1- PRIMER DÍA

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El profesor de historia y director de la Academia Shingeki, Erwin Smith, miraba a sus compañeros con los ojos bien abiertos esperando expectante las respuestas de estos.

-Si nos sigues mirando así no vamos a contestar – gruñó un pelinegro tomando un pequeño sorbo de su taza de té.

-A mí me parece una gran idea – exclamó la maestra de química y biología, Hange Zöe, asustando a sus demás compañeros.

-Apoyo a Hange – declaró Moblit Berner, el maestro de filosofía, con una pequeña sonrisa.

- ¡Así se habla, Moblit! – dijo la castaña tirándose contra el mencionado, provocando que la silla en la que estaba sentado el castaño se balanceara por tanto peso repentino.

-Compórtate por una vez en tu vida, Hange – volvió a gruñir el pelinegro cruzándose de brazos.

-Pero que amargado eres, Levi – se quejó de nuevo la mujer.

- ¿Qué opinan los demás de la propuesta? – preguntó de nuevo el rubio ignorando la pelea de ambos maestros.

-A mí no me molesta – contestó Mike Zachauris, el profesor de matemáticas de la prestigiosa academia.

-Creo que no debimos ser tan insistentes con la búsqueda de información de los alumnos nuevos – se atrevió a opinar la maestra de Lengua, Petra Ral quien miraba atenta al profesor de Literatura, Levi Ackerman.

Todos los presentes en la sala la miraron de manera extraña, ¿Acaso esa mujer se estaba escuchándose?

-Investigar sobre la vida académica de cada estudiante es lo mínimo necesario – respondió Levi evitando con desdén la mirada de la castaña. – Así podemos saber cómo tratarlos, su capacidad de aprendizaje y, por lo tanto, sabemos que problemas podrían traer, o que tanto potencial tienen, si lo aprovechan o no.

-Pero ¿Eso no sería invadir su privacidad? – cuestionó de nuevo la señorita Ral, intentando no dejarse ganar por su compañero.

-No es como si invadiéramos su casa – contestó Gunter Shulz, el profesor de física, con simpleza. – Solo revisamos lo que está en el expediente del estudiante.

- ¡Las palabras del profesor Ackerman están en lo cierto! – respondió Keith Shadis con firmeza. La mirada y tono amenazador que tenía ayudaba a que los estudiantes asistieran a tiempo y forma a su clase, Educación física.

-Es algo que se hace en esta escuela desde mi tiempo como maestro – contestó Smith.

"Ya va a empezar" pensó Levi tomando otro sorbo de su taza de té. El director se paró de su asiento y colocó su puño derecho sobre su pecho.

- ¡Entregue su corazón a este instituto, profesora Ral, y entenderá las razones de nuestra insistencia! – gritó con gran fuerza asustando así a la joven y poco experimentada maestra.

-Profesor – lo llamó Rico Brzenska, la maestra de geografía – Nos desviamos del tema. – Erwin se volvió a sentar con cuidado mientras sus demás compañeros lo observaban.

-Yo no estoy de acuerdo – se atrevió a decir el profesor de inglés, Auruo Brossard. – Meter a todos esos estudiantes en un mismo salón, es como irse a la ruina.

-Yo no lo veo así – contestó Moblit evitando la mirada molesta de Brossard – Todos ellos están en la misma situación, de alguna u otra manera. Por el historial y los comentarios de los maestros anteriores, la amabilidad de unos podría ayudar a el resto. Además de que este tipo de alumnos solo estaría en un solo salón y nos ayudaría a controlar a los otros salones.

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