La profesora Wendy Testaburger dejó escapar un suspiro y apartó la larga melena oscura que interfería en su búsqueda. Siguiendo buscando en los estantes de la biblioteca, esperaba fervientemente encontrar el libro que buscaba.
Después de varios años lejos de su pueblo natal, Wendy había regresado para postularse como docente en su localidad. Por supuesto, consiguió la vacante que ofertaban, en su caso, como profesora de Historia Contemporánea. Sabía que, después de todo, South Park era el lugar al que realmente pertenecía.
Todos los profesores la habían recibido con los brazos abiertos, excepto uno. Eric Cartman. Uno habría pensado que su experiencia cercana a la muerte le habría hecho relajarse un poco, pero; era tan cabrón como siempre con todos, pero parecía especialmente duro con ella.
Wendy apenas lo veía. No salía de su casa a menudo, ya que no le gustaba llamar la atención, a diferencia de su niñez, en el que le gustaba dar la nota.
Había intentado una y otra vez sacarle alguna conversación a Eric, pero sus intentos nunca funcionaban. Por mucho que lo intentara, él la rechazaba. La situación se había vuelto frustrante para ella porque estaba interesada en volver a congeniar con Eric. Ya no era una adolescente y no había tardado mucho en darse cuenta de que el otro no era tan mal profesor como uno pudiera esperar. Su voz siempre le había hecho flaquear las rodillas, aunque nunca se atrevió a decírselo a sus amigos. Y sus manos... Había algo en sus manos.
Wendy sabía que el objeto de su deseo nunca correspondería sus sentimientos. Trató de no insistir mucho en ese hecho porque sabía que no tenía sentido.
— Wendy, querida. — llamó la bibliotecaria. — Se está haciendo bastante tarde, así que me voy a ir. ¿Te importa si apago las luces? ¿Y podrías cerrar una vez hayas terminado?
Wendy asintió, apartando una vez más su pelo de la cara.
— Claro que sí, señora Young.
La bibliotecaria le dio las buenas noches, dejando a Wendy sola en la oscuridad. Sacando una pequeña linterna de bolsillo, comenzó a buscar el libro una vez más.
— Esto está tranquilo. — pensó Wendy, mirando a su alrededor. — Demasiado tranquilo.
Así que decidió remediar el problema con una canción. Wendy solía cantar y tocar el piano cuando era más joven, pero la práctica comenzó a decaer cuando se hizo mayor.
Respirando profundamente, comenzó a cantar suavemente.
"In sleep he sang to me, in dreams he came.
That voice that calls to me, and speaks my name..."
La voz de Wendy creció en volumen, como una soprano dulce y clara.
"And do I dream again, for now I find.
The phantom of the opera is there, inside my mind!"
A Wendy siempre le había gustado El Fantasma de la Ópera. Lo había visto numerosas veces cuando era más pequeña y se sabía todas las canciones de memoria.
Respiró profundamente para empezar a cantar la siguiente parte, pero se quedo congelada cuando escuchó la voz de alguien más.
Era una voz profunda y sedosa.
"Sing once again with me.
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Una Semana Especial (South Park)
FanficPequeña recopilación de OneShots de South Park.