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—¡Esto es muy lindo! —sus ojos viajaban de un lado a otro, observando todo a su alrededor.

Para Li el paraje parecía algo sacado de un cuento, las risas y cantos resonaban por todo el lugar, creaban un aura mágica.

Lámparas de papel rojo colgaban en cada esquina de los puestos, el olor a jengibre inundaba el aire y lograba darle un toque un poco más fresco al ambiente, mientras las personas caminaban en diferentes direcciones disfrutando de cada detalle del festival.

Al bajar del carruaje estaba apunto de correr, cuando la voz de Rengoku hizo que mirará en su dirección.

—Dame la mano, Li. —estiro su palma hacia ella, con una sonrisa.

Suspiro frustrada y la sujetó, quería escapar y poder correr libremente de aquí para allá, pero había prometido que se portaría bien, y no fallaría a su palabra.

Miro hacia atrás, viendo cómo la joven se acercaba hacia ellos caminando lentamente, sonrió con alegría, se sentía muy afortunada de poder tener a dos personas tan amables en su vida, nunca había podido experimentar el tan famoso amor familiar aveces sentía envidia de los demás niños, no tenía mamá y su padre nunca se ocupaba de ella, no sabía que era sentirse amada.
Pero, todo cambio con la llegada de T/N y Kyojuro a su vida, ahora reía y bailaba por cualquier cosa, pues, tenía la seguridad de que tenía una verdadera familia.

—T/N, ¿La puedo sujetar con mi otra mano? —pregunto pestañando varias veces, en un intento de verse tierna.

La muchacha ladeó la cabeza divertida, sabía que le ocurría algo, pero al no tener idea de que era, acepto a su petición.
Se acercó y la sujetó con delicadeza, comenzando a caminar posteriormente.

—¿Que quisieran hacer primero? —pregunto curioso, habían demasiadas actividades entretenidas qué, no podía escoger una en específico.

—Todo es muy lindo —respondió mirando los detalles, estaba muy emocionada. Dirigió su mirada hacia la menor.—¿Que quisieras hacer tu, Li?

Un sonido parecido a un Ahmm salió de su garganta, su vista viajo por todos lados en busca de una respuesta, su mente hizo “click” cuándo divisó un puesto de juegos.
Luego de informales que eso era lo que quería hacer, salió en dirección al lugar, ambos la esperarían desde lejos, Li había argumentado que era una niña grande y quería aprender a valerse por si sola, algo que emocionó a T/N, se sentía orgullosa de que su pequeña no tenía esa tonta ideología de depender de un hombre.

Ambos se mantenían callados, no tenían idea de cómo romper el hielo, durante todos sus encuentros siempre habían estado acompañados, estar solos le resultaba algo un poco penoso.

Un suspiró escapó de los labios de T/N, giro su cuerpo y miro con atención a su compañero, quería dar el primer paso.

—Kyojuro —dirigió su mirada hacia ella y pestañó varias veces sonriendo— ¿Tiene hermanos?

—Tengo un hermano menor, ¿Porque lo pregunta? —alzo una ceja, curioso.

Abrió los ojos de un golpe, no quería sonar inoportuna, pero tampoco quería quedarse callada durante toda la velada.
Trago grueso y contestó.

—Es muy bueno con los niños...

Al finalizar de hablar miro hacia la dirección en dónde se encontraba Li.
Rengoku imitó su acción, sonrió divertido al ver cómo la niña pataleaba enojada para poder conseguir el premió que tanto quería.

—Li me recuerda mucho a mi hermano. —apeno su mirada y suspiro con tristeza— no he podido verlo en mucho tiempo, ser un capitán requiere muchos sacrificios y separarse de la familia es uno de ellos.

𝗘𝗹 𝘀𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝗮 ┊ 𝖱𝖾𝗇𝗀𝗈𝗄𝗎 𝖪𝗒𝗈𝗃𝗎𝗋𝗈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora