Quería visitar a Tania, no la he visto desde el hospital y quería saber como estaba y como se sentía, estaciono mi carro al frente de su casa, me bajo para acercarme a la puerta y toco el timbre, pero no sale nadie, lo vuelvo a tocar y nadie abre la puerta ¿será que no está? No me rindo y vuelvo a tocar el timbre, espero y espero, soy un poco terco así que decidí tocar el timbre por última vez y ahí veo como la puerta se abre y veo a Tania, tiene un moño en el cabello, pero esta despeinado, tiene un suéter blanco y un short negro y no tiene zapatos esta descalza, igual se ve hermosa con el cabello desordenado; pero al ver sus ojos veo que están un poco rojos ¿Estaba llorando? Y ahí empiezo a notar su nariz y sus mejillas que también estaban rojas y sus labios estaban hinchados, ahí lo confirmé Tania estaba llorando, pero... ¿Por qué?
-Hola Marcus- Tania me quita de mis pensamientos
-Hola Tania ¿Cómo estás?
-Bien Marcus- No entiendo porque, pero siento que me está mintiendo
-Puedo pasar? – Le pregunto, quiero hablar con ella
-Oh claro, pasa- Se hace a un lado para que pueda pasar
Su casa en bonita es de dos pisos, esta pintada de color blanco y unos toques de negro, paso a la sala y tiene unos bonitos muebles negros y al frente tiene un televisor. Me siento en los muebles y veo como ella se suelta el cabello para volver hacer un moño más ordenado
-Quieres tomar algo? – Me pregunta terminándose de acomodar su peinado
-No, gracias- Le doy una sonrisa de boca cerrada- quería saber ¿Cómo te sentías y como esta tu golpe?
-Estoy bien, ya no se me nota casi- Me enseña su golpe que esta en su mejilla de lado derecho, tiene razón ya no se nota casi -Y tu ¿Cómo estás?
-Al manejar me duele un poco el cuerpo y bueno los golpes si se notan un poco- Le enseño mis golpes, tengo uno en el brazo izquierdo, en mi mejilla derecha, en la parte superior de mi labio, otro cerca de ojo derecho y otro en mi nariz
-Te ves horrible, parece que hubieras salido de una película de terror- Me lo dice riendo y la veo con cara asesina
-Bueno gracias por reírte de mí- Le digo con una sonrisa falsa y ella se vuelve a reír
Se ve tan linda cuan se ríe, se que no eres fría Tania, se que esa frialdad oculta tu personalidad y poco a poco voy viendo como eres en realidad y ese es mi objetivo...poder verte sin tu frialdad. Hay un momento de silencio y decido romperlo con mi pregunta
-Oye Tania ¿quieres salir hoy en la noche? – Ella cambia su cara ahora parece ¿seria?
-No, gracias- Y volvemos a la frialdad
Pero no me rindo fácil
-Perfecto ¿te parece a las 8:00? – Le digo levantándome del sofá
-Dije que no quería ir Marcus
- ¿Qué quieres cenar? - Le digo con una sonrisa y ella pone los ojos en blanco
-Marcus, no- Siento que estoy en el polo norte por su frialdad
-Por favor Tania es solo una cena- Le digo con ojos de suplica
-Ok, pero no es una cita- Veo como cruza sus brazos
-Pero yo no dije que era una cita pequeña Elsa- Al decirle eso observo que se pone roja y eso me hace reír
-Solo...no quiero una cita- desvía la mirada
-Bien, te busco a las 8:00 pequeña Elsa- Salgo de su casa y juego con mis llaves
-Que no me llames así idiota- Me grita y eso me hace mirarla de nuevo
-Ok...pequeña Elsa- Tania se voltea y cierra la puerta
Me monto en el carro y lo enciendo, me encanta fastidiar a esa chica me gusta verla molesta, recuerdo como se puso roja al decir que no era una cita y me rio, obviamente quería que fuera una cita, pero sabía que ella iba a decir que no, por eso le dije que no iba a ser una cita. No entiendo porque pienso en ella todo el tiempo, no la conozco bien y no me la puedo quitar de la mente ¿Qué me hiciste Tania?
ESTÁS LEYENDO
Nunca te olvides de mi
RomanceA veces las personas llegan a nuestras vidas para enseñarnos, unas se van y otras se quedan; pero siempre vamos aprender de ellas. Así fue la historia de Marcus y Tania, eran dos polos opuestos pero necesitaban aprender uno del otro para que se dier...