Uno. El comienzo.

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Todo comenzó hace miles de años en una ciudad liderada por la familia Chou

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Todo comenzó hace miles de años en una ciudad liderada por la familia Chou. Esta ciudad estaba localizada en la espalda del león tortuga, el cual era el portador del poder del fuego.

Como toda historia siempre comienza con un protagonista, pero esta era diferente a cualquiera que te puedan contar, esta estaba protagonizada por un par de enamorados, los cuales vivían en la pobreza y tenían que robar a la familia más adinerada para poder mantenerse a ellos y a sus amigos.

Este par era conocido como Wan y Li.

Wan era un muchacho delgado, de ojos café, de unos veinte años, de cabello negro y muy ágil. Li era una chica al igual de ágil, de cabello largo color café y de unos hermosos ojos azules, los cuales eran poco comunes en la ciudad.

El par era conocido por ser sumamente inteligente y a la hora de robar nadie los podía atrapar.

Wan siempre se las ingeniaba para poder escapar, pero cuando sabían que ese ingenio no iba a funcionar, usaban el arma secreta de Li. Ella había perfeccionado un tipo de pelea que intento enseñarle a Wan, pero fracaso. Este tipo de combate era uno nunca antes visto, este se trataba de atacar a los puntos de presión en el cuerpo humano. Cuando ella golpeaba estos puntos podía paralizar temporalmente a una persona, lo cual era muy útil al final de todo.

Ese día los chicos estaban escapando de los tres hermanos Chou porque habían robado una bolsa de comida. Corrían entre las calles de la ciudad con una sonrisa de triunfo, los Chou eran gordos, así que les pudieron sacar mucha ventaja.

—¡Nadie le roba a los hermanos Chou! —grito el hermano más pequeño de estatura.

—¡¿Enserio?! ¡Porque lo acabamos de hacer! —grito de regreso Wan.

Li sonto una carcajada de satisfacción.

—¡Están muertos, Wan y Li! —grito esta vez el hermano más alto.

Wan y Li siguieron corriendo hasta que se toparon con el final de la calle, la cual terminaba como en un balcón.

—De hecho yo me siento muy viva, ¿Tu cómo te sientes, Wan? —le pregunto Li.

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