Ni un solo sonido, el silencio en aquella pequeña cabaña era el que reinaba en aquel momento.
Pero en aquella hermosa cabaña, había una joven, la cual no podía conciliar el sueño. Vuelta tras vuelta, intento contar estrellas, ovejas, beber un vaso de leche caliente, nada, no había manera.
En aquel momento estaba tumbada, con su novio al lado suyo, dándole la espalda.
Intimidad, era algo relativamente importante en una relación, por ello muchísimas veces las relaciones terminan, por falta de ella, junto con la confianza, su gran amiga y compañera, como a la vez, su mayor enemigo, si no sabes poner límites o no sabes manejar ambas.
Dream y su máscara, es y siempre a sido un misterio para todos sus amigos, llegando a ser los que la han visto tan pocos, que se podrían contar con los dedos de una mano. Por desgracia, ella no estaba ente ellos
El muchacho sufrío bastantes traiciones, entre ellas se encontraban las que eran sus antiguas novias, desconfiando así, de mucha gente.
Según el, solamente necesitaba tiempo, saber y confirmar que puede confiar en ella.
Se levantó de la cama, la rodeo y se sentó en el suelo, justamente enfrente de Dream.
El chico, medio dormido, por haber sentido el movimiento, abrió los ojos lentamente, encontrándose a su chica, de espaldas mirando la ventana.
Una pequeña sonrisa se coló entre sus labios, estiró su mano y acarició el suave cabello de la chica.
- ¿ Te desperté? Perdón, no era mi intención, de verdad.
Dijo ella en un tono bajito y apenado, sin mirar su cara, obviamente.
- No, solamente no estaba tan dormido, y pude escucharte.
Siguió acariciando su cabeza de una manera lenta y tranquila, la chica, por otra parte se sentía relajada, como en otro mundo, no en un mundo normal, el mundo de ellos dos.
- ¿ Que estás mirando ?
Dijo Dream, hablando todavía en susurros, sentía no solo el, ambos tenían que hablar de esa manera, sólo para mantener el ambiente tranquilo.
- Miro el cielo, las estrellas y una parte de la luna. Están preciosas esta noche.
Levantó levemente la mirada, para que él también pudiera apreciar el paisaje, como dijo anteriormente la joven, era precioso, si bien no sabía de constelaciones, ni de nada astronómico, eso no quitaba lo sumamente hermoso que se veía.
- Es hermoso... - Dijo, sonriendo.
Estuvieron ambos callados por lo que se sintieron minutos, o incluso segundos, cuando ella se levantó, confundiendo al muchacho, acto seguido, abrió las puertas de aquel balcón, para sentarse en este.
El chico, al rato, la acompaño en eso, sintiendo la agradable brisa nocturna que se podía sentir, junto con las ya mencionadas estrellas y observando de vez en cuando alguna.
Simple mente estuvieron ahí, en eledio de la noche, los dos juntos, currucados.
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NOTA DE LA AUTORA:
Buenas a todos! Perdón por no publicar capítulos, se me juntaron un montón de cosas y me abrumé con todo.
Antes que nada, seguramente y todos lo sabemos, pero, descansa en paz, Alex.
Que tengan un buen día, tarde o noche
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