Modern family

Evitar

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—Alex se contagió de Mononucleosis en el verano, la pobre se la pasa todo el día durmiendo y todos permanecemos alejados de ella para no contagiarnos, créanme que estar lejos de ella no es algo que disfrute—. Agregó Angie desde el sofá de los Dunphy.

—Oye Angie, ¿viste mi...?—. Alex llegó a la sala con una mascarilla puesta, sin embargo fue interrumpida.

—¡Aléjate enferma!—. La pelinegra tomó un spray sanitizante y apuntó a la chica de lentes la cual se alejó lentamente.

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—Hola guapo—. Saludé a Luke con la mano y entré a la casa cuando él me abrió la puerta caballerosamente.

—Hola hermosa—. Él me tomó de la cintura para acercarme más e intentar besarme.

—Espera Luke—. Lo alejé de mi y caminé hacía la sala dejándolo un poco confundido.

—Hola tortolitos, ¿cómo están los recién casados?—. Phil nos saludó.

—Muy enamorados—. Contestó Luke con emoción.

—Bien—.

—Vaya, se nota—. Dijo Phil mirándonos raro.

—Bien papá, subiré con ella—. Mi novio me tomó de la mano y prácticamente me arrastró a su habitación.

—Iremos a hacer tarea Phil—. Mencioné mientras subía.

—Está bien—.

—No haremos nada malo—. Continué y salté el escalón roto.

—Diviértanse—.

-¡Déjaremos la puerta abierta!-. Insistí y noté como Luke me miró con los ojos entrecerrados.

—Ciérrenla para que se concentren mejor—. Escuché que nos aconsejó luego de que Luke cerrara la puerta.

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—Llevo casi un mes con Luke. La familia lo tomó muy bien, mencionaron algo de que yo era perfecta para Luke. A veces me parece impresionante el nivel de confianza que nos dan para estar solos, yo no estoy acostumbrada a se cariñosa en público pero mi novio es todo lo contrario—. Mencioné nerviosa.

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—Podrías sentarte a enseñarme todo lo que me he perdido desde que trabajo en el club con tu abuelo o...—. Él se acercó demasiado poniéndome nerviosa.

—¿O?—. Traté de hablar después de que él me acorraló contra la pared.

—Tomar la laptop de Alex, copiar sus tareas y aprovechar del tiempo a solas—.

—Cariño, si haces eso jamás aprenderás nada—. Le reproché caminando hacía la cama y señalando el lugar al lado mío para que se sentara.

—¿Por qué me evitas?—. Me preguntó con cierto dolor en sus ojos.

—No te estoy evitando amor—.

—Claro que sí. Jamás quieres besarme cuando alguien está cerca, ni quiera quieres hacerlo conmigo—.

—Muero por hacerlo contigo Luke—.

—Oh—. Me miró asombrado, ahí me dí cuenta de que quizás dije lo que estaba dentro de mi cabeza.

—Porfavor dime que lo pensé—. Le comenté mientras me tapaba la cara por lo roja que estaba.

—En voz alta—.

—Escucha, no estoy acostumbrada a ser muy cariñosa en público y tú eres todo lo contrario—. Comenté apenada.

—Lo siento, me gusta demostrarte que te quiero—.

—Lo sé, y yo también te quiero. Perdón si te hice sentir lo contrario, aún es nuevo todo esto para mí—. Le comenté acariciando su mejilla.

—No no, está bien. También esto es nuevo para mi, soy muy cariñoso porque para mí es un gran logro que la chica por la que muero me quiera—. Confesó apenado y no pude evitar sonreír como estúpida ante sus palabras.

—Eres muy importante para mí y quiero que esto no sea solo un romance adolescente, es decir, realmente te quiero—.

—Oh Angie, no será solo algo de unos meses, te quiero para tener una familia—.

—¿Lo dices en serio?—. Le pregunté asombrada

—Sé que solo tenemos 17 y que todos pensarán que es imposible. Pero eres mi primer amor desde los 11 y eso jamás cambiará—. Terminó su frase besándome dulcemente a lo que yo correspondí.

—Pensándolo bien no me molestan ser un poco más cariñosa en público, supongo que un beso no hace daño—. Le dije riendo.

—¿Entonces me explicas?—.

Luego de unas cuantas horas en dónde Luke se puso al día con las tareas y comprendió todo lo que tenía que hacer decidimos dejar todo lo de la escuela por un rato.

—¿No estás nervioso?, es nuestro último año—. Le pregunté suspirando pesadamente.

—Estoy muy presionado, no sé si logré graduarme—.

—Hey, has hecho un cohete con Mentos y refresco. No hay nada que no puedas hacer—.

Él sonrió ante mi intento de animarlo.

—Por cierto tengo un regalo para tí—. Me dijo animado.

—¿Un regalo?—.

—Desde que trabajo en el club he tenido buenas ganancias, quería darte algo—.

—Luke no tienes porque regalarme nada—.

—Shhh—. Él me besó para que no siquiera hablando y colocó una linda pulsera en mi mano derecha.

—Es muy lindo, muchas gracias—. Agradecí con un tierno abrazo. Hace unos meses me lamentaba por haberme enamorado, hoy estaba feliz de haberlo hecho.

•  •  • 

—¿Jay qué haces? Ven a la cama—. Gloria regañó a su esposo el cual estaba frente a su computadora a altas horas de la noche.

—Tenemos cámaras de última generación, quería ver qué tan bien funcionan—. Agregó mientras revisaba la pantalla en dónde quedaba grabado todo lo que sucedía dentro y fuera de la casa.

—¿Ese es Manny lamiendo los pasteles de los pastelitos de la basura?—. Gloria preguntó mientras veía a su hijo hacer lo antes mencionado.

—Que vigor, parece pornográfico—. Jay se quejó, al parecer Manny no aguantó una dieta.

—¿Estás cámaras están en todos lados?—.

—En todas partes—.

—Oh no—.

—¡Ese es Joe haciendo pipí en la esquina, no Stella!—. Jay habló molesto.

—Vivirá afuera ahora—.

—Oh mira, Luke trajo a Angie ayer a las 12 cuando debía hacerlo a las 11—. Jay miraba como el novio de su sobrina la bajaba del auto y la dejaba en la entrada mientras se despedía de ella.

—Que lindos, se están besando—. Habló Gloria con ilusión.

—Genial, otra de mis hijas robadas por un Dunphy—.

—Es tu nieto Jay—.

—Aún peor—.

—¿Qué le está haciendo a Angie?—. Gloria miró con sorpresa lo que las cámaras grababan.

—¡No metas la mano ahí, Luke!—. Jay gritó con rabia al ver lo que sucedía.

—Suficiente, yo hablaré con ella y tú irás a hablar con Luke—. Dijo Gloria decidida mientras subía las escaleras en busca de su sobrina.

—¿Por qué?—.