𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 -𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒

𝑯𝒂𝒌𝒌𝒂𝒊

Me estaba quitando la ropa en el taller para probarme uno de los trajes de baño que Mitsuya había confeccionado,iba a ser su modelo para tomar unas fotos a sus magníficas obras de arte y exponer su nueva colección.

—Mitsuya —Hablaron abriendo la puerta de par en par.

Me quedé inmóvil mirando directamente a los ojos de aquel chico,aun llevaba mis bragas y la parte desprotegida de mis pechos la alcance a cubrir con mis brazos.

Parado frente a mi observaba a detalle mi cuerpo,su cara comenzó a tornarse completamente roja,baje la mirada de vergüenza percatandome sin querer del bulto que se había formado entre sus piernas,eso solo hizo que me sonrojara junto con el.

Era muy guapo,esa cicatriz lo hacía lucir rudo,¿Y si me metía con el?, reí para mis adentros.

—Lo siento,lo siento mucho...solo buscaba a Mitsuya,no era mi intención ver, saldré ahora mismo —Se disculpo aquel chico tapándose los ojos y dándome la espalda.

Me quedé pasmada después de que cerrará la puerta con fuerza,¿Que había pasado?

Yuzuha no tardo en aparecer,toco a la puerta preguntaba si ya estaba lista,doble mi ropa y la metí a mi mochila.
Me llevó a un mini jardín donde me esperaba Mitsuya con todo ya montado,la sorpresa que me llevé al ver de nuevo al chico de hace rato,mi cara se sonrojo nuevamente pero no hice caso a ello.

—El es Hakkai,mi hermano —Presentó Yuzuha.

—Me ayudara a tomar las fotos,espero no te incomode —Hablo Mitsuya después de ella.

—No,claro que no,estoy bien con lo que decidan.

Pose para la camara pero no podía relajar mi cuerpo del todo, sentía su mirada a través del lente.

—Relajate,lo haces bien —Alentaba Mitsuya.

Después de un par de fotos me dejaron ser libre por fin,era el turno de Yuzuha.Me quede a un lado observando los movimientos torpes de Hakkai.
A mi parecer,lucia bastante guapo.

La sesión terminó,debiamos cambiarnos.Despues de poner todo en su lugar,acompañe a los chicos que estaban en la sala revisando como habían quedado las fotos,faltaba montar los escenarios y dar pequeños retoques pero el trabajo estaba hecho.

—¿Hace bastante calor no? —Preguntó Mitsuya.

—Deberíamos ir por algo frío para pasar el rato mientras revisamos lo que falta —Inquirió Yuzuha.

Sin al menos preguntarnos a Hakkai y a mi terminaron dejándonos solos en la casa de Mitsuya,Hakkai se nego a ir para terminar de una vez con las fotos,me iba a quedar con Yuzuha pero cuando Mitsuya ya se había ido,se acordó que debía de pasar a recoger un paquete a casa de una amiga.

Y fue asi como el silenció volvió a reinar la habitación,no sabía ni que decir y el sonrojo de Hakkai delataba que aun pensaba en lo ocurrido.

—¿Quieres venir a ver como estan quedando? —Por fin cortaba el incómodo silencio.

Acepte y me acerque por el costado inclinandome para observar mejor.

—Se ve genial,no siento que sea yo en la foto —Dije sonriendo.

—Salieron muy bien gracias a su
trabajo... —Halago apagando su voz en las últimas palabras.

Sus ojos estaban sobre mis pechos,el inclinarme los dejo a una perfecta altura donde el escote dejaba ver mas allá.
Me ruborise al instante y enderece mi postura.

—Lo lamentó,no era mi intención volver a ser tan descortés —Dijo apenado.

Lo observé por unos instante,su cuello estaba tensó, volví a mirar entre sus piernas y efectivamente se encontraba como había pensado.

—Eres muy tímido... —Afirme mientras volví a quedar a su altura.

No se inmutó en observarme hasta que sintió la proximidad de mi rostro.
Sus mejillas seguían igual de rojas y eso me alentó a comprobar que pasaba si lo besaba.
No era una santa pero tampoco era como que dejara ver a todo el mundo de lo que podía ser capaz.No lo conocía pero eso cambiaría desde hoy

Para mi sorpresa,me siguió el beso hasta llevarme a la situación actual.

Me encontraba sobre sus piernas,besandolo y desabrochado los primeros botones de su camisa,las manos de Hakkai yacían por debajo de mi falda apretando mi trasero.
Todo iba bien hasta que me aventure a desabrochar sus pantalones.

—No puedo,no tengo con... —Lo interrumpí.

—Tranquilo,es seguro —Le informé susurrando al oído.

—Pero ¿Y si llega Mitsuya? —Cuestiono.

—Bien,solo sacare tu miembro,llevo falda asi que sera fácil —Dije segura de lo que hacía.

Frote mi entrada con su tronco,las venas resaltaban por lo duro que estaba.Leves quejidos salían de su boca al movimiento de cada roze.

Una de sus manos subio al escote y saco uno de mis pechos,a simple vista pude notar que era lo que más le gustaba.
Succionó de el como si de un bebé se tratará,su lengua hacía circulos al rededor del pezón.

Mientras el se encontraba ocupado dando placer a esa zona, metí su miembro poco a poco, sentí como mis paredes apretaban su miembro conforme lo metía enteró.
No resistió en gemir a la misma vez que yo lo hacía.
Mi cuerpo daba duros sentones sintiendo la presión en mi abdomen.

Hakkai no se encontraba del todo cómodo en esa posición asi que me hizo darle la espalda volviendo a introducir su miembro erecto en mi.

Mis pechos fueron manipulados por sus manos,estrujando y deteniendo con cada sentón que le daba.

Mi trasero pegada con su pelvis generando ruidos sexosos en el comedor, subí la intensidad.
Cuando más sensible se encontraba mi cuerpo,llevo su mano por debajo de la falda,masajeando al mismo ritmo que lo embestia.

Soltó una leve palmada cuando sentí el clítoris a estallar,provocando la contracción de mi cuerpo.

Continúo haciendo círculos en el presionando por momentos las zonas nerviosas donde rozaba su miembro.
Cuando estaba a punto de llegar al orgasmo,sostuvo mis piernas alzandolas,haciendo que las abriera de par en par.

Tenía miedo de que el acto acabara por habernos caído de la silla pero me sostuvo con fuerza alzando su pelvis para ahora el embestirme.

Nuestras respiraciones se aceleraron y los gemidos se entre cortaban con cada estocada.

Llegamos por fin al orgasmo contrayendo mi abdomen y ahogando el grito de mi gemido mientras sentía como se corría dentro de mi inundandome con lo caliente de nuestros jugos saliendo.

—¡¿Ya puedo pasar?! —se hizo presente la voz de Mitsuya aun fuera de la casa.

Nuestras mejillas se encendieron de la pena y baje rapido de su agarré, ambos nos acomodamos la ropa y tratamos de arreglar el desastre antes de que pasara Mitsuya.

La risa cómplice se hizo notar mientras ordenabamos todo y tratabamod de guardar la compostura.