Aaron García
Y llegó el día.
Ese que por un momento parecía muy lejano, casi imposible; y que luego, gracias a situaciones que tampoco esperaba, las cosas cedieron un poco más.
—¿Creen que una camisa es mucho? ¿Es mucho verdad? Además hace calor, no importa, me pondré una camiseta, ¿eso está mejor verdad? Sí, está mejor, no estoy en la oficina Dios...
Lo que sucederá explica porqué mi papá está tan nervioso. No tengo registros en mi memoria de haber visto antes a mi padre de esta forma.
—¿Celeste o verde?
Todos lo miramos otra vez desde la sala.
—Celeste, ¿verdad?
No espera que ninguno pronuncie nada que vuelve a subir las escaleras rápidamente.
—Evidencia número mil de que eres hijo de tu papá y que no te adoptó. —Me dijo Mik, que se encuentra a mi lado—. ¿Así te ponías cuando ibas a verme? —Sonríe de forma coqueta y volteo los ojos sin poder esconder mi sonrisa.
—Claro Mik, así me ponía, sentía que me iba a desmayar, ¿cómo supiste?
Él agranda su sonrisa y deposita un beso en mi mejilla.
—Aunque siendo claros, el que se ponía así era yo por ti. Me dolía el estomago con solo pensar en tus ojazos.
Reprimo todas las ganas de rodearlo con mis brazos y besarlo para solo sonreirle. Rasco mi nuca antes de acariciar todo mi cabello.
—Eres de lo que no hay. —Alcanzo a decir con el rostro sonrosado.
—Yo también te amo. —Me pellizca una mejilla.
Acto seguido: mi vientre cosquillea y mi cara continua roja.
Escuchamos como las escaleras vuelven a sonar rápidamente.
—De acuerdo, ya estoy listo, ¿estoy bien verdad? —Se señala mi papá así mismo esperando una respuesta positiva.
—Por supuesto que sí —responde mi abuela por todos—. No te pareces a mi, pero tu papá me pareció buenorro al instante en que lo vi, así que...
—Y sigo buenorro —agrega mi abuelo—, el tiempo solo me favorece.
—Eh, ¿gracias?
—Cuando quieras —le da una palmada mi abuela en el hombro a su hijo.
A todo esto, definitivamente algo les habrá hecho deducir, que vendrá la novia de mi papá por fin.
Lo que hasta ahora sabemos es que su novia se llama Elizabeth, le podemos decir Beth, tiene un hijo un año menor que yo que se llama Alex y que los conoceremos hoy.
Mucha información por suerte.
—Ya están por llegar. —Avisa mi papá mirando su celular.
—Qué suerte porque ya está lista la cena. —Responde la abuela.
Todos seguimos como estamos mientras vemos a mi papá moviéndose de un lado al otro tratando de verse "no tan" nervioso.
Suena el timbre y ya saben quien corre hacia la puerta. Oímos nuevas voces y a continuación se presentan dos rostros desconocidos.
Observo primero a la mujer de piel oscura con un vestido floreado veraniego con tonalidades azules, los ojos marrones brillantes y llamativos, el cabello afro corto y atado con los rizos hacia delante luciendolos más bonitos. Tiene una especie de elegancia sutil que la hace ver más delicada... la verdad es que es hermosa.
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Norte & Sur
RomantikSon auténticos polos opuestos porque ni siquiera los libros y el chocolate coinciden; o la antipatía y la coquetería; o la inocencia y la depravación. Aunque, a lo mejor, las confusiones y las inseguridades puedan tener que ver. Pero, siendo claro...