El sonido de una sirena sonaba sin descanso en mi cabeza, obligándome a abrir perezosamente mis ojos.
Un dolor procedente de mi estómago me termino de despertar del todo, provocando que una pequeña queja saliera de mi. Al terminar de abrir los ojos, pude distinguir lo que creía que eran doctores.
Con aún la no agradable sensación de dolor, giro un poco su cabeza, pudiendo observar la ventana que tenía a su izquierda. Por esta se lograba observar un el cielo no muy negro, después, sentí pesadez de nuevo, haciéndome quedar dormida de nuevo.
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Lentamente abrí mis ojos, con algo pesadez, me sentía muy adormilada, como si no estuviera en este plano, sino en otro distinto. El característico olor a medicinas me situó rápidamente en el lugar donde estaba.
Me intente levantar un poco de la camilla, apoyando mis manos en esta. Al aclarar un poco mas mi vista, pude observar la habitación en la que me encontraba, esta era totalmente blanca, al girar un poco mi cabeza, pude observar un gotero conectado a mi brazo. Di un suspiro mientras giraba mi cabeza a el lado contrario, pudiendo observar a Dream sentado en una de aquellas típicas sillas de hospital para nada cómodas.
Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro mientas le observaba.
De un momento a otro, otra figura capturo toda mi atención. La silueta de una niña era apreciable detrás de la posición de Dream.
Un escalofrío recorrió mi espalda, ¿ Quien es esa niña ? No tenia ni idea y sin lugar a dudas, tampoco me daba una buena vibra.
La seguí observando, esta, simplemente miraba al suelo fijamente. Al parpadear un par de veces, desapareció.
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El policía que me había interrogado se marcho minutos atrás, se marchó murmurando cosas, e incluso podría jurar haber escuchado alguna maldición de su parte.
