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Su mente quedó en blanco. Jeno había soltado una bomba y ni siquiera le había dado tiempo para estar listo, solo lo había dicho, así sin más. Se quedó mirando a la nada mientras las palabras daban vueltas en su mente.

Me gustas.

¿Había escuchado bien? ¿Estaba acaso aún soñando? ¿Era una broma? Qué estaba pasando en la cabeza de Jeno ahora como para confesarle eso así sin más, pero bueno, entre los dos el rubio siempre había sido el más directo, no se andaba con rodeos.

- Si me vas a rechazar hazlo amablemente, porque tengo corazón de pollo - Jeno escondió su cabeza entre sus manos avergonzado.

- No te voy a rechazar, hyung - dijo rápidamente Jaemin.

El rubio levantó su cabeza rápidamente y lo miró ilusionado.

- ¿Entonces...?

- Aún lo estoy procesando. ¡¿Cómo me dices esas cosas así nada más?!

- ¿Y cómo quieres que te lo diga? - cuestionó.

- Que se yo, con indirectas quizás - se encogió de hombros avergonzado.

- ¡Pero si me la paso diciéndote indirectas y tú nunca las entiendes!

Los dos se miraron.

- No es que no las entienda, solo las ignoro. Nunca se si me estás jugando una broma - bufó Jaemin desviando su vista.

No podía creer que estaba teniendo una conversación así con el chico del que está, secretamente, enamorado.

- No estoy jugando, ya te dije, esto que siento es de verdad - Jaemin sabía que era así, él conocía muy bien al rubio y este era muy notorio con sus sentimientos, era muy transparente. Sabía que lo que estaba diciendo no era una broma, pero quería que así fuera. Aunque él también sintiera cosas por Jeno, no sabía cómo manejar la situación, para él era mejor sentir el amor unilateral - ¿Me vas a rechazar? Digo, para empezar a llorar.

Jaemin lo miró mal. ¿Cómo podía bromear con cosas así? Aunque en su voz podía notar el temor.

- Ya te dije que no lo haré.

Jeno dejó escapar un suspiro demasiado exagerado. Así era el rubio y esas pequeñas cosas eran las que volvían loco a Jaemin, no sabía si estaba loco de amor o loco de fastidio, quizás era una mezcla de las dos. El chico siempre sabía cómo hacer que una situación dejara de ser incómoda, hacía comentarios que podían interpretarse de mil maneras. Sí, le volvía loco su sarcasmo, sus bromas, su comportamiento, sus risas, sus gestos exagerados, sus imitaciones, sus comentarios, todo Jeno lo volvía loco, pero estaba comenzando a aceptar que todo eso que lo volvía loco también lo tenía profundamente enamorado.

- Te odio tanto - murmuró tirando su cabeza hacia atrás mirando hacia el cielo.

- ¡Oye! Dijiste que me aceptabas como novio, y ahora me dices que me odias, ¡qué tóxico! - se quejó Jeno alzando un poco la voz.

- ¡Hey! Tu nunca me pediste ser tu novio así que no me salgas con esas cosas - le reprochó - Además no te odio en ese sentido, odio que me gustes también. Odio que tú gustes de mí. ¿Sabes? Yo estaba bien teniendo solo un crush contigo, esto me complica.

Jeno lo miró sorprendido por lo que acababa de decir, Jaemin sin levantar su cabeza también lo miró.

- Sí somos novios, acabas de decir que te gusto - el rubio sonrió victorioso.

- ¡Que no! - se quejó nuevamente Jaemin. Iba a volverse loco, un loco enamorado.

- Jaemin y Jeno novios - canturreó el chico sin prestarle atención.

PADRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora