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- Los dejaremos solos para que hablen - dijo Jaemin intentando no incomodar a los chicos.

- Y deben hablar porque huir y besarse no soluciona nada - aconsejó Jeno siendo arrastrado por su pareja para que entrara a la habitación.

- ¿Quieres pasar? - preguntó Soobin avergonzado. No podía creer que él hubiera tomado la iniciativa y hubiera besado a Kai, quien prácticamente ahora era un tomate. El peliblanco entró algo inseguro y se sentó en el sofá con el más alto a su lado. El ambiente se sentía incómodo ya que ninguno de los dos sabía qué decir, Soobin repasa en su cabeza algo para decir pero nada salía de su boca - Me gustas.

Kai lo miró sorprendido sin poder creer las palabras que habían salido de su boca.

- ¿Qué dijiste?

- Que me gustas. Y no lo voy a repetir otra vez así que escucha bien; me gustas - habló convencido por primera vez sobre sus sentimientos. En realidad su corazón ya tenía certeza pero era su cerebro el que aún se negaba a creer.

- También me gustas - respondió Kai bajando la mirada hacia sus manos que temblaban por la vergüenza - ¿Qué se supone que haremos ahora?

- No sé. En realidad nunca pensé en eso, porque no pensé que llegaría tan lejos - respondió sincero sintiendo la risa del otro.

- Yo tampoco, pensé que iba a vivir por siempre con un amor unilateral.

- Quiero ser sincero contigo, yo nunca he vivido algo como esto y no sé si seré un buen novio - murmuró - No soy bueno diciendo cosas lindas, no soy bueno con los abrazos, no soy bueno con mis sentimientos y no estoy seguro de hasta que momento podrás soportar eso.

- No me importa, en serio, Soobin. Yo puedo ser cariñoso por los dos - habló rápidamente.

- No, eso no es justo para ti - suspiró dejando caer su cabeza hacia atrás.

- ¿Entonces no seremos nada...? - preguntó Kai haciendo un puchero que derritió su corazón.

Le sonrió.

- Haremos un trato, si estás de acuerdo. Mis papás dijeron que fuéramos lento y quiero pensar que eso es lo mejor, podemos acercarnos de a poco - propuso. El otro asintió efusivamente sonriendo.

- ¿Me vas a dejar abrazarte? ¿Y decirte hyung? - preguntó emocionado. Soobin asintió, debía empezar a derribar las barreras si quería mantener al peliblanco a su lado - ¿Y besarte?

Lo miró preguntándose si era una broma, pero claramente no lo era.

- Lo pensaré.

- ¡Al menos en la mejilla! Yo soy como mi gato, siempre necesito mimos - se quejó cruzándose de brazos.

- ¡A tu gato gordo no le gusta que lo toques! Cuando lo tomas en brazos siempre sale huyendo.

- ¡Eso no es verdad! Y deja de decirle gato gordo, que ahora prácticamente es tu hijo - frunció su boca en desaprobación a las palabras del pelinegro.

- Deja de decir tonterías, ese gato gordo no puede ser mi hijo - se quejó. Apoyó una mano cerca de la pierna de Kai y se inclinó besando rápidamente su mejilla dejándolo sorprendido - Y ahí tienes tu beso para que dejes de estar molestando.

El peliblanco se acercó e hizo lo mismo con él dejando un tierno beso sobre su mejilla.

- ¿Ves? Ya estamos progresando, a este paso vamos a terminar casados.

- ¡Kai! Deja de decir tonterías.

- Ahora quiero un abrazo.

Soobin rodó los ojos, era lo más evidente de la frase "les das la mano y te toman el codo".

PADRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora