Estoy con Laura en la cafetería que esta al lado de su casa. Tomamos café y hablamos de varias cosas hasta le conté lo que paso con Marcus, casi se ahoga con su taza de café cuando se lo conté. Abre los ojos como platos y hace un chillido que molestan mis oídos
-¡¡¿Se besaron?!!
-Si, pero...
- ¡SE BESARON!
-Shhh cállate Laura te van a escuchar – Le hago señas para que baje la voz
- ¿Y eso que importa? Tania se besaron, que lo sepa todo el mundo- Lo dice levantándose de su silla
-Oye Laura pero que...
-Oye amigo- Se acerca a uno de los meseros- Mi amiga beso a alguien ¡ya supero a su exnovio!
-¡LAURA!- Le grito apenada. El mesero me ve y me quedo congelada de la pena
-Que bien por ti chica- Me dice el mesero y después se va
-Que emoción- Laura se vuelve a sentar con una sonrisa de lado a lado
-Se puede saber ¿Qué te pasa? - Le digo un poco molesta
-Tania se lo que sufriste por el idiota de Alex, lo que me acabas de decir me emociona porque significa que le estas dando otra oportunidad al amor- Toma un poco de su café emocionada
-Nunca dije eso, ni si quiera me gusta
Mentirosa
Cállate vocecita
-Entonces ¿Por qué lo besaste?
-Yo... no se- Miro mi café y con mi dedo rozo mi taza
-Yo si se. Te gusta Tania, pero no quieres decirlo porque tienes miedo a que te lastimen de nuevo. Perooo tienes que darle otra oportunidad al amor – ella agarra mis manos- Además, he visto como lo miras, he visto como te saca una sonrisa y he visto como te ve, le gustas Tania
-Lo sé, pero tienes razón Laura, me gusta, y tengo miedo- Bajo un poco la mirada
-Te preguntare algo- La miro a los ojos - ¿Confías en él?
-Entonces no temas y si te hace daño le doy unos golpes- Eso me hace reír- Siempre estaré contigo Tania en las buenas y en las malas
-Tu no eres mi amiga Laura, eres mi hermana
Me levanto de la mesa para abrazarla, ella también se levanta y nos abrazamos. Tal vez Laura tiene razón, tengo que darle una oportunidad a Marcus y ella tiene razón...siento algo por Marcus. Desde que lo vi esa noche lluviosa con su sombrilla y cuando vi sus ojos, sentí algo raro, no sentía soledad...
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Nunca te olvides de mi
RomanceA veces las personas llegan a nuestras vidas para enseñarnos, unas se van y otras se quedan; pero siempre vamos aprender de ellas. Así fue la historia de Marcus y Tania, eran dos polos opuestos pero necesitaban aprender uno del otro para que se dier...