Capítulo 1

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- Albedo.

- Hmm?

- __ ___ - El de cabellos opacos intentó descifrar esas palabras que eran audibles pero distantes, lo cual las hacía confusas, una mano se extendía de manera que lo invitaba a tomarla, cosa que intentó, pero al estar tan cerca del toque de aquella calida mano escuchó un molesto sonido a la distancia el cual lo obligó a abrir los ojos.

Albedo despierta en su cuarto, despeinado, con su ropa mojada por el sudor y con un sentimiento de duda que dejó aquel sueño.

El joven se levanta y se estira de manera que causa satisfacción al hacerlo, apaga la alarma de su teléfono y aprovecha a husmear mensajes que fueron dejados hace no mucho, y uno de ellos era de su tia, Alice, avisando que tendría que salir temprano hacía el trabajo y por ende debe de hacerse cargo de su prima Klee, así que este deja su móvil de lado y emprende rumbo hacia el cuarto de la pequeña.

Al entrar a la habitación encuentra a la niña durmiendo de una manera algo curiosa, con sus pies colgando fuera de la cama y su característico hilo de saliba que caía por la comisura de su boca, indicando que estaba teniendo un reconfortante sueño, se acerca hacía la cama y se sienta en un extremo de esta para empezar a acariciar suavemente la cabeza de la pequeña.

- Klee, hay que levantarse o llegaras tarde - dice este alargando la última palabra.

La niña se revuelve en la cama al sentir el tacto y la dulce voz de quien intentaba despertarla, se estira con un poco de agresividad y finalmente abre los ojos y le dedica una pequeña sonrisa a Albedo, quien devuelve el gesto.

- ¿Como has dormido? - pregunta el mayor.

- Muy bien, tuve un sueño muy bonito.

- ¿Ah si? ¿Que soñaste?

- Es un secreto - responde la chiquilla mientras busca su peluche entre las sábanas.

- Esta bien, por cierto ¿hay algo en especifico que quieras de desayuno? - pregunta mientras se levanta de su lugar.

- ¡Helado! - responde una despeinada Klee.

- Klee, es muy temprano para comer helado, ¿acaso quieres enfermarte? - la nombrada hace una mueca de disgusto ante la respuesta lógica de su acompañante, el cual al ver la expresión de la niña suelta una pequeña carcajada.

- Hagamos un trato, cuando te recoja de la escuela podemos salir un rato y de paso te invito a un helado, ¿te parece? - Klee al escuchar la buena oferta que se le estaba dando, se puso su mano en el mentón de manera pensativa para luego asentir con una sonrisa de oreja a oreja.

- Bien, entonces levántate y arréglate mientras preparo nuestro desayuno - dice mientras sale del cuarto en rumbo a la cocina.

Después de un rato, Albedo organiza la mesa colocando los platos y tazas que contenían lo que estaban a punto de comer.

- ¡Klee ven a comer! - dice con un tono algo elevado para que la niña pueda escucharlo.

Al momento de haberla llamado se escuchan unos pequeños pasitos acercándose cada vez más y más hacia el área del comedor.

Klee se hace presente, deja su mochila en la silla de al lado para luego sentarse y dejar que el delicioso aroma de los hotcakes con miel de maple y chocolate de acompañante inunden sus fosas nasales - ¡huele realmente bien! - exclama la pequeña, cosa que hace que al mayor se le dibuje pequeña sonrisa en su rostro.

Luego de un agradable rato conversando y una que otra carcajada resonando en la mesa, Albedo termina su desayuno y se levanta para dejar sus platos en la cocina para lavarlos en la tarde.

- Klee, acaba de desayunar mientras tomo una ducha y me arreglo para llevarte, ¿bien?

- Bien - responde la pequeña aun con comida en la boca.

El mayor sale de la cocina y regresa a su cuarto para buscar que ropa se pondría y próximamente tomar su ducha, entra al baño, enciende la tina para que el agua se caliente y no tenga que entrar directamente al agua fría, se quita la ropa y al tocar el agua se hunde en sus pensamientos, divagando detenidamente a que venía ese sueño o su significado, ya que esta no era la primera vez que este rondaba por su mente, trató de buscar alguna respuesta lógica a este pero no pudo, buscó si en su memoria había recuerdos relacionados con ello, pero nada, era muy confuso, como si fuera un recuerdo de alguien más que ni conocía. Tanto fue el tiempo que estuvo pensando que lo único que fue capaz de sacarlo de sus imparables teorías fue un grito de Klee que venía desde afuera del baño diciéndole que se estaba haciendo tarde no llegarían a su destino a tiempo, este se da cuenta que ha estado por más de veinte minutos bajo el agua caliente, casi hirviendo sin haberse dado cuenta, por lo que al notarlo empezó a sentir como su piel ardía y lo tarde que era, así que agarra su toalla para salir disparado hacia su cuarto para arreglarse rápidamente, tanto que ni se había dado cuenta de una de sus prendas estaba al revés.

- ¡Klee agarra tus cosas y métete al auto! - la niña obedece rápidamente, no sin antes agarrar a su preciado peluche al cual había llamado Dodoco.

Albedo recorre de manera rápida la casa revisando que tanto las luces como la estufa estén completamente apagadas para evitar desgracias, agarra las llaves del coche para salir rápidamente de su hogar y dirigirse hacia la escuela de Klee para que pudiera llegar puntual.

Afortunadamente el tiempo estaba de su lado y pudieron llegar a tiempo al destino de Klee.

- Pórtate bien y si necesitas algo le puedes decir a Jean que me llame y me avise que necesitas, ¿esta bien?

- Esta bien - responde la niña alejándose de su pariente y al llegar a la puerta de su destino siente la necesidad de hacerle recordar sus planes para la tarde. - ¡Albedo! - grita de manera en la que alarga la última vocal. - ¡no olvides ir a comer helado con Klee después de la escuela! - Albedo al escuchar la petición de la niña levanta su pulgar hacia ella de forma en la que afirma que sus planes no han cambiado, Ahora sintiéndose realizada Klee entra tranquilamente a su escuela.

Albedo mira la hora en su reloj y por poco sus ojos se salen de su lugar al ver que ya iba tarde al trabajo, corre rápidamente al coche para dirigirse a su lugar de trabajo, Albedo era maestro de artes en la escuela secundaria de mondstadt, aunque de vez en cuando pensaba en si debería cambiar de trabajo por algo más relacionado con la ciencia ya que también era una de sus pasiones, aunque actualmente estaba satisfecho con su trabajo ya que también amaba el arte y enseñarla.

Ya estando en el parking del lugar, acomoda su auto y baja de este rápidamente junto a su bolso en el cual traía sus materiales para las clases.

Luego de una agotadora jornada de clases acomoda todo organizadamente en su pupitre en la sala de profesores para luego salir en rumbo a recoger a su querida prima Klee.

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En el próximo capítulo ya será el primer encuentro de los protagonistas, también quiero aclarar que este será un AU moderno pero con una que otra referencia a sus vidas pasadas por así decirlo.

La fuente de haber empezado a escribir este fanfic fue el aburrimiento que estoy teniendo en vacaciones, lo más seguro es que actualice seguido o cada que se me ocurra algo.

- Maia.

The Sparkle Of Your Eyes - Kaebedo [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora