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Seiya

Observo al pobre infeliz que golpea el suelo frustrado por qué perdió lo único de valor que debía llevarse a la tumba. La puta ubicación de la sede central.

En cierto punto lo entiendo desde que entras te programan a la fuerza para que seas un perfecto engranaje en su puñetera máquina de maldad y cuando fallas sientes que no vales un carajo.

Por lo menos tiene que agradecer que tiene a su familia , le debería bastar al cabrón.

Yo ni eso tengo.

Serena sin mirarme tira ajustando las correas de su arnés a su cuerpo, la imito y nos lanzamos al final donde espera una pequeña embarcación.

Seiya- Estás muy loca...

Digo con desaprobación.

Serena- ¡Awww gracias!!

Sonríe arrugando su pequeña nariz.

Seiya- ¡No fue un cumplido!!

Replicó indignado , estoy harto que crea que puede hacer lo que le venga en ganas.

Serena- Lo sé...

Dice subiendo los hombros despreocupada mientras ya vamos mitad de camino.
De verdad toda esta mierda le ha atrofiado el cerebro.

Seiya- ¿¡Dios en serio pensabas matar a una hoja con su mad...!?

Chillo pero los vidrios estallando me interrumpe.

Rubeus- ¡Muérete zorra!!!

Brama Rubeus desencajado lanzando todo lo que tiene a mano desde el ventanal.

Serena- ¡Y tu me dices loca a mí!!!

Exclama señalando al desquiciado que nos arroja sillas , palos y vidrios de los que ha roto.

Seiya- ¡¿Que quieres si casi matas a su familia!?

Disparamos a mansalva pegando saltos para bajar lo más rápido sin embargo esquiva.

Serena- ¡Carajo!!

Se quejas mirando su brazo.
Un cristal bastante largo se le ha incrustado.

Seiya- ¡Me inchi los huevos este mal parido!!!

Cierro mi ojo izquierdo enfocando a la mugre que nos ha venido pisando los talones y osó mandar al hospital a Galaxia.

Se desaparece por unos segundos y cuando lo hace suelto la bala que se le incrusta en medio de su frente.

Listo una lacra menos en este mundo.

Pero no todo sale como uno quiere , para prueba solo tiene que mirarnos a nosotros envueltos en esta situación de porquería.

El maldito tuvo tiempo de con sus últimas fuerzas empujar un escritorio todo oxidado que había en un puto rincón.

Seiya- ¡Cuidado!!

Empujó bruscamente a la rubia.

Serena- ¡Mierda!!

Llegamos a movernos a tiempo pero el pesado mueble en cuestión de nada termino haciendo añicos nuestro escape.

Serena- ¿¡Es en serio!?

Dice tomándose la cabeza.
Yo desde un principio dude de la estabilidad de esa lancha.

Serena- ¿¡Que más nos puede pasar!?

Seiya- ¡NO DIGAS ESO!!

Le advierto que no llame a la desgracia.

Contra EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora