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𖣘 DECISIÓN 𖣘
❒ Omnisciente❒
07 Enero, 2008 ━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Respirar nuevamente el fresco aire de lo que Japón la tenía muy contesta y risueña, después de aquellas vacaciones, Kōyō volvió a donde su historia seguía escribiendose. Al entrar a la escuela logró captar la atención de su mejor amiga, a quien extrañó.
━━¡Kōyō! ━━recibió el extraño y cariñoso abrazo por parte de Aoi━━ No me lo vas a creer. Bueno. . . pasaron muchas cosas ¿Sabes?
Ella con una sonrisa le dio pauta a que siguieran esa linda conversación. Aoi muy pocas veces llegaba de esa manera animada a contarle cosas, y cuando eso pasaba, era porque realmente son importantes, al menos para ella. Simplemente sonrió y felicitó a su amiga por lo contado.
Fue increíble como todo encajó en ese momento. Una vez Aoi terminó de hablar, en seguida llegó el cuarteto que impresionó a muchos en la escuela; a sólo unos cuantos metros estaban Chifuyu, Baji, Kazutora y Rhya conversando alegremente. Kōyō sonrió con satisfacción al ver a dos personas en específico; Rhya, él había comenzado a conocer más personas y le daba gusto que pudiera encontrar un círculo donde lo aceptaran y no tuviera ataduras, al mismo tiempo, ya no solo estaba con ellas dos. Y por otro lado, Kazutora. Él. . . No exageró al pensar que se veía más vivo, con más ganas de existir y seguir a delante.
━━¡Hola! ━━saludó su mejor amigo. Realmente había sido casualidad que se hubieran encontrado en aquel pasillo.
No hubo mucha interacción debido a que ya era el tiempo contado para que entraran a clases. Sin inconveniente alguno simplemente se saludaron y despidieron con rapidez, además, si decir palabra alguna todos sabían que en el descanso se iban a ver, o bueno, casi todos.
Alguna que otra clase fue aburrida o no fue lo suficientemente atractiva para Kōyō para prestarle atención, y no era problema para ella, después de todo ella siempre podía estudiar en la biblioteca que tenían en la escuela. Los minutos y horas pasaron tan rápido que lo único que pudo hacerle darse cuenta de ello fue la campana que sonó. Guardó en tiempo récord sus cosas y salió del salón con algo de prisa; por mucho que sonó la campana, no se dio cuenta hasta que vio casi todo el salón vacío. Trotando salió del edificio donde se encontraba y fue corriendo hacia la cafetería, una vez ahí, pasó de largo el comedor y fue directo a las escaleras del edificio, subió al primer piso, luego segundo. . . y llegó casi al final, ese pasillo no estaba tan concurrido, pero aún así se fijó en que nadie la siguiera o viera. Con velocidad y aprovechando la oportunidad que tenía, llegó hasta la azotea de aquel edificio ━━la cual era una de las que estaban prohibidas━━. El viento sopló y acarició el rostro de Kōyō.
