Capítulo 2

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Albedo está en la salida de la escuela de Klee esperando a su prima en compañía de otros familiares que esperaban a los demás niños, la campana suena y al abrirse las puertas el lugar se inunda de niños pequeños corriendo hacia sus padres, el mayor no tardo mucho en ubicar a Klee ya que su característica cabellera rubia la hacía resaltar entre los otros niños, y esta al verlo sale corriendo hacia el recibiendo un acogedor abrazo.

- Hola Klee, ¿como te ha ido? - pregunta el mayor con una delicada pero dulce sonrisa.

- ¡Muy bien! Hoy ha ido un maestro nuevo y ha sido un día muy divertido gracias a el. - responde la niña de manera eufórica.

- Me alegro, ¿Aun quieres ir por un helado? - pregunta aunque sabia que la respuesta era obvia.

- ¡Claro que si! Hasta la pregunta ofende - dice fingiendo indignación posando una mano dramáticamente en su frente.

El mayor suelta una pequeña carcajada por las ocurrencias de la niña que eran bastante tiernas a su parecer.

- Bien, vamos entonces - y este por fin baja a la niña para sujetarla de la mano hasta el auto, abre la puerta del copiloto y deja que la niña entre para cerrar la puerta detrás de ella, se sube en el puesto del piloto y empieza a manejar hasta el parque.

- ¿Ya te dije que el nuevo maestro es muy genial? - pregunta la niña expectante y entusiasmada a causa del nuevo docente.

- Si, me lo has dicho, y bien ¿Como es ese maestro que se está robando toda la atención de la señorita Klee? - pregunta en tono de broma.

- ¡No se está robando la atención de Klee! Es solo que es muy divertido y hace que las clases sean aún más divertidas! - alega la pequeña - Tiene un parche en un ojo, no quiso enseñarnos los que había debajo de el, ¡eso lo hacía aún más divertido!

- ¿No querrás decir misterioso? - pregunta el mayor

- ¡Divertido! - el mayor la mira de reojo y al verla tan emocionada prefirió no decir nada más al respecto.

- Hemos llegado, espera parqueo el carro y nos bajamos a comer helado y a andar por ahí, ¿te parece? 

- ¡Me parece!

Ya saliendo del auto se dirigen a la heladería favorita de Klee, y ya en el lugar ella ordena un helado de dos bolitas, una de frutos rojos y otra de chispitas, Albedo ordenó algo más simple, una bola de vainilla con jarabe de caramelo encima, ya ambos satisfechos con sus helados en mano se dirigen al banquillo libre más cercano, conversan sobre cualquier cosa, ya que sin importar el tema las conversaciones de estos dos personajes siempre fluían sin inconveniente alguno.

De repente, el de ojos celestes siente una extraña sensación en su interior, tan extraña que al encontrarse con la mirada de un tercero, lo deja paralizado siguiendo la vista de este, por el otro lado la persona que estaba caminando estaba igual de embobada que el rubio, siguiendo esos profundos ojos que no emitían expresión alguna pero la manera en la que su cara le veía decía otra cosa.

- ¿Que estas mirando? - pregunta la pequeña al darse cuenta que su acompañante había dejado de hablar repentinamente.

El rubio por fin sale de su trance y voltea su mirada rápidamente hacia la menor - No es nada, solo sentí la necesidad de mirar hacia ese arbol - Dice esto señalando un arbol cualquiera tratando de disimular sus acciones, cosa que la niña ignoro y señalaba una figura que era familiar para ella.

- ¡El profesor Kaeya! - su chillido de la niña fue tan fuerte que hizo al nombrado salir igualmente de su mundo.

La pequeña sale corriendo hacia el al notar que este había parado y estaba acercándose hacia ella.

Klee se lanza a los brazos de su profesor haciendo que este la levante y empiece a darle vueltas como si fuera un trompo, llena de carcajadas le dice que quería presentarle a alguien muy especial para ella, después de esto empieza a acercarse aún en brazos de su nuevo amigo viendo fijamente a Albedo con una sonrisa de oreja a oreja, aunque este estaba atónito, con cada paso con el que se acercaba el moreno hacia el, su corazón retumbaba como un inmenso tambor, sentía como si este se fuera a salir de su pecho, ¿Por qué se sentía así?, ¿Quién era esta persona?, ¿Se habían visto antes?, ¿Lo conocía de algún lugar? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, sin haberlo notado, el hombre estaba arrodillado en frente suyo con cara de preocupación, había estado tanto tiempo quieto mirando a un punto fijo que ni se había percatado.

- ¿Estas bien? - pregunta el moreno que tenia en frente.

- Ah si, solo me maree un poco - responde un poco desganado pero con una pequeña sonrisa para no preocupar a Klee, ya que de seguro se preocuparía demasiado hasta el punto de cuidarlo innecesariamente.

- Klee, quédate acá, iré a comprar una botella de agua y una pastilla para que se mejore, ¿bien?

- Entendido - asiente con la cabeza y un pulgar arriba mientras ve como se aleja el otro. 

¿Que fue eso? Se pregunta internamente Kaeya, intentando descifrar que hacia que la mirada de aquel chico lo atrapará tanto como para que hiciera a su corazón latir así de rápido sin siquiera conocerlo.

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Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, mis disculpas si está algo corto
pero era más que todo para no dejar morir el fanfic tan rápido NAVEKDB aunque aun así se me han estado ocurriendo bastantes cosas para capítulos más adelante, tambien les agradezco a los que están interactuando tanto como votando como comentando, bueno ahora sin más que agregar, hasta la próxima.

- Maia.

The Sparkle Of Your Eyes - Kaebedo [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora