¿Pero que demonios es el amor sin dolor, sin sufrir?
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Ingrese al estudio de Indra, él bebía una copa de vino, tal vez toda la botella, llevaba ya bastante tiempo bebiendo sin parar, sexo, alcohol y drogas, por días...semanas, meses tal vez.
Algo se había roto, las cosas nunca estuvieron bien dentro de nuestra enferma y retorcida mente...eso era obvio pero ahora las cosas estaban peor.
—Jodiste todo lo bueno que tenía.— dijo al tiempo que golpeó mi abdomen, el aire me faltó, intenté empujarlo pero volvió a golpearme está vez en el rostro, yo regrese el golpe, su labio sangro, sus rodillas tocaron el suelo, lloraba desesperado.
—¡No es más que una puta con problemas paternales!, Ya deja de actuar así por ella, no vale la pena– grite furioso. Estaba cansado de su jodida actitud.
—No quiero a otras chicas, la quiero a ella.– musitó
—Esta rota Indra, ella está jodidamente rota.– dije después de acercarme a él.
—¿Y como crees que estamos nosotros?– cuestionó sin mirarme.
—¿Por qué?...Se suponia que solo sería un maldito juego—cuestione al tiempo que metí un par de píldoras mágicas a mi boca, me aleje de él, fui directo a la cava, tome una una botella alcohol y bebí de esta.
Indra tambaleante se acercó a mi, él me tomo del cuello de la camisa y con la mirada fija en mi rostro me ofreció una sonrisa, una sonrisa carente de felicidad, vacía y sin sentido.
Las lágrimas caían, una tras otra.
— No lo sé.— dijo entre el llanto, entre el dolor— pero se que todo se ha vuelto gris sin ella, no se qué está pasando...Ashura...no se qué está pasando.
Uni mis labios con los de mi hermano, fue lento, un beso simple que terminó en uno demandante, una píldora termino bajo su lengua, mi camisa rasgada, follando como hacia años lo veníamos haciendo.
Enfermo.
Si, pero nosotros nunca lo vimos asi, y es que solo éramos el y yo, nunca hubo nadie más, una clase de amor loco...enfermo y loco.
Un amor tan parecido al infierno, en dónde solo las drogas y las mentiras nos ayudaban a sobrellevarlo, en ocasiones suelo preguntarme el quien mancho a quien, he hecho cosas malas por él pero él también ha hecho cosas horribles por mí.
Y aunque intentamos huir, olvidar y alejarnos al final volvemos a caer, no es físico, es mental...una dependencia, miedo tal vez...sentirnos solos nos lleva al borde de la locura, nos hace hacer cosas estúpidas, entramos en pánico y jodemos aún más está mierda.
Jodimos a aquella niña en el parque, esa que solo quería jugar con él y termino con una fractura en el cráneo después resbalar del pasamanos.
Jodimos a aquel chico en secundaria que solo quería ser mi compañero de estudio y termino siendo arrollado por un imbécil que se pasó el alto.
Jodimos a aquella chica que vivía cerca del instituto y solo quería ser digna de de Indra pero en su lugar termino recluida en un sanatorio después de ser ultrajada por un par de mafiosos.
Jodimos a las hermanas que visitaban semanalmente el internado para hombres en busca de algo de diversión, las pobres no merecían el destino que tuvieron pero vamos que yo simplemente no pide evitarlo...jodimos a tantas personas pero ninguna había Sido importante, solo eran distracción, un pasatiempo hasta que llegó Itachi a la vida se Indra.
Al principio crei que era solo admiración, estaba cómodo con eso pero después note que mi hermano sentia mucho más que admiración y respeto, el miedo a estar solo me invadió y aún que me repetí a mi mismo que nada pasaría entre ellos al final no pude contenerme y es que de alguna forma Itachi comenzó a ceder...tuve que alejarlo, confesar lo que sabía de mi padre y Mikoto a Fugaku ayudo a qué la distancia los alejara, después un par de rumores e Indra y yo terminamos nuevamente en un internado.
Creí que todo había acabado, seríamos el y yo...acordamos tener a tres mujeres, compartirlas, pagar por sexo ocasionalmente, salir en citas con otras chicas y después solo mandarlas a la mierda, volvimos...todo sería fácil.
Pero entonces ella apareció.
Recuerdo
—La chica, la que venia con Menma— dije apoyando la palma de mis manos sobre la baranda.—¿Que hay con ella?
—Es linda, sus colores son interesantes.
Indra sonrió sin apartar la mirada del jardín.
—¿Te interesa?
—Me interesa, obviamente si, pero será más interesante verte a ti con ella, llámalo masoquismo pero en verdad quiero ver si podemos manejarlo.
—¿A qué te refieres?
—Enamorarnos de otras personas, ¿podremos tolerarlo?, Papá necesita herederos, la gente espera dos bodas, dos mujeres que estén a nuestro lado...necesitamos aprender a manejarlo, saber que tan buenos somos mintiendo.
— ¿Que es lo que tengo que hacer?
— Juega con ella a esa mierda llamada amor.
Fin de recuerdoAbrí los ojos con dificultad, la cabeza me dolía, termine en el baño vomitando. Indra dormía boca a bajo en mi cama, solo una sábana enredada en su cadera cubria su cuerpo desnudo, el agua fría mojando mi cuerpo fue de ayuda para aliviar un poco las molestias de la resaca.
Salí de la habitación y me dirigí a la cocina, tome una botella de vino tinto y comencé a beber, una píldora bajo mi lengua.
Llamé a mi hombre de confianza, encendí un cigarrillo al tiempo que todos los recuerdos de la noche anterior venían a mi incluidas alucinaciones consecuencia de las drogas.
Indra y yo iniciamos un juego perverso, ella no era más que una pieza estúpida en nuestro tablero de vida y sin darnos cuenta se volvió jodidamente importante... simplemente todo se salió de control, y ahora Indra y yo debíamos jugar un juego aún más perverso.
—¿Necesita algo señor?
—Necesito que la busques, no me importa que mierda tengas que hacer pero encuéntrala.
Él asintió, después de hacer una reverencia se retiró, le di un trago a la botella.
Cerre mis ojos al tiempo que me repetí a mi mismo lo mucho que la odiaba, las ganas que tenia de hacer con ella lo mismo que hice con todas esas personas que llegue a odiar.
Pero entonces sus malditos colores se hicieron presentes en mi obscuro interior.
Mierda.
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Ashura colors por :
Puccalovelin