Cuando Hyun Woo era pequeño, le habían dicho que nadie tenía permitido salir del distrito en el que había nacido: ni para salir al exterior del poblado en el bosque, ni para ir a cualquier otro distrito. Era una norma no escrita que se suponía que todo el mundo cumplía. Al menos, eso creyó Hyun Woo hasta que cumplió siete años.
El distrito en el que vivía era el segundo. En ese distrito vivían aquellos nacidos bajo la protección de Géminis, Capricornio y Acuario, y también esas tres constelaciones guardianas. Al menos, así había sido el plan en un inicio, un poblado que iba a crecer gradualmente con los hijos de las constelaciones, que a su vez tendrían hijos entre ellos. Pero las cosas no habían ido bien. Habían pasado cosas que nadie quería explicarle a un niño tan pequeño como Hyun Woo, cosas que habían hecho que, en vez de veintitrés sueños que ya deberían haber nacido en ese distrito, solo quedaran ocho. Por estar ausente, estaba incluso ausente la constelación de Acuario, que, según había escuchado Hyun Woo, había desaparecido con otra constelación poco antes de que él naciera.
El distrito era un lugar cerrado, hacía años desde la última vez que alguien entró o salió. Nadie lo había hecho tras la partida de Acuario y Libra.
Al menos, nadie había usado las puertas para hacerlo.
Un día a principios de agosto, Hyun Woo descubrió que había otra forma de moverse entre distritos de forma mucho más discreta. Lo averiguó de pura casualidad, siguiendo a Capricornio porque Géminis le había mandado a buscarla. La vio entrar en una caseta de madera que estaba siempre cerrada con llave, y sin saber las consecuencias que tendría lo que iba a hacer, corrió detrás de ella y sujetó la puerta antes de que se cerrara. Se asomó dentro para llamar a Capricornio, y entonces se dio cuenta que ella ya no estaba. Extrañado, hizo un mohín.
No era eso, tampoco, lo único extraño que escondía esa cabaña. Al asomarse, además de a Capricornio dentro, esperaba encontrarse una habitación pequeña con paredes y suelo de madera, pero allí no había nada de eso. Era una especie de invernadero, donde crecían un montón de plantas y árboles en un espacio que parecía más grande de lo que la cabaña desde fuera parecía ser. Estaba todo a oscuras, y lo más iluminado que se veía eran unas luces verdes que se movían, que parecían pertenecer a unas luciérnagas.
En la puerta, se quedó pensativo. Pensó en darse la vuelta e irse, pero Géminis le había mandado a buscar a Capricornio, y no le parecía correcto volverse sin haberla encontrado.
Se adentró en la cabaña, y cerró la puerta detrás de él. No parecía muy grande desde fuera, si Capricornio se había metido allí no podía ser muy difícil dar con ella. Empezó a caminar entre las plantas en esa oscuridad solo iluminada por las luciérnagas y por el borde verde fosforescente que había en los marcos de las puertas. Había cinco de ellas, incluyendo por la que había entrado, y todas tenían una letra dibujada en la madera. La W, la J (por la que él había entrado), la S y la N, y una restante con una X. Todas las letras estaban rayadas sobre la madera, menos la X, que se iluminaba en color azul. Era la única que no estaba cerrada con llave, y esa fue la que cruzó Hyun Woo.
Al salir y mirar hacia atrás, vio que delante tenía la cabaña de madera, pero no tardó en darse cuenta de que no era la misma cabaña por la que había entrado. Frente a ella, había un edificio enorme, parecido al colegio que había en su distrito, pero mucho más grande. Estaba camuflado entre los árboles, pero Hyun Woo sabía que, si el edificio estuviera a tan pocos metros como los que él había recorrido a pie, se hubiera dado cuenta. Volvió a mirar la puerta que había cruzado, extrañado, y luego subió el enorme tramo de las escaleras que había a pocos metros delante de él. Al llegar arriba se dio cuenta de que, desde allí, podía contemplar dos de los cuatro distritos, uno en cada lado. Siguió corriendo hasta cruzar la siguiente esquina, y vio que desde allí podía ver uno más, y al llegar a la siguiente vio el último, uno en cada lado, con sus altas murallas bordeándolos y rodeados por esa vía del tren que recorría en círculo todo el poblado, esas que no habían sido usadas en los últimos siete u ocho años.
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Cosmic Dust » Hyunghyuk. MONSTA X
FantasyDurante las noches más oscuras, Hyung Won se enamoró de un chico que dejaba motas con destellos a su paso. Un chico que era Luz, que le cogió de las manos y le descubrió que existían personas en el mundo que poseían habilidades sobrenaturales que, h...