Para Hyun Woo, desde hacía tiempo que era difícil distinguir qué era un sueño y qué era realidad. Al menos, normalmente. En ese instante, Hyun Woo sabía que estaba soñando.
Estaba caminando a través de un bosque, con sus zapatos manchados de cenizas, y frente a sus ojos había una playa. De arena fina, con el mar en calma. En medio de la playa había una puerta solitaria de color rojo, una puerta que no estaba adherida a ninguna pared, que en teoría no llevaba a ninguna parte. Aunque Hyun Woo sabía que todo llevaba a alguna parte.
El sueño era monocromo, en blanco y negro, por eso Hyun Woo sabía que se trataba de un sueño, con la misma seguridad con la que sabía que la puerta era roja, aunque no pudiera ver su color real en ese momento.
Ya había estado allí antes. Llevaba un trozo de un cristal en una mano, y eso le hizo fruncir el ceño. "Esto no debería estar aquí. No debería tenerlo yo" pensó, y tardó un instante en darse cuenta de que ese fragmento, la punta rota de una estrella de cristal, no era transparente, sino negro. Tan negro que incluso en ese mundo en blanco y negro era imposible negar que era de ese color.
Se distrajo un segundo tratando de darle significado a la existencia de ese cristal, a la razón por la que estaba en su mano.
Cuando alzó la vista de nuevo, ya no había una playa delante de él, había una caseta de madera rodeada de flores amarillas y también azules. Flores que tenían color en un mundo en blanco y negro.
Volvió a vista al cristal, pero el cristal ya no era un cristal sino un mechero encendido cuya llama podía verse a color.
"No..." pensó "otra vez no", y con todo su esfuerzo trató de mantener el mechero en su mano, pero su cuerpo no quiso obedecer la orden y lo dejó caer.
Un reguero de fuego empezó en un diente de león, y luego rodeó la caseta, que ardió con una facilidad terrible. El blanco y negro lo sustituyó el naranja, rojo y amarillo del fuego, y Hyun Woo comenzó a llorar.
Se incorporó bruscamente en la cama, mientras sentía la respiración atorársele en la garganta. Una mano aterrizó en su hombro suavemente, y cuando se giró, Ki Hyun estaba allí, ofreciéndole una bebida caliente.
-Gracias -susurró tan bajito que Ki Hyun prácticamente lo leyó en sus labios. Lo único que separaba su habitación (si podía llamarse así a ese altillo) de la de Min Hyuk y Joo Heon, era un biombo. No quería despertar a ninguno de los dos.
-Están dormidos -le dijo Ki Hyun en el mismo tono que había empleado Hyun Woo, mientras él cogía la taza y bebía un poco-. Las abejas descansan y la luz de Min Hyuk está apagada.
-¿Qué hora es?
-Las tres o las cuatro, no sé.
Hyun Woo asintió despacio, y luego llevó la vista al contenido azulado de la taza que tenía en las manos. No esperaba que Ki Hyun preparara algo como eso, hacía tiempo que no lo hacía. Aunque también hacía tiempo que Hyun Woo no tenía pesadillas tan intensas que incluso se colaban en los sueños de Ki Hyun.
Incluso tras despertarse, Ki Hyun lo había visto todo. La playa, la puerta, el cristal, el mechero, el fuego. Como si, más que un sueño, se tratara de un recuerdo propio, algo que había vivido él mismo. Ese té parecía adecuado dadas las circunstancias. Esas flores azules no solo despertaban dones, también ayudaban a devolver las cosas a su sitio en el momento adecuado, servían para que Hyun Woo pudiera pensar con claridad. Era algo que la madre de Ho Seok le había enseñado a Ki Hyun hacía mucho, mucho tiempo. Siquiera sabía por qué se acordaba, pero, por alguna razón, sus memorias que incluían a las constelaciones eran más nítidas que otros recuerdos, incluso los que habían sucedido de forma mucho más reciente.
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Cosmic Dust » Hyunghyuk. MONSTA X
FantasyDurante las noches más oscuras, Hyung Won se enamoró de un chico que dejaba motas con destellos a su paso. Un chico que era Luz, que le cogió de las manos y le descubrió que existían personas en el mundo que poseían habilidades sobrenaturales que, h...