En compañía de mis amigos acudí al club nocturno más concurrido se L.A, un grupo de actrices nos hizo compañía, algunas eran famosas, otro tanto buscaba abrirse paso en el podrido mundo de la fama y el dinero, tome a la más joven, era pequeña y delgada, bastante guapa, su cabello era color negro, ojos color miel, tímida.
Sonreí cuando le ofrecí dos fajos de billetes verdes, todos de cien, accedió a cumplir mis fantasías, bebi más de la cuenta pero todo el grupo que me acompañaba también hizo lo mismo.
Las pildoras no se hicieron esperar, encendí un cigarrillo tras otro, la chica se montó sobre mi, la bese con intensidad, ella mordió mi labio, mi teléfono celular comenzó a vibrar dentro de mi bolsillo, abandone los labios de la chica, ella atendió mi cuello, respondí la llamada.
-Tarderemos un poco más en sacar a Indra de la clínica, la seguridad es excesiva, pero no imposible, tal vez un par de semanas más, te llamare cuando tú hermano este fuera de la clínica.
-Esta bien.
Colgué la llamada.
-Ve abajo, baila con tus amigas.- ella me miro sin entender, mordí el lóbulo de su oreja, ella se estremeció.-quiero verte bailar, pague por qué me entretengas está noche...ve y haz lo que te pido.
Ella asintió, se puso de pie, arreglo su vestido y después fue a buscar a dos de sus amigas, ella bajo a la pista, mierda ni siquiera recuerdo cuál era su nombre, pero honestamente no me interesa saberlo pues al final para mí todas llevan el mismo nombre, metí otra píldora a mi boca, aspire un poco de polvo blanco y finalmente me puse de pie.
Camine hasta la baranda después de tomar la botella de whisky, bebi de esta, enfoque la mirada en la pista de baile, las luces neon la iluminaban, abajo todos bailaban, se divertían, yo siempre quise eso, divertirme, supongo que de ahí venía mi obsesión con las fiestas constantes y la música a alto volumen.
El estómago me dolió cuando la ví abajo bailando, la droga había hecho efecto más rápido de lo que pensé, tal vez cada día la decadencia era más evidente, o tal solo había consumido más polvo del usual,.di otro trago cuando Him & I de G - Eazy con a sonar, odiaba la canción, amaba la canción...y es que la voz de Halsey me recordaba a la de ella, era idéntica y a veces cuando escuchaba las canciones de la cantante era inevitable no recordarla.
Odiaba a Halsey por recordarme lo que se suponía debía odiar más que a nada en la maldita vida.
Sonreí ciando la Vi sonreír abajo en pista, sus amigas parecían hacerla pasar un rato agradable, era como cuando llegó a nuestra vida y es que si buen ella ya estaba rota al menos en ese tiempo ella aún no estaba podrida.
Creí que podría ayudarnos a salir de todo lo mano, creo que tal vez algún día ella desearía formar parte de la mierda que tenia con Indra, pensé que tal vez estaríamos bien.
Una falacia.
Bebí un poco más de la botella, siempre me gusto verla bailar, a lo lejos o cerca...yo en verdad disfrutaba verla bailar y divertirse, tal vez por eso insistí tanto en que Indra se acerca a ella, quería que ella estubiera todo el tiempo en casa, supongo que por eso obligue a Indra a darle el té, ella vendría a buscarlo y después sería imposible que se mantuviera lejos.
Comencé a reír cuando Colors comenzó a sonar, ella dejo de bailar, la sonrisa en su rostro se esfumó y entendí por qué.
Tu hermano menor nunca lo dice pero te ama tanto.
La canción era una jodida mierda.
Solo eres feliz cuando tú pobre cabeza está sobre las drogas.
Ella se alejo de sus amigas, le di un trago más a mi botella, la Vi caminar entre la gente.
Estas goteando como un amanecer saturado.
Me aleje de la baranda cuando ví que se dirigía a baño, pensé en esperar a que volviera a la pista de baile, pague por verla bailar, pague por la fantasía.
Estás rasgado por todos los bordes, pero eres una obra maestra y ahora estoy rompiendo, a través de las páginas y la tinta.
Yo quería esperar hasta que volviera pero en verdad odiaba esa maldita canción.
Y él es azúl, todo es azul, sus pastillas, sus manos, sus jeans y ahora estoy cubierta en los colores.
Di la media vuelta, deje la botella sobre una de las mesas, camine hacia la escalera, descendí lentamente.
Y es azul, todo es gris, su pelo, su humo sus sueños, y ahora está tan vacío del color, que no sabe que significa, y él es azul.
Me detuve por un segundo cuando llegue a la última escalera, sentí ganas de vomitar, el corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, la maldita taquicardia indicaba una posible sobredosis.
Tu dices que nunca serás perdonado.
Ignore el malestar como muchas otras veces lo hice, morir drogado no era tan malo, mi madre lo hizo, al final ella murió dentro de la fantasía que la hacía feliz y justo ahora yo quería lo mismo.
Sigo despertando y no es contigo y ahora estoy cubierta de colores.
Continue mi camino hacia el baño, fue difícil abrirme camino entre la gente, el eco de su risa llegó a mis oídos.
Y ahora está tan vacío de colores que no sabe lo que significa.
Espere a que un grupo de chicas saliera del baño, ingresé y cerré la puerta tras de mi, puse el seguro, confíe en que mi equipo de seguridad se haría cargo, siempre lo hacía, el dinero paga cualquier cosa y incluso el placer de un baño cerrado dentro de un club para que nadie moleste.
Y tú eras rojo, y yo te gustaba por qué era azul, me tocaste y ahora soy un cielo lila y tú decidiste que el morado no era para ti.
Espere recargado sobre el lavamanos a qué saliera del cubículo, no tardó mucho, una expresión de sorpresa se apoderó de su rostro, el verde de sus ojos reflejo miedo.
Sonreí, la fantasía, la ilusión estaba nuevamente frente a mi.
-Sakura.
Y todo es azul.
Puccalovelin.