𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 -𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒

𝑹𝒂𝒏

Ran me había llamado justo después de desayunar,me pidió verme este día y accedí con gusto.

Las salidas con el siempre terminaban en una sola cosa...sexo.

Ninguno de los dos hermanos sabía de las aventuras que tenía con el otro y las veces que se enteraban era por que entre los tres nos divertíamos juntos.

—Paso por ti a las cuatro. —Informo Ran colgando la llamada.

Terminé mis labores y subí a mi cuarto para buscar que ropa ponerme,tome un baño y me arregle para el.

Esperé a que pasara por mi y justo antes de dar la hora escuche el timbre sonar.

Baje las escaleras y abrí la puerta,Ran se encontraba ahí esperando, vestía un traje elegante con su cabello bien peinado como solía tener.

—¿Estás lista? —Pregunto extendiendo su mano para que la tomará.

—Por supuesto. —Conteste colocando mi mano sobre la suya.

Me escoltó hasta la puerta de su coche esperando a que entrara,cerro esta tras de mi caminando hasta el otro extremo para entrar de igual forma.

Comenzo la marcha saliendo de mi vecindario.

—¿A dónde quiere ir señorita? —Cuestiono.

—Creí que ya tenías trazado un
plan. —Dije entre risas mirando a su dirección.

—Esta vez quiero que decidas tu. —Dijo devolviendo la sonrisa.

Me quede pensativa un momento mientras observaba  el paisaje.

Decidí ir al centro comercial y Ran acepto sin pretexto alguno.

Despues de unos minutos llegamos a este,complaciendome como siempre,Ran me dejo escoger lo que yo quisiera.

Despues de unos cuantos pares de zapatos y atuendos glamurosos de calidad,terminamos subiendo todo a la cajuela del coche.

—No puedo creer que hayas comprado ese vestido. —Dije entre risas.

—Lo mejor para la señorita. —Contesto mientras abría la puerta de su coche para darme entrada.

Antes de salir del centro comercial,Ran se detuvo en una tienda que lucía vestidos hermosos en sus escaparates,nuestros ojos inmediatamente se detuvieron en un vestido púrpura deslumbrante.

No tardamos en entrar y llevarlo con nosotros junto con las demas comprás.

Ran subió en el auto y lo puso marcha.

—¿Próxima parada? —Pregunte.

—Mi casa. —Contesto. —Quiero que tomes un baño si gustas y te arregles con todo lo que compramos por mencionar que tambien me gustaría verte con el vestido que
compramos. —

—¿Y eso a que se debe? —Cuestione intrigada.

—Me gustaría llevarte a cenar. —Dijo dejandome ver una sonrisa orgullosa en el.

Se apresuró a llegar.

No era la primera vez que entraba a su casa aunque no pasaba más allá del cuarto de los chicos,la cocina y la gran sala,en varías ocasiones había llegado con ellos para después embriagarnos y perder la noción del tiempo.

Inmediatamente que entramos me llevó hasta la sala ayudándome a dejar todas las bolsas sobre el sofá.

Mis ojos frenaron en el cuando se quitó el saco azul marino que llevaba.

Se percató de aquello y nuestras miradas se cruzaron por unos leves pero eternos segundos.

Camino en mi dirección recortando la distancia entre ambos,mi cuerpo se sostuvo de aquella mesa de billar en la que los chicos amaban jugar.