Mᴀɴᴛᴇ́ɴ ᴇʟ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ. ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ·

5. "Especial.№1"

[El comienzo de un trágico plan]

Año 2017

Jk.

Últimamente siento que los días son iguales y que nuestros caminos son cada vez más opuestos...

¿Debería de comenzar a acercarme, Jimin...?

Espero que cuando sea la oportunidad no me rechaces. Creo que no podría soportarlo y terminaría muy mal todo.

Jm.

Antes de llagar a la escuela me mantuve escondido en casa de mi amigo mientras que mis padres me llamaban a cada rato, así que me acerqué cuidadosamente a la escuela y al fin llegué sano y a salvo.

La clase aún no comenzaba y mi amigo y yo como es de costumbre decidimos estar en el escritorio conversando.

Aunque he de decir que no había podido estar atento del todo a lo que mi amigo dice, sin embargo ella lo amerita.

Sus ojos, su cabello, su simple tímida mirada mientras platicaba en voz baja con sus amigas me tenía estúpidamente loco.

—¿Jimin?.— cuestionaba tratando de conversar conmigo.

En estos momentos me encontraba perdido en los más pequeños detalles de aquella hermosa sonrisa, pero con fuerza de voluntad sacudí mi cabeza intentando reaccionar a lo que mi amigo quería decirme.

—¿Decías...?

—Te estaba preguntando sobre lo que opinas de este fragmento del poema.— hablaba lento y con obvia curiosidad a donde yo miraba muy seguido.

—Lo siento... Es que...— intenté aclarar mi garganta, pero no conseguía decir nada con sentido.

—Estás tan entretenido mirándola "Ohh querida ¿Cuándo será el día en que me prestes atención?" Deberías preguntarle.— dramatizaba cómo un gran actor.

Era de esperarse por parte de él.

Alejé finalmente mi fuerte mirada sobre ella y me concentré más en mi tonto amigo.

—¡Ya!.— grité algo fuerte y alterado por su atención.

—¡Vamos, no es para tanto!.— reía juguetón intentando calmar mi "enojo"

Lo que realmente sentía era vergüenza de no poder ocultar de forma real mis sentimientos.

—Si ella te escucha....— lo amenazaría, sin embargo una dulce voz comenzó a soltar algunas palabras.

—Chicos... la clase comenzará. Mejor regresen a su lugar.— decía casi en un susurro.

Su típica sonrisa se encontraba ahí. Tan linda...

—¿Jimin?.— preguntaba la chica delicadamente, con una pizca de extrañeza.

En todo lo que me fijaba era su mechón de cabello, tan rebelde cómo siempre. No logré evitar sonreír algo leve.

—Lo siento mucho. Mi amigo a veces no reacciona y se queda en el vuelo.— respondió por mí.

—De ser así deberías moverlo a su asiento. No es bueno que estén en el escritorio del profesor.— sugería amablemente.