportunidad para decirnos unos cuantos te quiero y darnos unos lindos y cálidos besos

I WON'T GIVE UP [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora