Capítulo 21# Taylor....

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Me quedo atónita al ver la ventana del antiguo cuarto de mi hermana estallar en mil pedazos. Miro a Liam, que está igual de asombrado que yo, y no esperamos ni un segundo más para entrar en la casa.

En cuando el chico abre la puerta, acelero, lo más que mis piernas me permiten, para llegar a las habitación sin perder más tiempo.

Abro la puerta de un golpe, y me relajo al ver a mi hermana sentada en el suelo.

-Taylor....-musito mientras enciendo la lámpara de la mesita.

Se me rompe el corazón cuando veo el estado de la chica. Está sentada en el suelo, con las piernas cruzadas; mirando a la nada, con los ojos rojos e hinchados, que dejan ver con claridad que ha estado llorando bastante tiempo; le tiembla todo el cuerpo y en las manos sostiene con fuerzas unas tijeras.

En cuanto las veo se las quito de un tirón y la miro sin poder creerlo.

-¿Qué pretendías hacer con esto?- Le pregunto gritando.

Ni siquiera se me puede pasar por la cabeza que mi hermana mayor se pueda querer llegar a suicidar, de esa manera, en esas condiciones....

Levanta la mirada lentamente y niego con la cabeza, mientras recoge unos papeles del suelo. Me agacho a su lado para observar las hojas y enseguida descubro que son fotos.

Se las cojo, cuidadosamente, de sus blancas y temblorosas manos y las analizo: Son todas fotos de nuestra familia en algunos viajes, cenas familiares, momentos importantes... pero en todas ellas falta algo. Taylor se había recortado de todos y cada uno de los mejores momentos que hemos pasado los cuatro.

-¿Por qué?- le pregunto sin poder darme una explicación.

-Porque es la verdad...-dice con fuerza, como si le costara hablar.

-No Taylor... no entiendo por qué piensas eso, eres lo más importante, tanto para mamá y papá, como para mí...- acerco mi mano, para acariciarle el rostro.

-¡No!- grita apartando mi mano con un gesto bruto- ¿Ves? Ese es el problema. Solo me decís lo importante que soy cuando veis que estoy mal, el resto del tiempo parece que no existo en esta familia. Además, ahora nuestros padres están en el puto hospital y no te creas lo que dicen los médicos, porque solo lo dicen para que no perdamos la esperanza, pero yo sé la verdad, yo sé que ellos nunca más se volverán a despertar y sé que nunca más les podré decir cuánto les quiero. Pero, ¿sabes qué es lo peor? Que nunca se lo he llegado a decir, a ninguno y duele.

Noto como lucha con todas sus fuerzas para no volver a llorar. Tiene los puños apretados, la mandíbula tensa y le vuelve a temblar todo el cuerpo.

-Escuchame- le digo lo más calmada que puedo, aunque en el fondo estoy aterrada de los pensamientos que está teniendo- no quiero que vuelvas a pensar eso, ¿me entiendes? En esta familia todos somos igual de importantes, y no hace falta decirle a una persona lo necesaria que es las veinticuatro horas del día, y más cuando dicha persona sabe de sobra que sin ella no podemos estar. Y en cuanto a si se despertarán o no... eso ya ninguna lo podemos saber, ni los médicos, ni nadie; es cuestión de espera y ver cómo van avanzando. Y yo prefiero no perder la esperanza, a estar llorando por cada esquina porque mis padres no van a despertar.

Ella se limpia unas lágrimas que no han podido refugiarse más tiempo en sus verdes ojos y han tenido que salir, deslizándose por sus sonrojadas mejillas.

-No sé qué hacer Tiffany...

-Ni yo...- le respondo con una suave sonrisa.

Mi hermana me mira y la abrazo con todas mis fuerzas. Es lo más importante para mí, no podría imaginarme una vida sin ella, sin sus enfados, sin sus sonrisas, sus abrazos...

Oigo como unos pasos se acercan muy despacio a la habitación donde nos encontramos y llaman a la puerta.

-Pasa Liam- le digo apartándome un poco de mi hermana.

Él abre y entra con pasos cortos. Se para justo en el umbral de la puerta y no avanza más. Se queda mirándonos.

-Taylor, él es Liam- le digo a mi hermana señalando al chico- es el hijo de la familia con la que me dejaron mamá y papá, y el chico que os dije que conocí en el instituto.

Veo como en la cara de mi hermana se forma una de sus sonrisas, mejor dicho, esa sonrisa que le sale cuando le hablo de cualquier chico.

-Hola Taylor- dice el chico con su habitual tono amable- un placer, espero no haberos molestado.

-En absoluto Liam- le responde levantándose y dirigiéndose hacia él- espero que estés cuidando bien de mi hermanita.

Me alegro de que Liam haya venido, así mi hermana puede pensar en otra cosa, a parte del hospital.

-Eso creo- le dice el chico mirándome.

Sonrío al recordar los besos que me ha dado.

-Entonces perfecto- Taylor me mira y me guiña un ojo.

Nos quedamos en silencio y noto cómo mi hermana está pensando en algo, que debe de ser muy importante, ya que está muy concentrada.

-Quiero salir de aquí- dice al cabo de unos minutos.

-Vente con nosotros- le digo sin pensármelo dos veces.

-No quiero molestar a la familia de Liam con otra invitada más- dice suspirando.

-Pues nos volvemos a casa- contesto tocándole el hombre- ya vamos a estar las dos. Esperaremos a mamá y papá las dos juntas.

Veo como Liam aparta la mirada y respira hondo. Supongo que creía que me quedaría más tiempo.

Taylor me abraza muy fuerte. Y le digo que recoja sus cosas mientras Liam y yo esperamos en el salón.

El chico no habla durante un buen rato y me empiezo a poner tensa.

-¿Te pasa algo?- le pregunto sin levantar mucho la voz.

-Nada, solo que me hubiera gustado que te quedaras más tiempo.

-Vivimos a menos de una calle de diferencia- contesto riéndome- nos seguiremos bien todos los días.

Liam sonríe y me vuelve a mirar.

-Eso espero, no creo que pudiera estar mucho tiempo alejado de ti.

Continuamos hablando hasta que mi hermana baja con su maleta hecha.

-Volvamos a casa- digo mientras abro por última vez la puerta de mi antigua casa.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2015 ⏰

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