S.H.I.E.L.D. University

Decimoséptima Parte

Natasha se quedó en silencio simplemente mirando a Vassily, ambos con una expresión seria, lo que se sentía más como una competencia de miradas para ver quién de ellos sería quien cediera y continuara con la conversación.

Aquello hizo que la pelirroja tuviera que considerar de verdad la oferta del castaño de hablar sobre Alexei, lo cual no era fácil para ninguno de ellos a pesar de lo dicho por el joven ruso sobre que hablar realmente ayudaba.

Romanoff dejó su vaso sobre la mesa de madera que los separaba y finalmente respondió—. No —dijo con una convicción firme—. No me haré pasar por ese dolor de nuevo y, en especial, no te haré a ti pasar por todo eso otra vez —añadió al ponerse de pie—. Ya le he causado suficiente sufrimiento a tu familia.

—¿De qué estás hablando? —cuestionó Shostakov, deteniendo el apresurado intento de huida de su amiga.

En ese momento que Natasha se arrepintió de haber dejado su trago sobre la mesa de la que ya se había alejado al menos un metro y tuvo que dar una respiración profunda antes de mirar sobre su hombro y contestar la pregunta que el hermano de su prometido muerto acababa de hacerle.

—Fue mi culpa —declaró la pelirroja tratando de su voz o su expresión tensa no se rompieran—. Él subió a ese avión por mí.

—No, fue su decisión —corrigió Vassily al ponerse de pie y caminar hacia la pelirroja—. Él no hubiera subido a ese avión si no te hubiera extrañado tanto como tú lo extrañabas en ese momento; así que, no te culpes a ti misma por algo que no podías anticipar o controlar, nadie en la familia te culpa por lo que pasó.

Una corta carcajada salió de los labios de la chica rusa antes de que pusiera sus manos sobre sus caderas y dejar caer su cabeza hacia atrás sin ninguna medida que casi sintió su cuello crujir, después volvió a dar una larga y profunda respiración antes de mirar nuevamente al castaño mientras trataba de mantener la expresión más neutral y fría que le fue posible.

—Descuida, tengo suficiente culpa en nombre de todos... —respondió Natasha, tomándose un par de segundos para apreciar el rostro de una de las personas que fue tan importante en su vida y luego continuar con la pretendía ser su despedida definitiva—. El proyecto de Tony es bueno y sabe lo que hace a pesar de lo inmaduro que puede llegar a parecer; así que, si vas a aceptar trabajar con él espero que sean por las razones correctas y no sólo por mí porque ya no soy la persona que solías conocer, que aún crees conocer, y lamentablemente no volveré ser, aunque lo quisiera.

—No pretendemos que todo entre nosotros sea como antes del accidente, como antes de la muerte de Alexei —se apresuró a mencionar Shostakov al ver a la pelirroja volver a caminar hacia la salida—. Ninguno de nosotros es el mismo después de eso y ya hemos dejado de pretender que sí, que su muerte no nos afectó o nos cambió a todos de alguna forma u otra, pero también es cierto que nuestra esencia sigue intacta; quizá con más de una grieta por el duro golpe que fue perderlo, aunque aún lo suficientemente intacta.

Romanoff dio finalmente media vuelta para mirar a su amigo de la infancia y su expresión pasó de una calmada culpa a un inquietante enojo—. Ese es el problema, por eso no lo entiendes, para ti fue sólo un 'duro golpe' cuando para mí fue un trauma —señaló bastante cerca de gritar—. Tú perdiste a tu hermano y no trato de minimizar tu dolor, pero él era alguien con el que ibas a pasar parte de tu vida, quizá sólo en eventos familiares en algunos años; yo, por otro lado, perdí al amor de mi vida, a la persona con la que se supone pasaría el resto de mis días, hasta el final...

—Nat, no pretendía...

—Tal vez hayamos perdido a la misma persona —interrumpió la pelirroja con su enojo amenazando con desbordarse cada vez más—, pero no te atrevas a comparar tu pérdida con la mía.