Ha pasado una hora y ya me quiero ir a mi casa, pero mi amiga la está pasando tan bien que no quiero arruinar su noche, entonces decidí irme caminando, Laura no me quería dejar ir, pero le dije que se quedara tranquila la casa tampoco estaba tan lejos; Dylan me dijo que me podía llevar, pero le dije que no y me fui.
Me gusta caminar sola, me siento bien, estaba tranquila, podía pensar y escuchaba música. Pero tengo tanta suerte que empezó a llover y claro justamente cuando estaba caminando ¡¡¿NO PODÍA LLOVER OTRO DIA?!! Empecé a correr porque estaba lloviendo muy fuerte, no podía ver bien, tenía mucho frío; cuando voy a doblar la esquina ¡BAM! me golpeó con una persona.
- ¿OYE TEN CUIDADO, NO VES? - Le gritó a esa persona
-Tu eres la que está corriendo y no me grites, no seas grosera- Me dice aquel chico con su sombrilla.
-Disculpa, tienes razón yo estaba corriendo y no debí gritarte- De repente no siento la lluvia y alzó la mirada y veo que el chico me tapa con su sombrilla; el chico era alto, tenía los ojos claros no podía ver bien su color de ojos, era de piel blanca y su cabello era como el mío castaño oscuro.
- ¿A dónde vas? - Me preguntó aquel chico de ojos claros
-Ni siquiera te conozco- Le digo dando un paso atrás, ahora sí podía sentir la lluvia
-Te vas a resfriar- Me dice aquel chico
-Eso no te debe de importar- Le digo frunciendo el ceño
-Uy que fría- Me dice
-Si lo soy y ya me voy- Le digo dando un paso para irme, pero no me deja pasar y ahí lo miro -Déjame pasar o te doy una patada-Le digo ya molesta
-No puedo dejar que te vayas así, está lloviendo y estás sola- Me dice el chico con una mirada seria.
-Primero no te conozco, segundo no me importa estar sola y tercero tú puedes ser un asesino que me quiere secuestrar o yo qué sé, no te conozco- Le digo dando otro paso para irme, pero el chico no me deja pasar y ya me estoy cansando.
-Pues sería un asesino afortunado por encontrarme a una chica bonita y un poco gruñoncita- Me dice con una sonrisa, ok ya lo quiero golpear.
-Puedes dejarme ir? - Le pregunto ya cansada, juro que le voy a dar un golpe.
-No- Me dice, ok ya me cansé, agarro mi mano y la pongo como puño para darle el golpe y cuando le iba a dar el golpe me agarra la mano y me mira a los ojos y ahí veo el color de sus ojos...eran verdes- Escucha chica te voy a acompañar si o si, no quiero dejarte sola y si tanto te preocupa que soy un desconocido, pues me llamo Marcus Brown, ahora déjame llevarte a tu casa niñita- Me dijo mirándome a los ojos
No sé porque no puedo hablar, es como que me hechizo con esos ojos y mi corazón está latiendo con fuerza ¿Qué te pasa Tania? reacciona...pero no puedo creer lo que voy a decir ahora
-Ok Marcus, puedes acompañarme, pero llegas hacerme algo te doy una patada- Le digo muy seria, pero él suelta una sonrisa que hace que mi corazón se acelere más y más ¿Qué me pasa?
-Ok, pero no me dijiste cómo te llamabas - Me dice el chico con una sonrisa
-Me llamo Tania- Le digo
Y ahí empezamos a caminar con la lluvia hasta llegar a mi casa.
ESTÁS LEYENDO
Nunca te olvides de mi
RomanceA veces las personas llegan a nuestras vidas para enseñarnos, unas se van y otras se quedan; pero siempre vamos aprender de ellas. Así fue la historia de Marcus y Tania, eran dos polos opuestos pero necesitaban aprender uno del otro para que se dier...